Neolengua

August 11, 2014

Hasta la década de los 60 la palabra “élite” tenía una connotación positiva. Se usaba para referirse a los mejores en algo. Las mejores universidades se autodenominaban “universidad de élite” porque formaban a los mejores profesionales y por lo tanto a los futuros líderes. Las élites eran aquellos que hacían bien su trabajo.

Tras 60 años de marxismo cultural, han socavado sistemáticamente las bases del idioma como una maniobra de judo en la que las palabras inconvenientes para el marxismo son vaciadas de significado y redefinidas en el imaginario popular. En una sociedad marxista no existen élites y por lo tanto la palabra “élite” como algo positivo representaba un problema. Por esa razón a la palabra “élite” le cambiaron el significado y la transformaron en sinónimo de desigualdad y privilegio.

Sin embargo si un día necesitas operarte te gustará que lo haga el mejor cirujano, no el que se licenció en una universidad que no te suena y aprobó con una nota media de 6. Porque cuando una cosa es importante sigue siéndolo independientemente de la palabra que le pongas, por más que retuerzas el lenguaje todos queremos el mejor cirujano que podamos pagar.