Gnosis I

January 11, 2024

EL ESPIRITUALISMO

El espiritualismo contemporáneo, esto es, el movimiento new age, la teosofía, los Sai Babas y Samaeles de turno, personalidades de youtube, tiene no un problema sino muchos, pero la cursilería, el desatino, y la falta de vergüenza son solo añadiduras, el problema de base es que intenta casar la Tradición mística con la modernidad, y eso es incompatible. Es un oxímoron. Así que a la hora de elegir, en lugar de quedarse con lo espiritual y sacrificar lo moderno, hacen una carnicería del conocimiento sagrado, lo trocean con descuido, eligen partes al azar y con eso se fabrican una cazadora a medida, a medida de la modernidad, un poco como el asesino del Silencio de los Corderos.

Como el mundo moderno es un mundo sin alma, una sociedad desencantada en el que lo que prima es la realidad material de las cosas, si se quiere hacer calzar el misticismo en la horma de lo moderno hace falta materializarlo. Así toquetean ideas que en la Tradición se refieren a objetos sutiles y las transforman en teorías sobre el mundo físico, sobre realidades materiales, procesos ásperos. Traducen una idea perenne como el primer principio del Hermetismo, ese que dice que “Todo es Mente”, que en el hinduísmo es el Sueño de Vishnu, y que se refiere a la Consciencia, a que todo lo que existe es una emanación ilusoria, y lo transforman en “El universo es una simulación” como si hubiesen seres de otra dimensión jugando a los SIMS con avatares humanos en un ordenador gigante.

Cuando en la Tradición se dice que la materia es una Ilusión no se refiere a que no exista, sino a que lo importante está más allá de esta y por lo tanto hay que saber trascenderla. Es decir, en lo mundano aprender a diferenciar el grano de la paja, o lo accesorio de lo esencial y en lo espiritual es un movimiento interior porque todo está dentro. Obviamente se trata de algo delicado, de una mirada, de un punto de vista, de no quedarse en la superficie aparente de las cosas. En el New Age a esta idea la transforman en que el mundo material en el que vivimos es una copia del mundo original que no es material, y este mundo entonces es una granja humana en la que unos seres más evolucionados, quizás de origen alienígena y sospechosos de parasitismo, nos drenan la energía como en la película Matrix. La Trascendencia ya no es una mirada ni un movimiento interior hacia lo Trascendente sino que implica salirse físicamente de la matrix, derrotarla.

El misticismo postula la idea de crearse un Cuerpo Sutil, o Cuerpo Solar, que se refiere a un proceso de purificación espiritual por el que se perfecciona la Forma del espíritu. A esa idea Jung la manoseó, la diluyó y la introdujo en el psicoanálisis como “Individuación”, pero el new age ya pasa directamente a enlodarla transformándola en la absurda teoría de la Raza Preadámica y Raza Adámica. Como si en lugar de hablar de estados de Consciencia por los que pasa un “adepto” en su búsqueda espiritual (o la formación y superimposición de un cuerpo que está a medio camino entre la materia y el espíritu sobre el cuerpo material y que dota a este de facultades especiales, como la diferencia entre estar “dormido” y estar “despierto”) estuviésemos hablando de ADN, de dos razas diferentes que existen o han existido en la historia material del mundo. Así con todo.

No puede ser de otra manera porque para poder ser gurú de youtube primero tienes que comer y para poder comer tendrás que vender tus cursos, tus pdfs de mierda o lo que toque, y si tienes que vender estas cosas tienes que tener un público que las compre. El público no vas a amasarlo si no trazas los paralelismos materiales y les hablas en el idioma de la materia que es el que entienden, de lagartos vivientes con doble párpado, annunakis, abducciones extraterrestres y baterías humanas hechas de masturbación y sufrimiento. Si no haces esa traducción de lo sutil a lo burdo ni van a pulsar en el botón de suscribirse ni le van a dar a la campanita ni van a mandarte un superchat, donarte por bizum si lo ven en diferido, ni se van a dar de alta en tu Patreón para apoyar al canal.

El proceso de materialización de lo sutil es exactamente el mismo que el que se hace en las religiones, la brecha que existe entre la lectura exotérica de los textos y la capa más interna de gnosis encriptada en símbolos que solo el que sabe rascar puede leer. Como el braille pero al revés, la capa visible para los ciegos y la invisible para los que saben ver. Porque no hay mucha diferencia entre creer que la Tierra Prometida y el Edén son espacios físicos, lugares materiales que se pueden ubicar en un mapa y no un símbolo de la Comunión Sagrada. No pensar, cuando se habla de la esclavitud en Egipto, que se trata de ti y de mi y de la realidad mundana del día a día, la esclavitud de las rutinas que rigen nuestras vidas en el desierto espiritual sino que estamos hablando de unos esclavos pobrecitos que construyeron las pirámides en un pasado muy antiguo. Es exactamente igual a aquellos gurús que te venden que el mundo real es una granja humana, es Egipto pero burdo, ordinario, sin la lírica y sin la onírica de los textos sagrados que mira, al menos eran poéticos.

Va el usuario sediento de espiritualidad, se topa con estas cosas, estos PDFs de Iluminados de internet en los que le cuentan que había una raza alienígena que sembró una raza esclava humana en una granja para drenarles la energía y piensa “sí, lo veo clarísimo, es que resuena, resuena a lo bestia”. Claro que resuena, resuena como resonaría si alguien te canta una nana de tu infancia pero en ruso, que hay algo en la melodía que crees recordar pero en un idioma que no entiendes. Resuena porque están usando retazos de las verdades perennes mal recortados, empatados a la prisa, de mala manera y cosidos sobre un muñeco.

LA ENTRADA CAPADA

El misticismo por su propia naturaleza no puede ser democrático, ni universal. No se puede expresar con lenguaje llano ni de forma secuencial. Son verdades últimas que subyacen más allá de las apariencias del mundo físico y por lo tanto no se habla en ningún momento de órganos del cuerpo ni de la forma real que pueda tener la Tierra. Se trata de una búsqueda interior, de la experiencia individual de lo que está más allá de la realidad manifiesta y que tiene una naturaleza dual, por un lado se “reciben” del Cosmos verdades que se revelan al convertir la mente en un receptáculo y por el otro se conquista por la fuerza la integración, que se arrebata, como Prometeo le arrebató el fuego a los dioses.

El entendimiento meramente teórico de las Verdades Perennes no surte efecto más allá del placer de estudiarlo, y mucho menos lo tiene el estudio de las profanaciones del New Age. La riqueza del estudio de estas verdades últimas está en la experiencia propia, en irlo descubriendo por ese proceso dual del que hablé arriba porque es un proceso transformador que otorga una serie de “dones” muy reales que se pueden aplicar en lo práctico, y por lo tanto exige entrega y sacrificio. En este plano no existe aquello que los americanos llaman el sandwich gratis. Lo que obtienes sin esfuerzo no te nutre porque es el proceso de conquista de las verdades el que te regala el entendimiento de estas. Cuando te lo dan hecho ya no obtienes el “ohhh” sino el “ah” que es muy diferente.

Este conocimiento si es que se transmite, solo puede transmitirse de forma oral y simbólica de un maestro a un adepto porque el símbolo en sí mismo es la clave de todo. Las verdades que contienen son importantes, pero es el proceso de entender el símbolo lo que te transforma. Desnuda la verdad del símbolo y pierdes la Gnosis. El pescado puedes repartirlo a cientos, pero si quieres enseñar a pescar tiene que ser de uno en uno. Por eso las escuelas iniciáticas tienen la entrada capada. Por eso no puede ser democrático ni egalitario. Por eso nunca aprenderás nada de un canal de youtube ni de una clase en un auditorio, pero sí puedes aprenderlo tú solo en tu dormitorio. Aclaro (antes de que salga alguien a interpretar este párrafo como una confesión de algún tipo) que jamás he participado en ninguna sociedad iniciática ni escuela esotérica, no he tenido maestro alguno, ni me he mezclado en ningún círculo, no pertenezco a ninguna religión, o más bien pertenezco a todas ellas, todo lo que sé lo he aprendido en soledad, como he dicho, en mi dormitorio o en el salón de mi casa. Mis maestros son los libros, mi propia mente y me mueve el deseo de conocer la Verdad trascendente. Pero si estoy diciendo esto es porque he llegado a comprender el por qué detrás del “ocultismo” de estas sociedades (al menos la causa primigenia, que después hayan devenido en otros menesteres es harina de otro costal) y es que si te revelan las verdades desnudas te están robando tu propio proceso de Gnosis, del desarrollo de tus dones.

EL SÍMBOLO SAGRADO

Cuando te enfrentas al símbolo tienes que buscarle los significados. Se trata de sujetarlo en la cabeza en acto reflexivo, irlo rotando y con un trapito sacarle el brillo. Luego cansarte, enfadarte, atarlo a una silla y tratar de sacarle la confesión a palos, darte cuenta de que no va a funcionar y aceptar la derrota, dejarlo ir. Tres días después te puede ocurrir que estés haciendo algo mundano, no sé, duchándote y pensando en cualquier cosa que no tiene relación y de repente, de la nada, tu intuición te tira un paquete en el regazo como si fuese magia, aparece en tu Consciencia el símbolo perfectamente decodificado. Nadie te lo explicó, no leíste un ensayo de cinco páginas, no te lo explicó un gurú de youtube, lo hiciste tú, o tu inconsciente, mejor dicho gracias a tu entrega, al trabajo previo que hiciste con devoción y mimo. Este es el primer indicio de que estás haciendo Gnosis.

La Gnosis es un conocimiento universal al que todos tenemos acceso a través del Inconsciente. Son verdades ancestrales que tenemos dentro y que solo tenemos que descubrir cavando. El símbolo mediante el cual se expresan estas verdades es el mapa del tesoro que te indica “más o menos” dónde es que tienes que cavar. Los tratados no sirven porque aunque son descripciones llenas de florituras acerca del cofre y su contenido, descripciones que te pueden dar una idea de lo que es, no llega a ser el cofre en sí y si no cavas por ti mismo no lo tendrás jamás entre tus manos.

Cuando me dicen que en mi blog tengo un punto de vista especial o que le doy “la vuelta” a todo, que mis posts han sido premonitorios o que me adelanto a todo lo que ocurre, es porque lo que hago es justamente eso, estudio una situación invitando al Insconsciente a participar. Es un proceso que requiere de una especie de salto al vacío, de mezclar lo que se sabe con lo que se intuye, de confianza en el proceso y en ti mismo, y que como toda práctica las habilidades solo se fortalecen mediante el ejercicio.

La mayoría de los gurús del New Age no son capaces ni siquiera de hacer este, el más simple de los ejercicios de la Gnosis, no han conquistado la intuición interior, y por eso no entienden que es eso lo que deben transmitirle a los demás, el proceso quiero decir. No el significado descrito de los símbolos, no se trata de abrir de par en par las puertas sino con dedicación y en actitud de servicio transmitirle a alguien que está dispuesto a hacer sacrificios de tiempo, energía y entrega las herramientas que necesita para encontrar sus propios tesoros. Pero ese enfoque no es moderno, claro. Ni democrático. No iguala a todo el que escucha, es un enfoque que busca conectar con la individualidad de quien se acerca para señalarle por dónde tiene que tirar, es un psicopompo.

LA POLARIDAD DEL ESPÍRITU

La Gnosis es un tipo de magia que se consigue cuando las dos polaridades de la mente, la femenina y la masculina, empiezan a integrarse para formar la Consciencia. En la modernidad que, como hemos dicho requiere del enfoque material, se suele hablar de los hemisferios cerebrales para explicar este fenómeno que NO ES material sino sutil. En realidad el cerebro no sabemos bien ni cómo funciona ni qué hace cada parte con certeza, tenemos algunas ideas de cosas puntuales, pero no sabemos casi nada sobre su funcionamiento a ciencia cierta, y en realidad tampoco lo necesitamos, da igual en dónde se dan los procesos, son procesos del espíritu.

Pero como sé que casi todo el que me lee todavía está sujeto al paradigma moderno y requiere de un asidero material para poder aceptar lo que estoy explicando, podéis referiros a las supuestas funciones de las partes del cerebro, esas que ponen en los libros para niños, para entender la estructura que voy a explicaros, la del trinomio Intuición-Consciencia-Intelecto. Es lo que en anatomía se describe como Hemisferio Derecho – Cuerpo calloso – Hemisferio Izquierdo.

Se suele decir que el cerebro está dividido en dos hemisferios, el izquierdo que es el racional, secuencial, intelectual, el que está despierto durante el día… y el derecho que es el creativo, el intuitivo, el responsable por las emociones, el de la capacidad simbólica, el que sueña cuando dormimos. Esto, que estén divididas estas facultades en dos mitades del cerebro es manifiestamente falso, se sabe que las facultades se distribuyen de manera más o menos uniforme, pero como he dicho a veces hay que tirar de estas cosas para explicar algo que las trasciende porque hay que atravesar primero la resistencia del rebaño a estos temas.

El hemisferio izquierdo del cerebro, ese que es racional, es a lo que se le conoce desde la antigüedad como la razón, el intelecto, es la polaridad masculina del espíritu humano, es decir que es Solar, Activa, Directa, Diáfana, es donde reside la identidad que percibimos como propia. Es la parte que está despierta durante el día y que contiene la voluntad, que conduce la acción.

El hemisferio derecho, el imaginativo, es el que correspondería a la noción antigua de Intuición, y es la polaridad femenina de la mente. Es decir, corresponde a la parte lunar, receptiva, opaca, holística, indirecta. Es la parte que está despierta durante la noche y contiene los deseos y las pasiones.

La mayoría de la gente tiene toda esta estructura medio adormecida. No sueñan durante la noche ni están despiertos durante el día. Es decir… ni recuerdan haber soñado algo al despertar, ni tampoco dirigen sus acciones de forma razonada y voluntaria. Más bien se dejan arrastrar por la inercia, las rutinas cotidianas del mundo mundano, las corrientes del rebaño.

Las personas en su estado “dormido” no actúan realmente desde su interior sino que las acciones que toman están definidas primordialmente por su entorno, su mente forma parte de una colmena, de una amalgama social, ámbito dentro del cual han nacido y se han criado. Todo en el mundo moderno facilita la inmersión del niño en esta modalidad de pensamiento porque lo que prima es la estandarización de la experiencia humana a través de instituciones como el Colegio. Hay un abandono de las inquietudes individuales, las búsquedas personales, en favor de la conformidad. Se obliga en cambio a conformarse, es decir que no te formas como persona sino dentro del conjunto, bajo unos parámetros establecidos a priori.

Apartarse del rebaño tiene consecuencias inmediatas e ineludibles, no puedes individuarte, expresar la individualidad y seguir formando parte del rebaño como cualquier otro de sus miembros. La expresión individual tiene que ser contenida y sosegada si es que se le permite expresarse. Cuanto más organizada se vuelve una sociedad, más conformidad requiere de sus miembros y más se relegan los rasgos individuales al fondo de la psique, allí a donde va a parar todo lo que se suprime en concordancia con el pacto social.

El despertar es un proceso arduo, difícil que requiere de la transgresión o el aislamiento y en el que se tiene que renunciar a una cosa en favor de la otra. Hay que romper lazos con el rebaño. Una manera simple de ver esto es darse cuenta de que la gente que es capaz de expresarse de manera individual suele vivir al margen de la sociedad, bien porque los han “echado” como solía ocurrirle a los homosexuales hace unas décadas o porque han decidido retirarse por voluntad propia. Así que el ciclo de expresión se retroalimenta, cuánto más te separas mejor te puedes expresar como individuo y esa expresión te aísla aún más del rebaño. Ese movimiento tiende al absoluto. Por cierto, aquí cabe lo del Hijo Pródigo, y voy a soltar este símbolo y a dejarlo allí para llamar a la puerta de vuestra intuición. Trazad vosotros el paralelismo.

Así que una vez que se empieza a cortar lazos con el entorno, se puede empezar a hacer el trabajo real de definirse empezando por los polos del espíritu. Abrirse a la expresión de las pasiones, de los sueños, del instinto, y también al aprendizaje intelectual, al uso de la lógica y del método. Iba a contar más sobre este tema en este post, pero creo que he dado demasiada información densa por hoy, y es mejor irlo desgranando a lo largo de varios artículos.