Pon la otra mejilla

January 8th, 2024

Una de las frases más famosas del Sermón de la Montaña es la de poner la otra mejilla. En esencia significa que frente a un conflicto no hay que reaccionar a él con la misma energía, no hay que oponer resistencia, sino facilitar el proceso. Este principio que podría parecer una apología del masoquismo a simple vista encierra verdades que tienen aplicaciones espirituales, claro, pero también prácticas.

Para poder entender esto no hay que pasar por encima de la idea, sino meterse dentro de ella. Cuando se leen las cosas hay que hacerlo así. Es fácil leerlo o escucharlo e imaginarse a Jesús poniendo la otra mejilla, o una pelea de bar en la que a uno le dan un puñetazo y en lugar de defenderse permite que le sigan pegando. Si se lee así, proyectándolo hacia afuera es poco lo que hay que rascar y se pueden concluir muchas cosas, entre ellas la conclusión de Nietzsche de que las religiones abrahámicas responden a una moralidad de esclavo, o la versión youtuber de la misma idea, que esto está pensado y formulado para apaciguar a los borregos y facilitar el paso por el redil.

Hay que entender las cosas a profundidad, más bien, rotarlas en la cabeza para que vayan soltando la luz que encierran. Hay que imaginar con la mayor cantidad de detalle posible que uno está peleándose con otra persona, y entre las posibles peleas hay que elegir una que sea particularmente dura o dolorosa, y preguntarse con toda sinceridad si uno sería capaz de poner la otra mejilla. Hay que trasladarse mentalmente a la situación utilizando la memoria, recordar alguna pelea en la que uno haya reaccionado con particular ferocidad y en ese recuerdo preguntarse qué hubiese tenido que pasar para que, en lugar de la ferocidad, uno hubiese podido dar la otra mejilla.

Si haces el ejercicio de arriba descubrirás que es muy difícil. Primero es difícil mantenerse sereno en un conflicto sobre todo si es de los gordos y segundo, aún más difícil es facilitarlo, dejar que se desenvuelva. Hay un fragmento casi bestial de uno mismo que sale a la superficie cuando uno se ve amenazado o en riesgo y que para preservarse intenta destruir al oponente antes de que el oponente lo ponga en peligro a uno, es decir, salta al frente, enseña los colmillos y muerde también.

De manera que para poder actuar de esa manera, para poder poner la otra mejilla, primero hay que gobernarse. No es un logro fácil, eso de gobernarse, implica llevar las riendas. Es decir, hay que domar la bestia que reside dentro de uno mismo, ponerle riendas, saber conducirla a voluntad, dirigirla con la Consciencia y no solo eso, llegar a refinar esa relación para que se de con amor y con delicadeza. Una alegoría bonita sobre este proceso interior se da en la película La Vida de Pi.

Lo natural ante el conflicto no es la reacción ordenada sino la caótica, es resistirse al palo, actuar sin pensar porque no se tiene un control sobre uno mismo, muchas veces se llegan a decir cosas que no se piensan o se sienten, se cruzan líneas que no se querían cruzar, se hace daño a la otra persona y todo esto se hace por miedo, por miedo al dolor. Nada de esto es irreparable, si se tiene un poco de autocrítica, pero a menos de que aprendas a gobernarte solo tendrás una posible reacción ante un conflicto: el caos. Si te gobiernas se te abren las puertas de múltiples soluciones a las peleas, primero no seguir hundiéndote cada vez más en el fango, no herir al otro sin necesidad y especialmente se te abre la puerta de la opción conciliadora, si es que deseas tomarla.

Pero ¿por qué poner la otra mejilla? Sencillo… cuando en una situación de conflicto facilitas la expresión de la otra persona, le permites desenvolverse a su antojo, no te opones ni juzgas y simplemente observas al principio puedes sentir dolor, incomodidad, pero si los dejas pasar como si fuesen nubes en el cielo y fijas la mirada en lo que hay detrás, si te centras en la observación consciente, llegas a vislumbrar la naturaleza verdadera de la otra persona. Aprendes más sobre él o ella de lo que podrías aprender en cien años de relaciones tersas o de explosiones combativas.

¿Cómo se conduce? ¿Hasta donde se deja arrastrar? ¿Es simplemente un espectáculo con poca sustancia o es un rencor duradero? Todas estas cosas te las revela la otra persona en un conflicto si lo dejas actuar. Aquí la clave es no juzgar, no solamente no emitir el juicio de manera verbal, es no juzgar ni siquiera en tu mente porque si empiezas a juzgar te dejas arrastrar por tus propios pensamientos e invitas a tu propia bestia a salir al ruedo. Aquí es la observación paciente y la reflexión se dará cuando la pelea haya concluido y los ánimos se hayan calmado.

Hay gente con bestias feroces, que los arrastran hacia un lado y hacia el otro con intensidad y a las que no dominan, pero que, pasado el momento de la pelea, cuando los ánimos bajan son capaces de reflexionar sobre lo que ha pasado y poner las cosas en orden. Cuando te cruzas con una persona así lo mejor es aprender que hay que dejarlos solos cuando se enfadan y darles tiempo para calmarse, de nada sirve entrar en una pelea con alguien que puede llegar a ser muy hiriente y después se arrepiente y se siente culpable por algo que no sabe controlar. Salís los dos perdiendo y es muy fácil evitarlo.

Luego hay gente que es fría y no se implica en una pelea, su bestia se parece más a una serpiente que a un león, y en lugar de saltar hacia adelante con ferocidad, se retrae y planifica. Lo que los domina es el rencor que es una especie de odio más largo placista, un odio que sabe esperar. Así que en estas peleas cualquier cosa que digas se puede torcer y ser usada después en tu contra, incluso si tu intención es conciliadora, es mejor callar y dejar estar que darle armas al otro. A veces no es fácil reconciliarse con alguien así, hay que permitirles saciar su sed de venganza y demostrar que uno permanece allí aún después de que se hayan cobrado lo que consideran que tienen que cobrarse.

Hay gente que en una pelea te demuestra que albergan sentimientos hacia ti que no conocías y que no se corresponden con la relación que creías tener. Otros que dan golpes tan bajos que sabes que están hiriendo a posta. Hay gente que en una pelea más bien demuestra su nobleza y sabes que podrían atacarte mucho peor de lo que lo hacen pero se cortan para no herir. En fin, hay de todo pero en una pelea si conservas la calma, pones la otra mejilla y los dejas actuar los verás revelarse a sí mismos como nunca los verás hacerlo en situaciones cotidianas y así sabrás de quién rodearte.

La calidez

January 5th, 2024

Quería agradeceros por la calidez con la que me habéis acogido al volver, pensé que nadie se acordaría de mí después de tantos años de silencio y que estaría hablando sola en el blog. Así que me ha sorprendido la reacción tan especial que he recibido.

Me ha tocado reflexionar para entender a qué se debe la disparidad entre lo que imaginaba que pasaría y lo que ha pasado y quiero compartirlo en caso de que alguien se sienta igual a como me he llegado a sentir yo:

Hay gente apoyándote en silencio, que habla bien de ti a tus espaldas, que celebra tus logros y piensa en ti con afecto. Quizás no sean los que más ruido hacen y es fácil perderlos de vista, pero allí están. Lo digo porque es fácil dejarse arrastrar por la memoria que es poco fiable y tiende a encumbrar lo negativo. No todo el mundo está en tu contra, no todo el mundo está esperando a que te resbales.

Comparto con vosotros algunos de los correos que me habéis enviado, un verdadero aluvión en mi bandeja de entrada del email, he recibido cerca de mil en tres días no es una exageración, y me ha conmovido mucho. Así que gracias a todos los que me habéis escrito, los leeré todos, lo prometo, pero no podré responderos porque no terminaría jamás.

Letizia

January 4th, 2024

Llevo días mirando lo de Letizia y las preguntas que se ha estado haciendo la gente se quedan bastante cortas. Las preguntas son de tipo: “ha contado Jaime del Burgo toda la verdad? ¿Estaba Letizia embarazada en ese selfie? Es decir, dan por buena la base de esta historia cuando pasan directamente a desgranar el detalle fino. Pero un ojo entrenado entiende que hay probabilidades de que esto pudiera ser otro montaje mediático más. Habría que empezar por el principio y cuestionarse el hecho en sí. Buscar en los detalles lo espontáneo, los cabos sueltos a ver si se puede sacar algo en claro.

Desde hace años me debato entre dos posibilidades: o bien el mundo va a la deriva influido por fuerzas astrales, caprichos del destino y un número infinito de causas sin relación… un poco en plan “el aleteo de la mariposa”o bien esto está guionizado, somos un rebaño en manos de unas élites satánicas que llevan a la sociedad por un camino de destrucción y lo único que se puede hacer es tratar de apartarse lo mejor que uno pueda.

Cambio de opinión continuamente, según el clima ideológico y político, y no es porque me deje arrastrar por la corriente, porque sepa poco del tema o me avergüence de estas posturas sino todo lo contrario, porque le saco demasiada punta a todo. Es demasiada el agua bajo el puente, demasiadas capas de cebolla en las ficciones que nos cuentan, y he tenido que aprender a ser más cautelosa.

Cada vez que se abre una grieta y se nos permite escudriñar un poco las costuras del sistema toca volver a hacerse la pregunta de si la grieta es real o es de atrezo, si lo que nos permiten ver es la realidad o si forma parte de un guión. Si las cosas que pasan son producto del azar y se dan de manera orgánica; o si más bien está todo planificado, es una puesta en escena, unos actores representando un papel, una línea del tiempo previamente acordada, todo orquestado por el poder en la sombra como en aquel cortometraje. Es decir, en el espectro de gente que rumia demasiado las ideas no me queda claro de si adolezco más de un arquetipo esquizofrenico o autista.

El caso de las infidelidades de la Reina Letizia, los tweets destapándolo, el libro de Jaime Peñafiel, etc, ¿Ha surgido este episodio de manera natural? ¿Es orgánico? ¿Es lo que nos cuenta Peñafiel cierto? ¿o ese trata más bien de una película que le han pedido que escriba? Quizás sea sencillamente el guión que le han preparado y ella es la actriz que eligieron en una especie de casting masónnico para representar el papel de Consorte del Rey. Papel que está llegando a su fin y de ahí el drama que están montando… Las ramificaciones de lo que está por pasar (porque esto no ha terminado aún y se está desenvolviendo “en tiempo real”) cambian si es una cosa o la otra, y de eso depende cuán lejos deba uno apartarse.

Si todo fuese cierto, eso supondría varias cosas. Primero, que “se les coló” una loca en la Zarzuela. Es decir, que hay un descontrol total, nadie está vigilando a la Casa Real, hacen lo que les da la gana básicamente y que la elección de Felipe VI de casarse con una plebeya divorciada, republicana y abortista respondió sencillamente a un deseo propio, una inclinación masoquista de su corazón. En ese caso cuando Jaime del Burgo comenta que los Borbón son medio tontos como relata Jaime Peñafiel en su libro, tendría razón, tendrían que serlo porque de otra manera Letizia jamás hubiese puesto un pie en el Palacio.

En el libro de Peñafiel hay una contradicción y es que en los primeros capítulos cuenta que el Rey Felipe VI (entonces Príncipe) estaba embobado con Letizia en el telediario hasta el punto de que la Reina Sofía le tuvo que preguntar por qué se levantaba de la mesa a ver el telediario todos los días y él le explicó que le gustaba la periodista. Después pide que se la presenten. Cuenta también cómo fueron las maniobras que hizo Letizia para conseguir que Felipe le pidiese matrimonio de una manera bastante precipitada y se supone que lo que hizo fue enamorar al entonces Príncipe con detalles de todo tipo para después irse a Costa Rica de viaje y dejarlo entendiendo. Tal fue el despecho que le dio a Felipe la repentina frialdad de Letizia, su lejanía, que a su regreso aceptó todas las condiciones que Letizia le impuso (casarse)

Lo anterior tendría sentido si hablamos de un hombre heterosexual y de naturaleza romántica. Pero es que en la segunda mitad del libro Peñafiel, “con lo que calla”, parece indicar que todo lo de Letizia era una tapadera porque presuntamente el Rey sería homosexual y necesita que Letizia se mantenga ocupada con otro para poder hacer su vida por su lado. Así que Jaime del Burgo vivía en la Zarzuela en el Pabellón del Príncipe como uno más de la familia, para hacerle compañía a Letizia mientras él (Felipe) se iba por ahí a hacer lo que se supone que hacía.

Entonces… ¿Cuál es la interpretación correcta de los hechos? ¿Es Felipe un romántico soñador que fantasea con pagarle Fantas a una periodista de TVE? o será que no. ¿Será que es un homosexual encubierto y Letizia solo está ahí de tapadera? O tal vez hay una segunda vuelta de tuerca y ni homo ni hetero sino sencillamente un actor y punto.

Tuviese la motivación que tuviese, si el matrimonio con Letizia fue el resultado de una elección personal y nadie está detrás tomando las decisiones de peso como lo es elegir a la futura Reina Consorte eso nos lleva a pensar que el Rey se conduce de manera autónoma en esto y posiblemente en muchas otras cosas y por lo tanto si no se opone a las políticas de Pedro Sanchez, si más bien le da su bendición a un pacto con separatistas, organizaciones terroristas y comunistas que desean su propia destrucción es un acto voluntario. Supondría que de inteligencia y de entereza moral tiene lo justo como explica Jaime del Burgo.

Es decir, si lo anterior es la versión fidedigna corroboraría la teoría que manejamos por aquí de que esta foto es un fiel reflejo de la realidad, que “se le escapó” su verdadera expresión facial, este es el retrato que se hace un tonto junto a un embaucador:

Si Felipe va por libre eso además asoma que no hay una caterba de pedo-satánicos indicándole qué es lo que tiene que hacer y lo que tiene que decir. Que si aparece con tiritas en los dedos no es porque haya asistido a una cena de Spirit Cooking de Marina Abramovic, sino que igual sí se dio un corte de forma accidental mientras, no sé, cortaba tomates para ponérselos en una ensalada. En ese caso entonces las supuestas élites no tendrían ni tanto poder, ni tanto alcance.

La segunda interpretación de los hechos sería aquella que apunta a que todo fue un montaje desde el primer día y lo sigue siendo. Que es una puesta en escena, que la Casa Real no pinta nada porque son básicamente títeres manejados por el Cabaal en la sombra, que a Felipe le pusieron a Letizia al lado que lo mismo es hasta un travelo, que si hay paralelismos entre la elección de Reina Consorte de Felipe y la del Príncipe Guillermo, entre los escándalos en los que ambas Casas Reales se han visto envueltas es porque habría un plan a largo plazo de acabar con las monarquías europeas del que ambos forman parte, y que si Felipe se hace fotos con Pedro Sánchez es porque se lo han ordenado. En este caso Letizia sería una actriz haciendo un papel las 24 horas y por eso le dejan tener un acompañante en Zarzuela. El libro de Peñafiel sería sencillamente una herramienta de manejo de la opinión pública para llevar a cabo el plan de destrucción de las monarquías, y el desenlace de esta historia estaría escrito prácticamente desde antes de que el Rey naciese.

¿Cuáles son los indicios que parecen señalar que esto sería un evento espontáneo?

1) La personalidad consistente de Letizia a lo largo de los años. Varias fuentes diferentes la describen de manera parecida, de ella se dice que es inteligente pero fría, falsa, calculadora, oportunista, ambiciosa, sin escrúpulos, con un estilo agresivo. Lo que contaban sus amigos de la Agencia EFE y el periódico Siglo XXI en México sobre ella es que a pesar de ser española adoptaba posturas raras como por ejemplo una fingida pasión por la tequila mexicana que le servía para irse de copas con gente que le interesaba en contraste con su actitud en España en la que cuando toca brindar prefiere mojarse los labios. Se dice que en TVE le pusieron el mote de “Fictizia” a sus espaldas precisamente por lo falsa. La hermana de Letizia y ex-mujer de Jaime del Burgo, Telma Ortiz, dio unas declaraciones en las que la describe de forma parecida.

Cuando hay una actriz representando un papel de larga duración, su imagen no es tan consistente, se tambalea. Un caso que se me ocurre es el de Shakira, que empezó su carrera musical siendo una copia sudamericana de Alanis Morissette, la vendían como una “cantautora”, las canciones tenían letras interesantes pero unos años más tarde se tiñó de rubia, dejó la guitarra y se puso a cantar reggaetón. No volvimos a verla escribir nada interesante ni decir algo medianamente inteligente en entrevistas desde entonces. Se sabe, por lo tanto, que la primera imagen era impostada, y sabemos que era un muñequito del cabal porque este es el vídeo musical de una de sus primeros sencillos “Pies Descalzos” repleto de simbología masónica hasta el punto de que pareciera un homenaje a Kubrick.

Letizia no, Letizia ha sido Letizia desde el día uno hasta ayer y no se desvía de sus obsesiones que son el poder y el dinero.

2) La carta natal de Letizia. La personalidad que se le atribuye a Letizia además, coincide con las características manifiestas en su carta natal. Esta es la carta natal de Letizia:

Esta es una carta natal muy fría, muy poco femenina, no tiene ni un solo elemento en signos de agua con lo cual las emociones son planas, tiene el Ascendente en Acuario, el Sol en Virgo y la Luna en Sagitario, dos son signos primordialmente mentales, acuario y sagitario signos asociados a la distancia y desapego en las relaciones, virgo asociado a la precisión, al cálculo, a la obsesión con el perfeccionismo.

El Sol además lo tiene en una conjunción cerrada con Mercurio y Marte que la hace una persona de inteligencia brillante pero que no controla bien la agresión y se le va de las manos como en los episodios que relata Jaime Peñafiel en los que amenaza a la gente o explota de ira en público delante de todo el mundo. Y todo esto en cuadratura casi exacta con la Luna así que vemos que está escindida, que su parte conciente va por un lado y su parte receptiva por el otro, es decir, que la mentira es un arma de bajo coste para su psique.

Las cartas natales trazan un relato sobre las pulsiones que están en el interior de las personas y a qué responden sus impulsos cuando les toca improvisar. Viendo el pifostio en la carta natal de Letizia es difícil concluir que esté siguiendo algún guión dado que coinciden perfectamente con las actitudes que se relatan en el libro de Peñafiel, si nos tocase juzgar su carácter utilizando la carta natal y las cosas que argumenta Peñafiel tendríamos que concluir que sí, que es una loca, una trepa loca que se ha colado en las instituciones de poder.

3) Jaime del Burgo. Tenemos aquí un personaje con unas anécdotas que harían estallar por los aires la Casa Real y sin embargo no se le toca. Se le deja ir… se le permite tener una cuenta de twitter. Esto no parece tener mucho que ver con las historias que se cuentan acerca de Bárbara Rey, por ejemplo, aún cuando lo que pudiese contar Bárbara Rey sería mucho más light que lo que ha dejado escapar Jaime del Burgo. Uno podría pensar que está todo preparado y por eso le han dejado dar su testimonio a Peñafiel y poner sus anécdotas bizarras en twitter, pero eso no explica su último tweet haciendo publicidad de un libro que publicó en Amazon:

Que pareciera que está tratando de sacar algo en claro de la que ha liado vendiendo un libro de su padre que publicó él mismo en Amazon, que nada tiene que ver con este tema. Pero es que la cosa es tan cutre que no llega ni a eso, porque al pulsar sobre el enlace que te lleva a ver el libro se ve en los datos que el libro lo publicó justamente un año antes del tweet, el 31 de diciembre de 2022.

Mi intuición me indica que, dado que el libro cumplía justamente un año en el momento en el que compartió el enlace en twitter, lo que le pasó a Jaime del Burgo es que estaba esa noche preparándose para la cena de Año Nuevo y refrescando twitter cuando le llegó una notificación de Amazon, un email de estos automáticos en plan “Tu libro publicado cumple hoy un año! pulsa aquí para ver las estadísticas” y en ese momento se acordó del libro, abrió una pestaña nueva para compartirlo en twitter porque le pareció una idea genial aprovechar el clima para hacerle publicidad al libro. Es así de cutre la cosa. Si tiene un handler esa noche libraba.

Lo que le pasaría a Jaime del Burgo si toda esta historia es real no es que esté despechado, ni que tenga sed de venganza y ya. Es que pensó en todo momento que al final de la historia se iba a retirar con Letizia a Nueva York con los 8 millones de euros que Letizia tiene en patrimonio según el periódico británico Express y se veía ya subido a un piso en Tribeca viviendo la vida, y en el último minuto, después de dedicarle la vida a esta empresa, se dio cuenta de que Letizia prefiere la pasta y que lo ha dejado colgando sin un duro.

Ahora… ¿cuáles son los indicios de lo contrario, de que esto podría estar planificado?

1) El derrumbamiento super mediático de las Casas Reales europeas que parece todo escrito por un solo guionista. Felipe y Letizia, pero Federico y Genoveva también, y luego el Príncipe Harry con la mulata resentida publicando libros con detalles íntimos de todo tipo sobre la Familia Real e incluso hay un capítulo dedicado a narrar con detalle cómo se le congeló el miembro antes de la Boda Real de su hermano. Muy vergonzoso. Lo de acabar con las Monarquías quizás sea incluso parte de la agenda 2030, y están desplegando toda una novela mediática para que sea el público el que pida a gritos que les corten la cabeza.

2) La estrecha relación entre Peñafiel y la Casa Real. Juan Carlos, el Rey Emérito, está por celebrar su cumpleaños en Abu Dhabi y parece que la lista de invitados a la fiesta es de 100 personas, entre las cuales se encuentra Jaime Peñafiel. Se le ha invitado a pesar de haber publicado el libro sobre Letizia. Tampoco parece que la Casa Real haya hecho absolutamente nada por prohibir la publicación de este libro con lo cual podría parecer que están facilitando que salga a la luz la información turbia sobre Letizia.

2) Los guiños simbólicos de posible origen luciferino. La Casa Real española tiene su cosa porque hay mucha foto rara de cortes en los dedos, ojos morados, premios Princesa de Asturias a brujas satánicas, participaciones en rituales variopintos, y así no sería descabellado pensar que no actúan de forma autónoma sino que siguen directrices que les imponen los mismos que les obligarían a hacerse cortes en los dedos. ¿Puede ser que la Princesa Leonor se haya quemado al prepararse un omelet? Sí, igual sí, pero las probabilidades de que todos estos personajes sufran de estas heridas en estos sitios específicos es cuando menos curiosa, sospechosa, digamos.

3) El rollo de Kitín Muñoz: ha salido a flote en estos días otro desliz romántico de Letizia anterior a su noviazgo con Felipe con uno que se llama Kitín Muñoz y que parece que frecuenta los mismos círculos sociales que Felipe VI, con lo cual se habrían conocido antes en cualquiera de los eventos a los que Letizia fue como acompañante de Kitín Muñoz. Tendría mucho más sentido que el manga romántico que nos venden de Príncipes enamorándose a través de la pantalla de un televisor, picnics bajo los cerezos entre Letizia y Felipe. Si se conocían de antes tendría mucho más sentido que todo fuese arreglado e incluso programado por terceros.

4) El trato especial en TVE: otros periodistas han contado que a Letizia en TVE se le dio un trato especial. Cuando fueron a cubrir el 11/9 a Nueva York los periodistas no tenían ni siquiera un hotel en el que quedarse, tal era el caos en la ciudad después del atentado terrorista. Pero Letizia se hospedó en un hotel de cinco estrellas, llegaba al set en helicóptero y contaba con maquilladoras y peluqueras, algo nunca antes visto. Es decir, le daban un trato tan especial que el resto de sus compañeros la miraba con perplejidad y envidia. De la misma manera pasó de la noche a la mañana de presentar el telediario de las 3 am al de la tarde.

Todo podía haber sido planeado desde entonces porque si el Príncipe se iba a casar con una plebeya de manera teatral convenía vender a la “candidata” con antelación, que fuese alguien conocido, alguien visible y mediático y no una desconocida que nadie sabe ni quien es. Así que la prepararon, la pusieron a presentar el telediario de TVE y se aseguraron de que se viese muy bien haciéndolo para que un par de años más tarde pudieran afirmar que el Príncipe se enamoró de ella viendo la tele.

¿Cuál de las dos versiones suena más creíble? No lo tengo claro todavía, pero es bueno hacerse preguntas. Por ejemplo la siguiente: sea espontáneo o sea guionizado… ¿por qué dejar caer toda la verdad sobre Letizia justo ahora? ¿Por qué Peñafiel saca ese libro y Jaime del Burgo lo cuenta en twitter? ¿Tendrá algo que ver con que la Princesa Leonor ha cumplido la mayoría de edad? ¿Tendrá algo que ver el hecho de que el resto de las Monarquías de Europa están pasando por crisis mediáticas similares y España no quiere quedarse atrás? ¿Formará esto parte de la Agenda 2030?

Esta historia está en desarrollo, todavía no sabemos bien cuál va a ser la conclusión. No sabemos ni cuál será la reacción de la Casa Real, si es que habrá alguna, ni si esto llegará en algún momento a tratarse en los medios y en las revistas del corazón en España. Tampoco sabemos si van a forzar un divorcio, pero si me lo preguntasen diría que las probabilidades de que veamos colapsar el sistema de Monarquías en Europa esta década o la siguiente son altas.

El Yoto

January 3rd, 2024

No sé si queda algún despistado haciendo compras de último minuto, pero quería enseñaros algo que a pesar de ser un simple objeto, ha transformado mi relación con los espacios de mi casa y por lo tanto me ha hecho muy feliz. Creo que sería un regalo perfecto de Reyes para alguien especial.

Se llama “Yoto”, es un reproductor de audio: “bueno y qué”, pero es que en realidad el Yoto más que un reproductor, es un sistema de individuación de la música, que le devuelve a la música esa cualidad un tanto más conceptual que solía tener cuando venía agrupada en “paquetes”: en casettes, en CDs, y que ha perdido desde que se digitalizó.

 

Es una especie de cubo con dos botones a los lados y una ranura en la parte superior. Tiene una pantalla de “píxeles” no es un touch screen ni nada que se le parezca, su función es la de ser un “mapa” de lo que estás escuchando y poco más: pone la hora, el clima, el número de la pista que está sonando, pero también puedes asignarle iconos a las pistas que suenan, como el rayo de la imagen de arriba que se lo asigné a una canción de esa tarjeta de música “Pop” que está sonando.

 

El Yoto funciona muy parecido a como funcionaban los reproductores de casettes en apariencia. Es decir, hay unas tarjetas de plástico en las que puedes “meter” música, y entonces al introducir la tarjeta en la ranura del Yoto la música se reproduce como “por arte de magia”.

La forma técnica en la que funciona esto es un poco “un truco” porque las canciones no están físicamente dentro de las tarjetas como sí lo estaban en la cinta de un cassette. Es decir, las tarjetas no tienen un “chip” con la música dentro ni nada así. Van por medio de playlists en “la nube” y la tarjeta sencillamente la puedes enlazar a un playlist específico. El Yoto descarga la música que esté en tu carpeta de la nube y al meter la tarjeta suena lo que esté asignado a ella. No tiene que estar conectado a internet una vez que se ha descargado.

A mí me encanta por varios motivos, el primero es que es nostálgico. Veréis, para mí la música era esto:

 

Había una relación directa y material, táctil entre la música y quien la escuchaba. En esa relación se obligaba al que escuchaba a hacerle un sitio concreto dentro de la mente a esa música en específico, es decir, como si cogías una caja en tu cabeza y le ponías una etiqueta con el nombre del album y metías allí la música. La materialidad de un casette o de un CD hacía que escuchar música fuese un acto consciente. Manoseabas el librito que venía dentro con las letras, te las aprendías, veías las fotos mientras escuchabas la música. Cada álbum vivía en un espacio separado y delimitado de todo lo demás en tu mente.

Un gesto de aprecio era hacerle un mixtape a otra persona, para hacerlo había que elegir cuidadosamente una serie de canciones que de alguna manera reflejasen lo que sentías o querías expresarle, y después había que cazarlas en la radio para que cuando las pusieran le dieras al botón de play y rec… o había que ir a casa del amigo que había comprado el casette original para pedirle que te permitiese grabarlo. No era simplemente cuestión de “descargarlo” mágicamente a través de internet. Y después, con mucho mimo y un rotulador o varios le hacías la lista de canciones y algún dibujo o detalle en la portada.

El artista, el músico a la hora de plantearse su música no estaba buscando solamente el “hit” sino que el “hit” solo podía venderse acompañado de 12 canciones más y en esas canciones adicionales vivía la experimentación, el juego, el fracaso también, por qué no. Pero te forzaba a explorar cosas menos brillantes, que se quedaban entre el fango y la gloria, y que de alguna manera tu cerebro podía jugar a redimir.

Eso ya no existe, se ha perdido. Escuchamos batiburrillos de hits fabricados por otra persona en playlists interminables que no tienen ni principio ni fin y en el que el arte del album responde a aquello que sea más tuiteable, mas instagrameable. Si acaso se le asigna una emoción a la lista. Cuando abres spotify eres CONDUCIDO, entras en una corriente que te arrastra y te da igual lo que suene mientras suene algo. La música en sitios como Spotify se funde en una especie de fango uniforme, un puré de sonidos, sin identidad propia, sin contornos definidos. Un poco como le pasa a la gente también en según qué contextos cuando se dejan arrastrar demasiado por el entorno, que se funden entre sí y ya es imposible diferenciarles.

El “manoseo” es importante en toda relación, jajaja. Cuando manoseas la música, la haces tuya. No solo la escuchas con el oído sino que empiezas a entenderla, a relacionarte con ella con todo el cuerpo. Es una manera muy diferente de aprehender las cosas. Es además un idioma que el inconsciente entiende mucho mejor y puede sincronizarse con la parte despierta. Por eso en lo que respecta a la música ganamos tecnología, comodidad y amplitud con internet pero perdimos ese contacto, esa familiaridad de lo que se manosea.

Este aparato, el Yoto, me ha regalado la posibilidad de volver a manosear la música por medio de sus tarjetas y eso me gusta mucho. Imagina que te regalan esto y una tarjeta, un mixtape hecho especialmente para ti. Que fantasía.

De más está decir que nadie me ha pagado para escribir esto, lo escribo porque me gusta de corazón y creo que a más de uno podría gustarle. Si nunca antes habías oido hablar de esta cosa es porque está diseñado para niños y porque sospecho que se darán cuenta de que para un adulto es, si cabe, aún más divertido en un futuro próximo y entonces empezaremos a verlo en todas partes. Yo es que siempre me adelanto a todo dos o tres años.

Se puede volver

January 2nd, 2024

Quizás no debería volver, pero me apetece escribir. No quiero que este post se tome como una promesa porque no sé si voy a quedarme, no tengo un mapa, ni siquiera un destino en mente, simplemente me apetece, es una sensación. Prefiero que se tome como eso, como lluvia que cae o una flor que brota en una acera. Un evento fortuito sin mucho significado y que lo mismo se repite mañana, o no.

El caso es que el silencio se me está empezando a hacer un poco pesado. Tengo ganas de escribir, o sea, siento el deseo de hacerlo. En realidad si me sincero con vosotros tengo que admitir que en el fondo el deseo ha estado allí siempre porque la escritura “es lo mío”, aunque quiera contenerlo se me desborda sin querer, y con un lápiz o sin él en mi mente estoy siempre escribiendo. Si no había vuelto era por la que se lía cada vez que lo hago, es un riesgo.

De manera que le he estado dando vueltas a la idea de volver. Si merece o no la pena. El concepto de volver en sí mismo, lo que significa.

Volver puede verse como dar marcha atrás, querer vivir de nuevo una experiencia que ha pasado, que ha concluido y que quizás no sea inteligente repetir. Como quien movido por la nostalgia decide volver con un novio con el que terminó años atrás pretendiendo encontrar algo diferente a aquello que dejó y termina cayendo en cuenta de que sigue siendo el mismo error que fue en su día. Redescubrir lo acertada que pudo ser una decisión del pasado en el presente tiene su valor, claro, pero cuál, ¿cuál es el coste? Hay formas más dignas que el bastonazo.

Para volverse hay que dar una vuelta sobre sí mismo, es un giro también interior. La persona que regresa lo hace porque hay algo en su vida que le falta o que le sobra y se pregunta por las causas de su malestar. A veces lo hace porque recuerda la última vez que las cosas “estaban bien”, entiende cuál fue el punto de inflexión, el punto específico en el tiempo en el que todo empezó a torcerse, y cree que regresando de manera física será capaz de recomponer lo que está roto. Esto casi nunca funciona, suele ser un error.

Así que volver, si es que se hace, hay que hacerlo bien. Desde la reflexión. Hay que evitar confundirse en el origen del movimiento, y para eso lo ideal es hacerlo cuando prácticamente no te hace falta. Sobre todo hay que tener la fortaleza de aceptar el error propio porque si estás regresando es para rectificar. Es porque conoces tus carencias, te has ubicado en un mapa, aceptas que te has equivocado, y tienes la voluntad de resarcirte mediante la acción. Es decir, es un ejercicio moral.

Ahora sé pasado el tiempo que volver puede ser, según el caso, un error, pero esa búsqueda de la que hablo arriba no lo es. La búsqueda es ese acto reflexivo que te descubre tus carencias y que conecta la voluntad con el mundo exterior. La búsqueda es la construcción del puente entre la Consciencia y el espacio, que no es otra cosa que el hijo de ambos: la acción consciente. En el camino se observa, se evalúa, se miden las proporciones, se mezclan elementos, es una alquimia en la que se quiere encontrar la fórmula, la transmutación de lo ordinario en algo trascendente o como mínimo verdadero.

En la creación del calendario el mes de Enero se consagró al dios romano Ianus, un dios de dos caras, una que mira hacia adelante y otra hacia atrás:

 

En ocasiones se le representaba como la dualidad, sin más, con dos caras idénticas como en la imagen de la izquierda y en otras se hacía uso del contraste y se le representaba con caras diferentes. Casi siempre tenía la cara de un joven mirando hacia su diestra y de un viejo mirando hacia la siniestra.

El caso es que a Ianus normalmente se le describe como “el dios de las puertas”, si lo buscas en la wikipedia probablemente eso es lo que vas a encontrar, pero en realidad Ianus rige algo más sutil, es el dios del Umbral. El dios de aquello que se ubica entre dos cosas definidas, del espacio que existe entre ellas, es decir, el dios de la frontera y de las transformaciones.

La frontera tiene una cualidad divina porque es lo que separa pero también une las cosas. Es infinita porque el espacio tiene la cualidad de que siempre puede seguir subdividiéndose en secciones más pequeñas así que expresar el punto exacto en el que existe una frontera es tan difícil como describir el infinito, de ahí la divinidad. Al ser infinito está preñado de posibilidades, y el riesgo que corre quien atraviesa un umbral es el de caer en la frontera y quedarse allí, indeterminado frente a la puerta.

Ianus es el dios de todo aquello que está en proceso de transformación, de convertirse en otra cosa, de salir de un estado para entrar en otro, porque al final las fronteras las hay físicas y espirituales. Cuando se entra en un estado necesariamente se sale del otro y por lo tanto conlleva implícita la dualidad del nacimiento y de la muerte, del saludo y la despedida: una de sus caras es joven y mira hacia adelante, hacia el porvenir, y la otra, la cara del viejo mira hacia atrás, observa aquello de lo que se tiene que despedir para poder avanzar. La despedida es una pérdida de la que muchas veces no somos conscientes en el frenesí de la apertura hacia lo nuevo y solo lo descubrimos en retrospectiva.

Por eso es que Ianus rige las puertas que no son solo objetos sino símbolos de ese proceso alquímico y también rige el mes de enero que da la bienvenida a un año nuevo.

Inciso: acabo de mirar el reloj y son las 11:11 am, muy buen guiño, muy apropiado.

Sigo: las expresiones de la psique humana se ven reflejadas en los movimientos de los astros sobre la bóveda celeste. Enero no fue elegido al azar como momento de inicio del calendario, ni Ianus como el regente de dicho mes. Es en el mes de enero que empieza una nueva historia para el Sol que ha cerrado su último capítulo durante el Solsticio de Invierno alrededor del 21 de Diciembre.

Hasta ese momento el Sol estaba de retirada, cada día la noche se extendía un poquito más y ganaba terreno sobre el día, haciéndose las noches más largas, los días más cortos, y las temperaturas más frías. Pero en el Solsticio el Sol se detiene y le toca cambiar de dirección, le toca darse la vuelta y REGRESAR por donde vino. Junto con él regresan también en sucesión los días largos, la tibieza, el manto vegetal, los animales que hibernan.

Esa vuelta del Sol se da en tres movimientos: primero viene el Solsticio que es el extremo, el día más corto de todo el año, luego viene un período de 3 días en los cuales el Sol pareciera detenerse y no avanzar ni retroceder, y finalmente al cabo de esos tres días el cambio de dirección ha sido completado y el Sol abre la puerta de un nuevo ciclo, comienza a ganar terreno y a volver sobre sus pasos.

En el relato del calendario entonces Navidad sería la puerta que se cierra. San Nicolás representa la cara de viejo que mira el año que ha pasado, que evalúa aquello que se ha ganado y lo que se ha perdido, y en consecuencia tenemos a San Nicolás si se ha actuado bien o a Krampus. Se obtiene de los Reyes Magos regalos o carbón.

Ianus tiene dos caras y ambas están de perfil pero quizás sería incluso más acertado representarle con una cara mirando hacia adelante y la otra hacia atrás. La cara posterior de Ianus miraría hacia atrás aunque el cuerpo se moviese hacia adelante y por lo tanto su mirada no controla ni las manos ni los pies porque cuando recordamos lo que ha concluido no tenemos la capacidad de cambiarlo, se ha cristalizado, y que queda es la mirada reflexiva en la distancia del tiempo y la alegría de haber actuado bien o el peso de las malas decisiones.

Los tres días después del Solsticio en los que el Sol se detiene en el cielo tienen su eco en ese movimiento de reflexión y de búsqueda interior que se da entre los capítulos, cuando pasado el tiempo hay algo que echamos en falta, o algo que nos sobra, y nace en nosotros la idea de un camino que nos lleve de regreso para resarcirnos, para reparar lo que se ha estropeado, para descargar el peso de la energía sobrante o recargarnos con la que nos falta. Pero no podemos regresar así que la conclusión es que los errores hay que repararlos hacia adelante, hacia el futuro, en la progenie.

Y Enero entonces es la apertura de la nueva puerta, la acción que la cruza, es la entrada en el territorio desconocido que yace más allá de la frontera del año que hemos dejado atrás y que se abre ante nosotros lleno de posibilidades. Por eso ponemos coronas de navidad en las puertas y hacemos listas de resoluciones de año nuevo.

En el judaísmo hay otra tradición con los umbrales, la de las mezuzot. Son unas cajas alargadas que se pegan en los marcos de las puertas y que contienen un pergamino pequeñito con un rezo, el más importante de todos que dice que Dios es nuestro y es UNO y que se pone en las puertas para proteger el recinto pero también a quien pasa a través del portal. Abajo podéis ver una foto.

Las mezuzot no son simbología muerta, cosa que quizás sea un poco difícil de entender para una persona que no tiene contacto con esta religión, quiero decir que no se trata simplemente de una cosa ornamental ni de cosas que se ponen en las sinagogas, en lugares dedicados a la práctica religiosa. No. Es una tradición que vive en las puertas de todas las casas, las familias judías las ponen en todos los umbrales, las tocan cada día.

La explicación judía del mandato de la mezuzá es que es un recordatorio de las Diez Plagas de Egipto porque después de los diez tormentos a los que Dios sometió al pueblo egipcio para liberar al pueblo judío, el último –que fue el más grave– es el de la muerte de los primogénitos, es decir, se supone que Dios envió un ángel de destrucción que pasó por las casas de los egipcios y “se cobró” la vida de los varones primogénitos de cada familia. Macabro ¿no? Bueno

Como se relata en Éxodo, los judíos creyentes no perdieron a sus hijos porque Dios les previno y les dijo que la última plaga sería terrible y para que no la sufriesen los judíos tenían que sacrificar un cordero y con su sangre pintar los umbrales de sus puertas. Creo recordar que a los judíos no les contó el plan pero su idea era decirle al ángel que ignorase las casas que tenían sangre en los portales, que “pasara por encima” de sus casas sin entrar en ellas.

Todo esto es súper macabro y traumático en su capa exotérica de programación para las masas, pero la religión judía al igual que todas tiene varias capas de entendimiento superpuestas en sus textos sagrados, las más externas para el vulgo y a las internas solamente se puede acceder con el conocimiento simbólico mediante la gnosis si se ha desarrollado tal capacidad. Es decir… la Biblia no es un solo libro, son muchos al mismo tiempo y depende del ojo con el que lo leas.

En realidad lo de las Diez Plagas lo que relata es las etapas del despertar de la Consciencia, el proceso dual de individuación y unión con el Uno. La muerte de los primogénitos no es otra cosa que un símbolo de la muerte del YO inocente y primigenio que se deja atrás cuando se accede al conocimiento de la propia naturaleza, cuando se integra la sombra. Es el Tonto del Tarot cuando atraviesa el arcano de la Muerte y deja tras de sí la inocencia infantil que le permitió encarnarse. El sacrificio del cordero y el uso de su sangre es exactamente lo mismo, es llover sobre mojado. El cordero es la inocencia manifiesta y si su muerte se produce de mano de la voluntad (como en un sacrificio) entonces su sangre es en realidad la luz que limpia de impurezas el alma para que pueda gestarse en ella algo divino.

Esto también tiene su paralelismo en la bóveda celeste. Durante los eclipses la Luna se tiñe de rojo y a esto se le conoce como “Luna de Sangre”, la luna se torna blanca como un cordero y luego roja. La Luna es el umbral de las puertas de la casa tiñéndose con la sangre del sacrificio de la inocencia.

Por si acaso quedase alguna duda podemos referirnos a la Novena plaga, la que viene antes de la Muerte de los Primogénitos que es la Oscuridad total. Todo Egipto se vio sumido en una oscuridad densa y palpable que duró tres días y que representa lo que San Juan de la Cruz describió como la Noche Oscura del Alma. Que es la oscuridad, la desolación que hay que atravesar por fuerza antes de llegar a la luz, a la Plenitud del encuentro místico. El de las plagas es un relato de Iluminación.

Entonces, después de atravesar las diez plagas y de encarar la muerte de “su primogénito” es que el corazón del Faraón se ablanda y permite que se libere al pueblo judío de su servidumbre. Aquí vemos que en realidad los judíos y el Faraón son la misma cosa. Se está hablando de un proceso que se da en la mente humana. De la transformación por la que pasa una persona que está atada a la servidumbre de su vida diaria, de sus rutinas, que es esclavo de las mismas, y que al despertar que se da al cruzar el Umbral puede verse reflejado en un espejo de dos caras, una que es plácida y que recibe la luz, que es liberada, pero hay otra que es oscura, de duelo, de pérdida de la inocencia, pérdida del lugar de pertenencia, de dolor en el alma, la cara posterior que se despide. La liberación es el resultado de este proceso que muchas veces se da a pesar de uno mismo.

Pero al final del proceso toca volver. Toca volver DESPUÉS y no antes. Los judíos se van de Egipto y no van a cualquier otro lugar, no, lo que buscan es regresar al lugar del que partieron, a la Tierra Prometida. Este, el de volver es el Tercer Acto en la Travesía del Héroe, cuando es capaz de regresar al lugar del que partió y gracias a sus experiencias puede ponerlo todo en orden.

Así que si fuese a volver, tendría que ser desde este lado, después de haber atravesado todo, con el corazón blando y con la única intención de volver a encontrarme conmigo misma a través de este espacio. Posiblemente no me lea nadie porque ya no tengo 24 años, ni esto es internet de 2010. O igual sí, igual vuelvo a despertar la misma oleada de locura, me criticarán, me alabarán… o no, pero creo que he aprendido dónde está la parte en mi interior que es más estable y a la que difícilmente se le zarandea.

Voy a ir poco a poco, cuando me apetezca y a ver qué sale.