Todas las mujeres del presidente

September 20, 2015

Ejemplo #1: No sé nada sobre vinos. Sin embargo, me gusta cocinar y muchas veces uso vino cuando cocino. Cualquier persona en mi lugar, sin saber nada de algo que tiene que comprar, se quedaría paralizada en el pasillo de vinos del supermercado, o quizás optaría por buscar al sommelier y pedirle ayuda. Pro tip: no te será útil buscar a un sommelier cuando ni tú mismo sabes qué es lo que necesitas.

Así que utilizo mis prejuicios: elijo la botella más bonita. Dedico diez minutos a repasar todas las botellas de vino y en lugar de leer las etiquetas, y tratar de imaginarme a qué sabe un vino con un bouquet amaderado, selecciono aquella que me parece visualmente más atractiva. Elijo la etiqueta más sobria, o la más divertida, la que me resulta más estéticamente placentera.

Este, me he dado cuenta, es un criterio de selección aceptable. Tiene el mismo margen de error que pedirle ayuda al sommelier, que buscar sugerencias en google, o que leer detenidamente las etiquetas. He probado todas las opciones y al final el margen de éxito y error es exactamente el mismo. Pero seleccionar la botella por su aspecto te da una sensación de poder. Aunque el vino no te guste, al menos la botella te parecerá bonita.

A lo que iba con todo esto es que si no sabes nada de un tema, no te interesa aprender, y tu criterio es inútil, lo mejor que puedes hacer a la hora de seleccionar algo es utilizar tus prejuicios. Para algo existen. Los prejuicios te permiten hacer una selección rápida sin detenerte más de cinco minutos. Así que úsalo: elige la opción que te parezca más atractiva a simple vista. Una buena manera de hacerlo es pensar en cuál de las opciones, de estar en el salón de tu casa, te produciría orgullo si un desconocido pega a la puerta.

Los prejuicios son útiles incluso cuando sabes mucho del tema a tratar, conviene hacer la prueba del prejuicio, porque te ofrece una nueva perspectiva que quizás no habías considerado. Por eso siempre uso los primeros cinco minutos en hacer la prueba del vino cuando tengo que elegir cualquier cosa. Incluso cuando se trata de los candidatos a la presidencia.

Es evidente que si tuviera que votar en las elecciones americanas votaría al partido Republicano. Por lo tanto sólo voy a hacerle la prueba del vino a los pre-candidatos de ese partido. Hillary Clinton y Bernie Sanders están descartados a priori por ser socialistas.

Ahora bien, dentro del grupo de los republicanos, si no supiera nada de política y tuviera que elegir a ciegas, ¿quién me gustaría que me representara? Quiero añadir, antes de continuar, que mayoría de la gente elige a quién votar usando los prejuicios de otra persona. En lugar de dedicar diez minutos a elegir al candidato que le resulta más atractivo a él, considera la opinión del sommelier (los medios de comunicación y los líderes de opinión) como verdad absoluta.

Eso no es lo que queremos. Aún cuando una autoridad bien informada podría señalarnos algun dato util, en el caso de la política los medios de comunicación tradicionales tienen un conflicto de interés: les interesa manipular la opinión pública hacia una dirección en específico. No es un sommelier neutral. Pero además, ¿quién quiere votar a alguien sólo porque otro se lo indicó? Stop it, sheeple.

Así que aquí os traigo el triatlón del vino con los 3 pre-candidatos más importantes del partido republicano. El aspecto físico de un hombre importa poco, ha habido líderes estupendos en la historia que eran feos (Exhibit A, B, C) así que en lugar de usar el aspecto del candidato, la primera prueba será evaluar el aspecto de su mujer. ¿Cuál de estas mujeres querríamos como Primera Dama? Aunque parezca irrelevante, la mujer que un hombre elige dice mucho acerca del tipo de persona que es él.

Donald Trump. Ha tenido 3 esposas. Esta es la última. Si fuese un coche, Melania Trump sería un Jag. La quiero en la portada de Vogue, la quiero ver pasearse por la casa blanca con vestidos de diseñador, la quiero ver representando a EEUU frente a distintas ONGs. Fotos de Melania Trump bajando del Air Force One para los siglos por venir. Sería una nueva Jackie Kennedy. Un hombre que tiene a una mujer como Melania sabe quién es y hacia dónde va. 10/10.

Jeb Bush. La señora de la foto no es la criada de los Bush ni la niñera de sus hijos. No es líder de un barrio latino en Florida. Es Columba Bush, la mujer de Jeb. Fue su primera novia, la conoció en México cuando tenía 16, y con ella se casó, pero además Columba lleva más de 40 años avergonzando a su marido porque no sabe hablar inglés ni se ha molestado en aprender el idioma en los 40 años que lleva en Estados Unidos. ¿Quién quiere ver a Columba en las revistas? ¿Existe algún diseñador que quiera enviarle sus vestidos a esta señora para que desfile con ellos? No lo creo.

Ben Carson. Parecía imposible, pero hay una mujer aún más fea que Columba en estas elecciones: Candy Carson. No sólo es fea, es que el nombre es de una crueldad… ¿Candy? A su favor podemos decir que aunque es fea por fuera, no pareciera serlo por dentro: es cristiana, americana, habla inglés, se graduó de Yale y tiene 3 carreras. A diferencia de Columba, ninguno de sus hijos estuvo preso. Lamentablemente este análisis es exclusivamente estético y ninguna de sus cualidades interiores puede salvar a Candy de nuestros prejuicios.

Carly Fiorina. Aquí podemos juzgarla a ella por aspecto (es mujer) pero también podríamos juzgar el carácter aparente de su marido. Un hombre en un segundo plano. Aplastado por su mujer. Un hombre de aspecto pusilánime, el cheerleader de ella. A su ¿favor? Posiblemente el marido de Fiorina sea una Primera Dama más femenina que Columba Bush o que Candy Carson.

Después de analizar los resultados de esta primera prueba del vino, alguno dirá que Melania está con Donald por su dinero y por lo tanto, no es una comparación válida. En lo personal creo que Melania debe estar enamorada de su marido, que además de tener dinero es un hombre de verdad: dominante, carismático, un líder que siempre consigue lo que quiere. Pero aún si Melania estuviera con Trump por el dinero, cabría preguntarse ¿por qué Jeb Bush no está con una mujer del calibre de Melania?

Jeb Bush proviene de una de las familias más importantes de América: generaciones de banqueros, políticos, y empresarios. Su padre fue el Presidente de EEUU, su hermano también. Su familia tiene dinero, renombre, y poder político. Podía haber conseguido prácticamente a cualquier mujer que hubiese querido… y eligió a Columba. ¿Por qué? Quizás porque su ego está en tan malas condiciones que solamente pudo sentirse como un hombre eligiendo a una mujer que estaba claramente por debajo de él en todo sentido: fea, extranjera, enana, incapaz de hablar el idioma. Puede ser que solamente se sintiera como un hombre junto a ella.

La conclusión de esta prueba es la siguiente: de todas las posibles primeras damas, las tres mujeres de Trump harían un mejor papel que cualquiera de las otras opciones. Todos preferimos ver a Ivana, a Marla Maples, o a Melania que a cualquiera de las otras, en la Casa Blanca, y digo “todos preferimos” porque aunque no vivas en Estados Unidos todos veremos a estas mujeres en fotos durante años. Si Trump pudo estar con tres mujeres que representan bien ese papel es porque a diferencia de los otros candidatos sabe jugar. Es el único candidato alfa de todos los que se están presentando. Ben Carson es un hombre de temperamento suave y palabras dulces. Quizás es buen compañero, no me cabe duda de que es un buen padre, pero ¿queremos un líder así? Jeb Bush es un omega, un hombre perpetuamente subordinado a la voluntad de otros, débil y que constantemente busca la aprobación de quienes lo rodean. No tiene alma de líder. Fiorina es una mujer. La única opción verdadera es Trump.

Bonus track: en este vídeo podemos ver un intercambio maravilloso que ocurrió entre Trump y Jeb en el debate de pre-candidatos republicanos de la CNN. Después de haber sido atacado durante todo el evento, Jeb le hace una broma a Trump: “ves, ¿Donald? sí soy energético”. Trump se ríe y le ofrece un low-five. Jeb, emocionado, le choca la mano. Segundos después, Trump hace un chiste al público, y Jeb, omega como es, no puede contener la emoción de haber obtenido la aprobación de Trump y le ríe la gracia “that’s a good one!”

Después de dos períodos con la Señorita Obama de presidente, América necesita a un líder fuerte, a un líder natural en la Casa Blanca. El único es Trump.