Mi opinión sincera sobre Madrid
August 4, 2016A mí me hubiese bastado con que fuese limpia y ordenada. Era suficiente con eso, no hacía falta que además la gente fuese noble. Y si su gente era noble eso también me hubiese bastado aunque la comida no fuese espectacular. Me hubiese ido contenta. Y si sólo fuese lo buena que está la comida también hubiese sido suficiente para mí. No hacía falta que además el hotel y todos sus empleados hubiesen sido tan magnánimos conmigo.
Pero Madrid no se conforma con agradar. Todo el mundo parece querer ir más allá y por eso Madrid es una ciudad que se hace indispensable y a la que siempre quieres regresar. He estado en casi todas las grandes ciudades y en Madrid me he querido quedar a vivir.
Ya hemos hablado de esto, pero una cosa que sorprende cuando vives en Estados Unidos es ver lo que los medios españoles consideran que es “información” con respecto a las cosas que pasan allí, te sorprende lo fértil de su imaginación. Los episodios de supuesta actualidad americana que inventan y que nunca ocurrieron, las interpretaciones que hacen que son tan retorcidas que no concuerdan con la realidad, y en fin la mezcla de leyendas urbanas y malas traducciones. Son todos, ¿eh? No se salva ni uno solo, no hay un sólo periodista que diga algo verdadero o con sentido sobre Estados Unidos en España. A lo más que llega alguno es a traducir letra por letra lo que publicó ayer en el New York Times sin quitarle el sesgo de su línea editorial. Sorprende, pero lo justificas creyendo que se trata de errores. Es que no entienden el idioma, te dices a ti mismo, es que no conocen el contexto.
Crees que sobre España los periodistas españoles sí tienen que saber qué es lo que está pasando e informar con la verdad. No hay una barrera idiomática, está pasando en su “barrio”, no hay ninguna razón, ninguna excusa, para contar algo diferente de la realidad. Y cuando llegas a España después de varios meses y ves que lo que te rodea no se parece en nada a la imagen que han venido dando los periódicos españoles sobre el país te empiezas a preguntar cuál podría ser la intención de mentir de esta manera. Un simple error claramente no puede ser. Así que después de pensar largamente en esto tengo muchas cosas que deciros a los periodistas de un bando y del otro: si tuviera que juzgar por lo que escribís en vuestros periódicos no hubiese regresado a Madrid.
Hasta hace poco los de un bando no se cansaban de repetir que hay niños hambrientos en Madrid, y familias que se ven empujadas a comer de las basuras. Los otros afirman que la gestión de Manuela Carmena tiene a Madrid hecha pedazos, que la ciudad está sucia y que la basura se apila en las aceras porque no la recoge. En parte me lo creí, creí las dos versiones, y por eso la imagen que tenía de Madrid es que habían montañas de basura por las calles y familias y niños por encima alimentándose de ellas.
Estáis todos equivocados, lo que repetís es una larga retahíla de mentiras y flaco favor le hacéis a Madrid. Madrid es una gran ciudad, donde la gente vive bien. La ciudad está limpia, no hay familias buscando en los contenedores ni niños hambrientos por las calles. Todo lo contrario, las mesas de los restaurantes están llenas de familias españolas que salen a comer, y las tiendas están llenas de gente comprando. Si desde afuera lo único que se ve es lo que publicáis en la versión digital de vuestros periódicos ¿cuánta gente no habrá que como yo, creyéndose las fábulas que sin pudor alguno publicáis, decida no poner un pie en Madrid?
Si hubiese tenido la intención de invertir dinero jamás lo hubiese hecho en Madrid si hubiese tenido que juzgar la situación de la ciudad y del país entero desde afuera a partir de lo que escribís. ¿Cuántas empresas no habrá que después de leer las mentiras que publicáis haya pasado de invertir en España? ¿Cuántos se habrán llevado su dinero a otra parte? ¿Cuántos turistas habrán decidido ir a Paris o a Roma en lugar de ir a Madrid? Todo gracias a vuestra labor de desinformación. Quizás la razón, la intención de crear este mal ambiente sea el hecho de que la tragedia vende, que os genera un mayor número de clicks que después podéis enseñar a los cuatro despistados que os pagan las cuentas y a los que llamáis “inversores” para seguir justificando las pérdidas.
Pero aquí el que paga verdaderamente los excesos de este periodismo de fábula no son los inversores sino los ciudadanos españoles que tienen que tolerar que los medios pinten un retrato retorcido y fantasioso de su país, en tonos de negro y nada fiel a la realidad. Que sin saberlo están perdiendo oportunidades de todos los que creen en estas fábulas y que por ese motivo no invirtieron, no viajaron, y no pusieron un pie en Madrid. Las pérdidas existen pero son invisibles, es lo que nunca sucedió y por eso nunca sabremos a cuánto ascienden: ¿cuántos fueron los puestos de empleo que se hubiesen creado, pero que jamás se crearon?, ¿cuánto fue el dinero que los turistas se hubiesen dejado pero no se dejaron en restaurantes, tiendas y hoteles? ¿Qué precio le ponemos a la mala imagen de Madrid que fomentáis en el resto del mundo?
Los culpables sois todos por igual: periodistas, políticos, y agitadores. De un bando y del otro. Todos. Sois todos unos sinvergüenzas que hacéis de la mentira vuestro principal producto. Los periodistas por la competencia de popularidad que tenéis entre vosotros en las redacciones que ponéis España por los suelos porque ahora, al parecer, el éxito profesional se mide en portadas de una página que se llama Menéame.
Los políticos sois culpables porque usáis España como excusa para acusaros los unos a los otros de las más terribles negligencias, excesos, y olvidos; y no os importa llevarosla por delante si eso garantiza que le quitaréis un par de puntos de popularidad en las encuestas al partido enemigo. Sois como esos padres divorciados que utilizan al hijo para insultarse entre sí: “este niño es un desastre por tu culpa”.
Los agitadores que hacéis esto gratis en Twitter sois posiblemente los peores porque siendo parte del grupo de los más afectados por todo esto sois quienes validáis estas leyendas, las dais como ciertas y contribuís a hacer el bulo todavía más grande en las redes sociales. Sois el peor grupo porque ni siquiera ganáis dinero o acceso al poder con esto. Lo hacéis puramente por ego, por retweets.
Me he ido de Madrid pero volveré en un par de meses para quedarme. Sé que os debo unas cuantas fotos y también prometí que hablaría del hotel cuando me fuese. Será en el próximo post.