En el instituto estaba convencida de que quería estudiar biología. Me imaginaba con una bata blanca en un laboratorio secuenciando el código genético. Así que cuando me tocó decidir qué carrera estudiar, eso fue lo que elegí.
Me fue bien. Tenía buenas notas. Hice muchos amigos. En el segundo año de la carrera empezaban las materias prácticas y aunque quise ignorarlo, la verdad es que no me gustó trabajar en el laboratorio. La biología me gustaba como teoría pero no necesariamente me gustaba aplicarla. Así que dejé la carrera.
Mi padre se enfadó. Lo que le molestó fue la idea de que yo estuviera “perdiendo el tiempo”. Para él el problema era que “perdí” un año estudiando una carrera que no quería, y tendría que “perder otro año más” aplicando a otra carrera por darme cuenta tarde. Para él eso significaba que estaba “dos años atrasada”.
No era la primera vez que escuchaba a alguien referirse a la vida de esa manera. Tengo una amiga que tiene 35 años y no se ha casado. El matrimonio es su tema de conversación favorito. Cada vez que la veo me dice lo mismo: que las mujeres tienen que casarse jóvenes porque es cuando pueden elegir con quién hacerlo. Que a medida que la mujer envejece los hombres “buenos” de su edad ya se han casado y los solteros “que quedan” no están interesados en salir con mujeres de su edad. Que los hombres mayores buscan mujeres más jóvenes que ellos. Para ella la vida es una especie de carrera, hay que ser veloz y ocupar los mejores puestos antes de que te los quiten.
Ambos, tanto mi padre como mi amiga, ven la vida como un proyecto que se planifica y se ejecuta. Lo que está detrás de esa idea es una visión particular del tiempo. La manera en la que creemos que el tiempo ordena la realidad. En nuestra cultura el tiempo es como una línea recta, lo entendemos como una línea del tiempo que tiene un pasado, un presente, y un futuro. Las cosas que ocurren son el resultado de una relación de causas y efectos.
En nuestra visión de tiempo lineal, el tiempo fluye en una sola dirección. El pasado es diferente del futuro y todo lo que hagas hoy tendrá un efecto en el mañana. Por lo tanto cada uno de nosotros es el actor principal de su vida y también su arquitecto porque con cada acción determina el resultado. Para el hombre occidental el destino no existe, en cambio existe la idea del libre albedrío.
No siempre entendimos el tiempo de esta forma. En el pasado el hombre estaba inmerso en la naturaleza, formaba parte de ella y dependía de su ritmo para sobrevivir. El hombre vivía de la recolección, de la caza, de la pesca, de la siembra, y de la cría. Algunas civilizaciones dependían del mar, otras de la tierra, pero todas necesitaban entender el tiempo de la naturaleza para poder sobrevivir.
El hombre antiguo observaba la tierra y aprendió a contar el tiempo en ciclos. Los períodos de fertilidad y abundancia se alternaban con los de infertilidad y sequía. Formaban un ciclo que coincidía con el ciclo del clima, con las estaciones. El mar también tenía su ciclo. Las mareas altas y las bajas se alternaban en una secuencia. Las estrellas aparecían y desaparecían en el firmamento en ciclos. La Luna crecía y menguaba, hasta las mujeres formaban parte de ese ciclo natural de la fertilidad en el que el mundo se destruye y se renueva.
Así que el hombre antiguo construyó su idea del tiempo a partir de los ciclos naturales. Creía que los eventos de la vida de los hombres, al igual que los de la naturaleza, tenían un ritmo, un patrón cíclico que se repetía una y otra vez. El tiempo del hombre primitivo era una rueda que giraba y sobre esa rueda las vidas de los hombres ejecutaban una y otra vez el mismo baile.
Del tiempo cíclico nace la idea del destino. Si el tiempo es una rueda que gira y lo que ocurre hoy es una repetición de algo que ha ocurrido mil veces en el pasado, y que seguirá ocurriendo de la misma forma en el futuro, entonces no hay mucho que una persona pueda hacer para cambiar el rumbo de las cosas.
Casi todas las culturas diferentes de la Occidental conservan esta forma de entender el tiempo. Los nativos americanos conciben el tiempo de forma circular y encuentran absurdo nuestro afán por medirlo, dividirlo y cuantificarlo. Los nativos americanos que viven de acuerdo con sus tradiciones rechazan la idea del reloj.
Los hindúes creen que el mundo es un ciclo de creación y destrucción. Creen que las almas reencarnan en nuevos cuerpos. Creen que la respiración es una expresión de ese ciclo eterno: con cada inhalación creas, con cada exhalación destruyes. Para los hindúes el tiempo es en sí mismo una deidad llamada Kalachakra que lo conoce todo, y su naturaleza está representada en la mandala, esa figura de círculos concéntricos.
La mandala no es la única representación del tiempo cíclico. Los calendarios de casi todas las culturas antiguas tenían forma de disco precisamente porque representaban esa idea del tiempo. El calendario maya es así, las mandalas son así, el símbolo budista del timón también es circular, pero quizás la más famosa sea la figura del ouroboros, esa serpiente que se muerde su propia cola.
El cambio de ese modelo de tiempo al nuestro fue producto del cristianismo. El judaísmo introdujo la idea de la creación. El mundo no había existido siempre, sino que fue creado, tuvo un único e inequívoco principio, que es el punto en el que comienza su historia y también el tiempo. Pero el cambio radical llegó con la figura de Cristo. Hasta entonces los dioses vivían separados del hombre, y tenían un tiempo propio que en nada se parecía al tiempo de los humanos.
Pero con Cristo fue Dios mismo quién se encarnó en un hombre. Dios nació, vivió, y murió como un hombre. Por primera vez la línea del tiempo de los hombres y la línea del tiempo divino se cruzaron y eso cambió por completo la idea que teníamos del tiempo.
A partir de Cristo existe un pasado (antes de Cristo) un presente (después de Cristo) y un futuro en forma de promesa (la segunda venida de Cristo). El tiempo pasó a ser una especie de flecha, una línea ascendente que se atravesaba en una sola dirección.
San Agustín escribió La Ciudad de Dios. En esa obra habla acerca de dos ciudades: el Reino de la Tierra, y el Reino de los Cielos que es el eterno destino de la sociedad cristiana, y en el que se encuentran todas las bendiciones y la felicidad divina. Para San Agustín el cristiano debía tener un objetivo en el mundo concreto: construir la Ciudad de Dios en la tierra a través de las enseñanzas del cristianismo para pertenecer al Reino de Dios en los cielos. San Agustin trazaba una línea hacia el futuro, ofrecía emprender un proyecto en el presente para alcanzar esa promesa de felicidad eterna.
Esa idea se llama proyecto histórico y aunque San Agustín fue el primero, en nuestra vida moderna tenemos el mismo mecanismo pero en una presentación secular. El comunismo, por ejemplo, también es un proyecto histórico. Existe la sociedad actual y la sociedad sin clases. El comunismo traza una línea hacia esa ciudad sin clases del futuro, y ofrece un proyecto en el presente para alcanzar esa promesa.
Nuestras vidas individuales también son un reflejo del proyecto histórico. El guión de la vida y todos los planes que hacemos se parecen a lo que planteó San Agustín. Estamos acostumbrados a imaginar un futuro maravilloso, a trazarnos una línea recta que va desde el presente hasta ese mundo que imaginamos, y después nos convencemos de que es solo cuestión de emprender un proyecto que lo convierta en realidad para vivir felices por siempre.
Esa es la base del guión de la vida, de nuestro modelo moderno. La escuela es un proyecto histórico: el futuro es esa vida maravillosa con un empleo seguro y una familia, sólo tienes que emprender este proyecto educativo en el presente para poder llegar hasta allí.
Es lo que está detrás de la idea del empleo: en el futuro podrás escalar dentro de la empresa, obtener un buen puesto de trabajo que sea lucrativo, podrás jubilarte con beneficios y no tendrás que trabajar más. Tu futuro será maravilloso, sólo tienes que emprender este proyecto en el presente. El empleo es un proyecto histórico.
Las hipotecas son proyectos históricos. Si obtienes esta hipoteca en el presente con estos intereses concretos en el mundo del ahora, en un futuro serás el dueño de tu propia casa, no tendrás que pagar más por tu vivienda, además se revalorizará y si algún día decides venderla no sólo vas a recuperar el dinero que has estado pagando todo este tiempo sino que además seguramente podrás venderla más cara de lo que te costó.
Casi todos los espejismos de la vida moderna, sus estructuras obsoletas, están basadas en una forma de entender el tiempo que no es consciente pero que lo baña todo: todo lo que hacemos, lo que sentimos, nuestras decisiones y nuestros planes están relacionadas con nuestra visión del tiempo lineal.
Ahora bien, da igual cuál es la realidad con respecto al tiempo. No importa cuál de las dos visiones es la más acertada desde el punto de vista científico, no es a eso a lo que me refiero. Da igual. Lo que importa es entender cuál es nuestra visión interior del tiempo, la que usamos para vivir, y cómo esa visión afecta todo lo que hacemos en nuestra vida. Muchas de nuestras frustraciones y deseos nacen de allí.
A diferencia del tiempo lineal, el tiempo circular es más benigno. En ese modelo el tiempo no comienza ni termina, solo fluye. En lugar de entender el tiempo como una línea, un segmento con un principio y un final, el tiempo circular lo entiende como un ciclo lleno de principios y finales que se repiten una y otra vez.
El sentido de la vida cambia si te trasladas a un modelo como este. El hombre que entiende el tiempo como un círculo no se plantea que lo que ocurre en su vida depende exclusivamente de sus decisiones, no se ve a sí mismo como un arquitecto de su futuro. No está obsesionado con el paso del tiempo y no considera que planificar más allá de lo inmediato es una actividad crucial.
De la misma manera, en el tiempo circular, el tiempo no es algo que se puede perder. El tiempo es abundante y nunca se termina. Simplemente está ahí, fluyendo constantemente, todo lo que tiene que ocurrir en la vida va a ocurrir en su momento sin necesidad de forzar artificialmente las cosas.
En el modelo circular el error no es garrafal. Un sólo error no anula tus futuras posibilidades, solo es parte de la vida. En el tiempo cíclico la vida es una secuencia de principios y finales, y no importa cuántos errores cometas siempre habrá un nuevo principio que traerá consigo la oportunidad de volver a empezar.
Si el tiempo es una rueda la vida no se entiende como algo que tiene un resultado. La vida no es una carrera. No es algo que debes ganar. La vida no se entiende como un triunfo o una derrota, sino como algo que simplemente es.
Pero eso no quiere decir que el modelo circular del tiempo no tiene puntos débiles. Para algunos creer en la idea del destino, así sea una idea de destino suave puede ser aterrador. Nietzsche decía que si te encuentras con un genio y ese genio te lleva aparte y te explica que después de la muerte lo que ocurre es que tu vida vuelve a empezar y debes vivirla exactamente igual, repetir las mismas acciones una y otra vez hasta el final de los tiempos, entonces sería muy difícil no morirse de asco.
El mito del castigo de Sísifo es un ejemplo de ese terror al destino cíclico del que hablaba Nietzsche. Sísifo quiso burlar a Hades y recibió un castigo eterno. Todos los días empujaba una enorme roca hasta la cima de una montaña, pero al llegar hasta ahí, la roca se deslizaba y rodaba hasta el pie de la montaña. Cada día Sísifo tenía que volver a empezar.
Para el hombre antiguo la única manera de aceptar el tiempo cíclico era rendirse ante él. Para poder vivir tenía que aprender a celebrar su propio destino que es al mismo tiempo su propia vida. Tenía que celebrarlo todo: lo bueno y lo malo. En latin hay una palabra para esa idea, se llama “Amor Fati” y significa “amor hacia el propio destino”. Amor Fati significa aceptar la vida con sus errores, con sus partes felices y sus partes amargas.
Amor Fati no es la idea de la tolerancia hacia el destino. Cuando hablamos de tolerancia lo que queremos decir es que hay algo malo, algo que no nos gusta, pero que debemos vivir con el disgusto, tenemos que “tolerarlo”. Amor Fati es aceptación. Es regocijarse en la vida con todo lo que en ella es necesario, incluyendo lo malo. Es aprender a amar lo que la vida te otorga. Aprender a no resistirse a lo que nos disgusta, no declararle la guerra a la aflicción ni al error. Se parece un poco a la idea de “no hay mal que por bien no venga” pero la trasciende.
La fórmula del Amor Fati es la siguiente: aprender a no querer cambiar nada. A no querer que nada sea distinto. Ni en el futuro ni en el pasado, ni en ningún punto de la eternidad. No es simplemente aguantar lo que no te gusta porque es necesario y mucho menos ocultar lo que te disgusta. Todos los idealismos son, al final del día, una forma de mentirnos a nosotros mismos para aceptar aquello que no podemos cambiar. Amor Fati no es recibir al mundo con idealismo, sino recibirlo con amor.
El tiempo circular y el Amor Fati te enseñan a aceptarte como eres, a vivir en el presente, y a celebrar cada cosa que la vida te ofrece sin pensar en el pasado ni pensar en el futuro, sin aprenderte de memoria un guión que alguien más inventó, sin atormentarte por el orden de la secuencia o el tiempo que inviertes en cada etapa. Es una manera de disfrutar la vida y de dejar a un lado todas las cosas que nos agobian.
El modelo del tiempo es sólo un fragmento del libro de La Vida Simple un libro que trata acerca de la crisis, los esquemas obsoletos, y cómo podemos plantearnos la vida de otra manera. El libro cuesta 15 euros, ha vendido más de 30 mil copias, si quieres saber más sobre él puedes leer el FAQ. O también puedes comprarlo directamente en paypal pulsando sobre este enlace.
En unas horas empiezan las elecciones en Estados Unidos lo que significa que a lo largo de esta semana en Washington ha ido aterrizando un grupo de periodistas. Se bajan del avión, responden con dificultad las preguntas del funcionario de inmigración, cogen sus maletas y se registran en el hotel. A lo largo de la semana interpretarán lo mejor que pueden lo que creen ver en el televisor, entrevistarán a un par de personas por la calle, preferiblemente latinos que hablen español, y después con total libertad creativa hilarán la fábula y la presentarán a sus respectivos jefes.
Los jefes, editores de periódico de mediana edad que tampoco hablan inglés ni entienden de política americana (mucho menos historia), decidirán qué es y qué no es relevante, cambiarán uno que otro titular, se enterarán de un par de cosas que desconocían, y darán luz verde a la nota.
Mientras tanto en casa leemos con avidez todo lo que se publica buscando ese párrafo mágico que nos permita auto-congratularnos de que el estado de bienestar europeo es mejor que el sistema americano. Ese que indica que aunque España está en crisis, nuestro sistema social es anhelado por todos e imitado por los más poderosos. Habiéndolo encontrado lo llevamos a twitter y obtenemos diez retweets.
Así es como los periodistas fabrican una mitología de la política americana que poco tiene que ver con la realidad. No sólo se inventan datos, no, las distorsiones lo bañan todo: se inventan personalidades, intrigas que no existen, se le da la vuelta a la tortilla y todos participan, funciona de la misma manera en que funcionaba la mitología griega.
Para España Obamacare es un sistema de seguridad social universal y gratuito como el español, en el que cualquier americano puede entrar por la puerta de un hospital y ser atendido sin más. He llegado a escuchar, a leer, que Obama está “europeizando” América, y ante algo como eso los americanos no caben de gozo, están felices.
A veces intento hacer el bien. Me encuentro con estas fábulas en twitter o en algún periódico y busco explicar en twitter por qué no son ciertas estas ideas. Sin embargo esas explicaciones parecen enfurecer a la gente: no quieren enterarse de lo que ocurre en la realidad, quieren vivir en esa fantasía porque es más cómodo y más fácil: porque es posible tomar postura en el debate y quedar bien sin esforzarse.
Para hablar sobre política de un país hay que estudiarlo, hablar el idioma, entender su historia, y vivir allí. No es suficiente con venir 10 días cuando hay elecciones, ignorar la realidad, y después escribir lo que el público quiere escuchar.
Es tan predecible su postura que uno sabe lo que van a decir antes de que lo digan: si el periodista es de La Razón, ABC o Intereconomía dirá que Romney es un héroe que viene a salvar la economía y que Obama es malo porque dijo que Estados Unidos no quiere ser como España. Si escribe para El País o para Público entonces Obama es fantástico porque europeíza y Romney es un mormón que evade impuestos.
Por esa razón quise escribir este artículo enfocándome en los mitos que he escuchado, con explicaciones llanas e interpretaciones sobrias, de parte mía: una persona que ha pasado la mitad de su vida en Estados Unidos y por lo tanto no necesita interpretar el inglés, una persona que no defiende el interés de nadie, que dices las cosas sin pelos en la lengua.
No soy el tipo de persona que vota por un partido. Soy una swing voter. No soy republicana ni soy demócrata. Voto por el candidato y no por el partido, porque estoy en medio y porque es la única forma inteligente de hacer las cosas.
OBAMACARE
Uno de los principales puntos en los que España se confunde es este. Estados Unidos jamás ha tenido un sistema de salud público como el Europeo. El sistema de salud americano es privado y por lo tanto es caro. Una consulta con un médico puede costarte entre $60 y $240 dependiendo del estado y del médico que elijas, pero vamos a asumir que el costo es de $100 para facilitarnos la vida en los ejemplos que voy a poner aquí.
Cada quién puede optar por pagar un seguro de salud entre todos los planes que hay. Algunos lo cubren todo, otros cubren solamente emergencias, hay toda clase de planes y dependiendo del que eliges pagas una prima (pago mensual) diferente. El seguro te cubre la mayoría de los gastos pero siempre queda una parte que debes pagar tú. Si tienes un seguro en lugar de pagar $100 por una consulta médica pagas solamente $10 y el seguro se encarga del resto.
La mayoría de los empleados americanos están asegurados. Obtienen un seguro de salud como parte del paquete de beneficios que le ofrece la empresa para la que trabajan. La empresa compra un seguro grupal que es más barato que un seguro individual y muchas veces la compañía paga una parte de la prima de cada trabajador. Las empresas hacen esto porque ofrecer este tipo de beneficios los hace más competitivos: los mejores trabajadores desean trabajar para ellos y a cambio del seguro les ofrecen fidelidad.
Los ancianos (mayores de 65) y la gente con discapacidades puede optar por un seguro de salud del Estado llamado Medicare. Para calificar necesitas haber trabajado cotizando durante 10 años o más. Medicare tiene límites y para obtener todos los beneficios tienes que pagar una prima de alrededor de $100 mensuales.
El costo de las primas varía dependiendo de los planes, del estado en el que estás, de la cantidad de miembros que tiene la familia, y de las enfermedades que hayas tenido previamente, pero en 2010 una familia americana media pagaba $13.770 cada año, o sea, más de mil dólares al mes.
Pero tener un seguro de salud no era obligatorio. Mucha gente prefería no tenerlo porque según algunos estudios la gente que paga un seguro médico gasta más del doble en salud a lo largo de su vida que una persona que no tiene seguro, aún cuando quienes no lo tienen deben pagar sumas muy altas si se enferman o tienen un accidente.
Ahora bien, aquí entra el Obamacare y la confusión. Obamacare no es la panacea. No es un sistema europeo. Ni siquiera es mejor que el sistema que había en Estados Unidos antes de la ley. Es más, la misma gente que hoy en día alaba Obamacare en la tele y en los periódicos sin saber de lo que están hablando es la que se volvería loca si mañana implementasen algo como Obamacare en España.
Obamacare es complicadísimo pero en líneas generales esto es lo que plantea:
1) Las aseguradoras deben asegurar a todo el mundo por igual (pagando) sin tomar en cuenta las enfermedades anteriores, la edad, o el género del paciente.
2) Es obligatorio para todos los americanos tener un seguro de salud (de pago), y si no cumplen con esta ley deben pagar un impuesto extra al gobierno, una multa cada mes.
Como resultado ocurre lo siguiente: las aseguradoras deben asumir riesgos altos que no pueden cobrar, por lo tanto en lugar de cobrarle más a los pacientes de alto riesgo, han decidido aumentar la prima de riesgo PARA TODOS. Eso implica que una persona joven y saludable debe pagar más cada mes para subsidiarle el seguro a una persona enferma.
Dado que todo el mundo actúa de acuerdo con incentivos, la gente joven dejaría de pagar el seguro médico cuando el costo del seguro sea superior a los beneficios que reciben (al riesgo que corren sin seguro). Pero ahí entra la ley: es ilegal no tener seguro, por lo tanto el gobierno te cobra una multa.
Gracias a Obamacare la prima anual de los seguros de la familia americana media aumentó casi 2 mil dólares en estos dos años desde que se aprobó la ley. Antes costaba $13.770, hoy el mismo seguro cuesta $15.073 y seguirá aumentando. Las aseguradoras han decidido hacerlo de forma progresiva hasta el 2014 que es cuando entraría en vigencia el sistema de multas para quienes no tienen seguro.
Gracias a Obamacare la gente que no quiere tener un seguro médico porque no lo considera útil o necesario debe elegir entre pagar una multa al gobierno o comprar un seguro de salud que no quiere.
Para facilitarle a todo el mundo el proceso, se pondrá en marcha un nuevo sistema de préstamos bancarios para pagar el seguro de salud. Tomando en cuenta que el americano medio ya debe al banco unos diez mil dólares en crédito o préstamos (entre la hipoteca, las tarjetas de crédito, los préstamos para pagar los estudios universitarios), esto es algo que complica aún más la situación económica de un país que está atravesando una recesión.
Por estas razones el americano medio desprecia el Obamacare. El republicano lo desprecia porque limita sus libertades y porque Obama pasó la reforma en el congreso sin un sólo voto republicano. El demócrata lo desprecia porque se quedó a la mitad: en lugar de ofrecer un seguro de salud completo como el europeo, pasó una reforma tibia y contraproducente y por lo tanto su presupuesto de salud es 2 mil dólares más caro. El swing voter lo desprecia por todas las anteriores.
Obamacare no es un seguro gratuito como en España. Imagínate que en lugar de un euro por receta que es por lo que ahora en España están tan asustados, tuvieras que pagar $15.073 al año para cubrir a tu familia. Ahora imagina que es obligatorio y ahora vuelve a mirar a la cara al que te dice que Obama quiere europeizar el sistema de salud en Estados Unidos con el Obamacare.
ROMNEY Y EL ABORTO
Romney sufre de un mal de los políticos, el de la ambigüedad moral. Eso es lo que le critica la mayoría de sus detractores y es cierto: en los temas sociales ha cambiado de opinión tantas veces a lo largo de su carrera que es difícil saber en qué punto del espectro se encuentra. El tema sobre el que ha cambiado de opinión con más frecuencia es el aborto y eso es un punto importante porque Romney no goza de popularidad entre las mujeres.
Hasta ahí llega el análisis de los medios españoles, no profundizan en las razones de por qué Romney se comporta de esa manera, y lo más importante: no explican de qué manera puede afectar su postura la vida del americano medio. La cosa va así:
En 2002 durante su campaña para ser el gobernador de Massachusetts Romney era pro-choice. Defendía y protegía el derecho de la mujer a elegir. Años después cambió de opinión. En su campaña para ganar las primarias dentro del partido republicano, se proclamó pro-life y añadió que el aborto era moralmente reprobable. Una vez ganadas las elecciones primarias volvió a cambiar de opinión desde entonces y hasta ahora Romney considera que la posibilidad de abortar debe existir cuando el embarazo es producto de una violación, del incesto o cuando pone en riesgo la salud de la madre.
La razón de este contorsionismo moral no es que Romney esté tan preocupado por el tema del aborto que le dedica incontables horas de estudio al tema. Es simplemente un artilugio para ganar votos: Romney cambia de opinión para ajustarse a la opinión de sus electores.
Massachusetts lo eligió a él, un republicano, como gobernador a pesar de que es un estado fuertemente demócrata. Romney sabía que tenía mucho que perder en esas elecciones si hablaba en contra del aborto así que ajustó su discurso en consecuencia. Romney gobernó Massachussetts como un republicano de inclinaciones libertarias: conservador en lo económico y liberal en lo social.
Años después, cuando quería posicionarse dentro del partido republicano como un posible candidato a la presidencia sus asesores le recomendaron que descartara su postura libertaria. Al igual que los productos en el estante del supermercado, le recomendaron que cambiara el envase, que fuese más radical, que se “posicionara” como un republicano conservador en todo el sentido de la palabra. Romney quería ganar las elecciones primarias dentro de su partido así que se proclamó pro-life.
Pero cuando su público es todo el país tiene que suavizar el discurso. Necesita una opinión que sea aceptada por la mayor parte del espectro político. Cuanto más flexible sea su postura más votos podría obtener. Así que el Romney que está optando a la presidencia ni acepta ni rechaza la idea del aborto: está en medio, y por eso ofrece la posibilidad de abortar si es producto de una violación, del incesto, o si pone en peligro la vida de la madre.
Para algunos esto hace de Romney un hipócrita, una persona de la que no te puedes fiar. Pero hay dos cosas en este análisis que hay que comprender. La primera es la postura personal de un candidato no tiene por qué coincidir con la postura que adopta como político. Su postura como político será honesta siempre y cuando la mantenga una vez que gane las elecciones. Cuando Romney prometió al estado de Massachusetts defender el derecho al aborto, cumplió con su postura política como gobernador, así que es probable que haga lo mismo en esta oportunidad independientemente de lo que le haya prometido a los republicanos durante su candidatura en las primarias.
Ahora bien, eso no es suficiente para la mayoría de las mujeres, en especial las que consideramos que las libertades civiles son una prioridad. Para mí la decisión de abortar le pertenece a la mujer porque en ella está el útero y si quiere abortar lo hará sea legal o no. Esa una realidad que tiene poco que ver con la moral, con si es bonito o no, si es correcto o no. Es una realidad que existe, es observable, y por lo tanto hay que defender que se respete el derecho a hacerlo de manera segura sin restricciones ni límites.
Lo que no dicen en España es que aunque Romney tuviese una agenda secreta para eliminar el derecho al aborto, NO PUEDE HACERLO. El aborto fue una decisión del Tribunal Supremo de Justicia, se decidió en el caso de Roe Vs. Wade, y dado que el derecho americano es consuetudinario, no hay nada que el presidente o que el congreso pueda hacer para cambiarlo. Sólo el Tribunal Supremo de Justicia puede anular sus propias decisiones.
Bush es un republicano neoconservador de posiciones fuertes, está en contra del aborto, y en los 8 años que fue presidente no anuló Roe Vs Wade. No es una prioridad real para nadie eliminar el aborto, no cuando hay temas más apremiantes como la seguridad nacional o la recesión económica.
El tema del aborto hay que entenderlo sin histeria y como un problema del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). El cargo de juez del TSJ es un cargo vitalicio, y cuando un juez se retira el encargado de nombrar a un nuevo juez es el presidente. Después el senado vota si está a favor o no de la elección que hizo el presidente.
En teoría los jueces deben ser imparciales pero casi ninguno lo es. Durante el mandato de Bush se retiraron dos jueces, uno conservador y el otro demócrata. El conservador estaba en contra de Roe Vs Wade y el demócrata a favor. Bush los reemplazó por los jueces Scalia y Alito: dos conservadores que están en contra del aborto. Durante su primer gobierno Obama apuntó a la juez latina Sonia Sotomayor que votaría a favor.
En este momento de los nueve jueces cuatro se inclinan hacia los republicanos, cuatro hacia los demócratas y uno de ellos es neutral. Pero durante los próximos años dos o tres de ellos podrían retirarse y quien quiera que sea presidente en ese momento será el encargado de reemplazarlos.
Si gana Romney seguramente apuntará jueces republicanos y entonces se podría dar el caso de una anulación de Roe Vs Wade. Es improbable, pero es un escenario posible. Ahora, si se anulara eso no significa que el aborto estaría prohibido en Estados Unidos. Eso sólo significa que cada estado podría decidir si desea o no permitirlo. Estados fuertemente demócratas como Nueva York o California seguirían permitiéndolo y estados conservadores como Texas lo prohibirían.
Lo que quiero decir con esto es que aunque el tema del aborto es muy importante, es poco lo que Romney puede hacer para prohibirlo. En términos realistas es muy poco probable que Roe Vs Wade se anule independientemente de lo que desee hacer el presidente de turno. Con esto no quiero decir que la opinión de un candidato no es importante, sino que si quieres votar por el candidato que traerá un mayor bienestar tienes que saber evaluar la importancia de cada tema en lo práctico: qué puede y qué no puede hacer el presidente, en lugar de qué le gustaría o no hacer.
Este es un punto en el que Obama y Romney difieren. Obama ha hecho un buen trabajo con respecto a los derechos civiles. En 2009 aprobó la ley de “Equal Rights for Equal Work” (Lilly Ledbetter Fair Pay Act) que permite sin importar cuánto tiempo transcurra que una mujer demande a la compañía para la que trabaja si descubre que le pagan menos que a un hombre que ocupa el mismo cargo simplemente por ser mujer. También revocó el “Don’t Ask Don’t Tell”, una ley que prohibía a la gente que es abiertamente gay servir en el ejército. Son dos de sus logros más importantes en cuanto a lo social.
OBAMA Y LA CABEZA DE BIN LADEN
Obama se ve a sí mismo dentro de una narrativa de conciliación entre opuestos. Su padre era negro, su madre era blanca así que durante toda su vida Obama era demasiado negro para los blancos y demasiado blanco para los negros. En la universidad Obama fue el primer presidente negro del periódico Harvard Law Review y lo consiguió a pesar de ser demócrata y de que la mayoría de sus compañeros eran republicanos. Lo mismo con la presidencia. La historia es complicada y muchos episodios de su vida contribuyen con su autoimagen, pero en esencia: Obama se ve a sí mismo como un mediador, un hombre capaz de tender puentes. Por eso se consideraba un candidato “bipartisano”, y sus objetivos en política exterior eran nuevos.
Obama introdujo un cambio de estrategia en la política exterior americana. Algunos autores lo llaman “La Doctrina Obama”. Su idea era reemplazar las políticas de Bush, sustituir el poder duro (coerción, fuerza) por el poder blando (persuasión, diplomacia). Ser “el buen vecino”: buscar la amistad de todos los países, incluso aquellos con los que Estados Unidos ha tenido una relación difícil históricamente.
Para Obama las hostilidades eran el resultado de errores de ambas partes. Pensaba que esas relaciones difíciles se podían mejorar si se cambiaba el enfoque, si en lugar de tener relaciones verticales de poder, se trataba con el resto de las naciones de forma horizontal, como amigos. De esa manera Obama pretendía mejorar la imagen de país imperialista y sin escrúpulos que tiene Estados Unidos.
Por dar algunos ejemplos de esa política, Obama eliminó el término “Global War on Terror” (guerra global en contra del terrorismo) de Bush, en su lugar Obama habla de “identificar y dar caza a los responsables de los ataques”. Para Bush el enemigo era el fanatismo islámico. Para Obama el enemigo es Al Qaida, más concretamente sus líderes. Obama también prometió cerrar Guantánamo, se reunió con los enemigos de Estados Unidos (Fidel, Chavez, Ahmadinejad, etc) y retiró las tropas de Irak antes de tiempo.
Los gestos de Obama no lograron reivindicar la imagen de America, pero sí lograron posicionarlo en el resto del mundo como un líder humanitario. Gracias a su campaña política ganó el Nobel de la Paz el mismo año en el que fue electo, y muchos, en especial dentro de la prensa española, lo consideran una figura humanitaria, durante los primeros años de su gobierno no dudaban en compararlo con líderes como Mandela.
Pero a pesar de que las políticas de Obama pueden parecer sensatas en la práctica no han surtido efecto. Muchas de sus empresas han sido contraproducentes. Quizás el logro más importante de Obama haya sido dar muerte a Bin Laden. La muerte de Bin Laden trajo una sensación de justicia y de cierre a las víctimas del 11 de septiembre.
El hecho que mejor resume las acciones de Obama en política exterior fue la primavera árabe, puntualmente lo que ocurrió en Egipto. En la noche del primero de febrero de 2011 el que para entonces era presidente de Egipto, Hosni Mubarak, no esperó a que le tradujeran las palabras de Obama antes de responder. “No entiendes cómo funciona esta parte del mundo” le dijo y agregó: “Eres muy joven”. Mubarak acababa de dar un discurso a los manifestantes de la plaza Tahrir en el Cairo y Obama lo llamó para decirle que su mensaje no fue suficiente, que tenía que renunciar.
Minutos después Obama dio una rueda de prensa en la Casa Blanca para anunciar el final de la dictadura de 30 años de Mubarak en Egipto. “La transición debe comenzar ahora” dijo. Así eliminó de un plumazo casi tres décadas de relaciones diplomáticas con uno de sus mejores aliados en el Medio Oriente y depositó el destino de Egipto en manos de la muchedumbre del Cairo.
Fue una decisión arriesgada por parte de Obama. Con ella se opuso a los consejos de los políticos veteranos de su propio equipo, al Departamento de Estado, y al Pentágono. Durante décadas el gobierno americano había protegido sus intereses en Egipto apoyando el gobierno autocrático pero occidental de Mubarak que dirigía Egipto con leyes seculares y se oponía con vigor al fundamentalismo islámico.
El resultado: como en la mayoría de las protestas los manifestantes de Tahrir eran una minoría dentro de Egipto así que cuando la elección de un nuevo líder se sometió a decisión popular los egipcios decidieron reemplazar el gobierno secular de Mubarak por uno de corte religioso: el de Mursi, el líder de los Hermanos Musulmanes, una organización islamista de origen fundamentalista que tiene brazos políticos y otros terroristas (como Hamas).
Pero las consecuencias no terminaron ahí: en lugar de ganarse el aprecio del mundo árabe con esta medida, Obama y Estados Unidos fue una vez mas objeto de rechazo en el Medio Oriente. Sus dictadores no querían sufrir el mismo destino que Mubarak. Las manifestaciones de Egipto y Túnez se “contagiaron” al resto del mundo árabe. En Bahrein las protestas fueron aplastadas de manera violenta por el Rey Abdullah de Arabia Saudita: no quería una democracia tan cerca de casa.
Pero aunque a los dictadores árabes no les temblaba el pulso para hacer cumplir sus leyes en Oriente Medio, lo de Egipto fue un precedente de debilidad importante para Obama, en especial dentro de los grupos terroristas. Las protestas de la semana del 11 de septiembre 2011 fueron un eco de las protestas de Tahrir, pero con un objetivo distinto: el de demostrarle a Obama la fortaleza del mundo árabe. Asi asesinaron al embajador americano en Libia y atacaron varias de las embajadas.
La reacción de Obama ante esta espiral de descontrol fue inventarse una excusa. La nueva oleada de violencia no era el resultado de 4 años de una mala gestión de Obama en las relaciones con Oriente Medio. No era una respuesta a sus políticas ingenuas y débiles. Tampoco era un ataque nostálgico de conmemoración a lo que ocurrió el 11 de Septiembre, no. Había sido desencadenado por un supuesto video de Youtube que llevaba años ahí y que nadie había visto.
Todo era raro, nada tenía sentido, nadie creía en esa versión. A medida que pasaban los días iban surgiendo nuevas teorías y nuevas evidencias. Se supo, por ejemplo, que días antes del ataque el embajador en Libia pidió que le reforzaran la seguridad: tenían miedo de un ataque, y que la Casa Blanca les negó la petición. Se propagaron fotos del cadáver del embajador y de la bandera de un grupo terrorista que dejaron en la embajada. Sin embargo el gobierno se aferró a la versión del video de youtube durante dos semanas.
Finalmente, casi veinte días después, Obama se dignó a explicar lo sucedido. Corrigió su versión: no fue una protesta que se salió de control, fue un ataque terrorista. Hillary Clinton se hizo responsable por haber ignorado la petición del embajador. Sin embargo, una vez más, Obama explicó que los problemas de América con el mundo árabe son culpa de América, es que sencillamente no los entendemos.
Obama cree en la igualdad, la fraternidad, y en que la naturaleza del hombre es esencialmente buena. Pero al mismo tiempo Obama tiene poca experiencia: era un novato dentro de la política americana cuando llegó al poder, no tenía relaciones de confianza establecidas con los líderes del mundo como pueden tenerla políticos veteranos o dinastías políticas como los Kennedy, los Bush o los Clinton. No entendía la complicada dinámica de poder del Medio Oriente. Del idealismo a la ingenuidad el trecho es corto y la ingenuidad es incompatible con el poder. En política la debilidad de uno es arma del otro.
Obama dejará en herencia un Medio Oriente más inestable y peligroso del que recibió. Sus intentos por conciliar la política americana con la islámica, de negociar con los terroristas, y de disculparse por la libertad de expresión en la práctica no han traído nada positivo: la mala imagen de América sigue intacta, sus enemigos siguen siendo enemigos, y sus amigos están tras las rejas.
ROMNEY Y LA EVASIÓN DE IMPUESTOS
Se ha hablado mucho acerca de las cuentas de Romney. Así como Obama se ve a sí mismo como un conciliador, Romney fue criado con la idea de la autosuficiencia. Su familia tenía mucho dinero, pero él donó su herencia y deicidió empezar desde cero de la misma manera en que lo había hecho su padre antes que él. Claro que su apellido y su posición política (su padre había sido gobernador) le abrieron muchas puertas, pero se puede decir que los logros de Romney, en especial sus logros en lo económico son tanto producto de esas oportunidades como de su propio esfuerzo. Muchos lo describen como un adicto al trabajo.
Se graduó de administración en Harvard, entró como asesor en una empresa de asesoría financiera y poco después fundó su propia firma de inversiones: Bain Capital de la que fue director hasta 1999. A lo largo de su vida Romney ha amasado una inmensa fortuna y ha formado una familia numerosa, cinco hijos, todos hombres.
Una fortuna como la suya despierta la sospecha. Aunque Estados Unidos sea mucho más progresivo que España en ese sentido, allí también hay socialistas y católicos: la fortuna está mal vista en algunos círculos, casualmente los que más ruido hacen. Así se empezó a investigar la fortuna de Romney y su trayectoria como empresario.
Aunque Bain Capital ayudó a fundar algunas empresas prósperas como Staples y levantó otras que habían caído en bancarrota como 7-11, encontraron episodios oscuros dentro de su historia: Bain Capital compró empresas solo para cerrarlas y como consecuencia hubo despidos multitudinarios; trasladó la producción de otras de sus empresas a China, más despidos. Algunos ocurrieron mientras Romney dirigía la empresa, otros después de que dejara el puesto como director en 1999. Algunos periodistas creen de que esos despidos también fueron orquestados por Romney que siguió dirigiendo la empresa en secreto una década más.
Pero posiblemente la polémica más fuerte gira en torno a sus declaraciones de impuestos. Pidieron que enseñara las devoluciones que hacienda le hizo, pero Romney se niega a ello. Un periodista de la revista Bloomberg encontró las devoluciones de dos años: 2011 y 2012. Romney pagaba solamente el 15% de impuestos, menos de lo que paga la clase obrera.
Aunque no es éticamente correcto, se demostró que los impuestos que Romney pagaba eran perfectamente legales, que no los estaba evadiendo. Romney había aprovechado todos los trucos del manual para recortar sus impuestos y había conseguido pagar únicamente el 15% sin caer en ninguna ilegalidad.
Poco después se descubrió que una parte importante de sus cuentas está en Gran Caimán y en Suiza, paraísos fiscales. Tampoco es ilegal, pero muchos cuestionan si es éticamente correcto tener el dinero en el extranjero.
Teorías de evasiones de impuestos de Romney hay miles. Algunos sostienen que fue pastor de la iglesia mormona porque en Estados Unidos las religiones no pagan impuestos. Creían que tenía un fondo fiduciario a nombre de la iglesia, del que pagaba un pequeño porcentaje en donaciones cada mes, pero que el resto era dinero suyo que tenía guardado a nombre de la iglesia para no pagar impuestos. Es una idea divertida y hasta probable, pero imposible de demostrar.
¿Se puede culpar a Romney por trasladar la producción de algunas de sus empresas a China? No lo sé, ¿es éticamente incorrecto participar en el mercado global? Por lo menos no es ilegal. Como bien dijo Obama, dirigir una empresa no es lo mismo que dirigir un país: en uno de esos roles tu objetivo es maximizar la eficiencia, en el otro tu objetivo es el bienestar del país. ¿Le correspondía a Romney como empresario velar por el bienestar del país?
Lo que está claro es que Romney entiende cómo funciona la economía norteamericana. Trabajó como asesor y como inversor. Si tuviera que elegir una persona entre los dos candidatos para manejar mi dinero, se lo daría a Romney.
OBAMA Y LA CRISIS
El punto más débil del gobierno de Obama no es su manejo ingenuo de la política exterior, ni Obamacare. El punto más vulnerable es la economía. Obama heredó un desastre de Bush Hijo, pero en los últimos 4 años ha liderado la recuperación más lenta y desatinada de la historia de Estados Unidos.
El plan de recuperación consistía en dar rescates a los bancos, y un estímulo a las empresas, regular más al sector financiero, invertir fuertemente en la energía verde y usar ese sector como un programa de empleo para aliviar el paro. Con ese plan Obama pretendía reactivar la economía y salir de la crisis Pero las cosas nunca salen tan bien como en el plan.
Para lograrlo Obama pidió un gran préstamo a China. El déficit del presupuesto y la expansión de la deuda nacional alcanzó el nivel que tenía durante la Segunda Guerra Mundial. En cuanto a la deuda, todo el mundo manipula las cifras. Nancy Pelosi (vocera de Obama) suele darlas en porcentajes y eso engaña a simple vista porque aunque el porcentaje de la deuda haya aumentado menos durante el gobierno de Obama que durante el de Bush eso no significa que Obama ha pedido menos dinero prestado, sólo significa que la cantidad que pidió con respecto al total de la deuda americana es menor. ¿Me explico? Os voy a dar las cifras en números.
Obama heredó una deuda de $10.6 Trillones*. Para enero de 2012 la deuda era de $15.4 Trillones, la diferencia era de $4.7 Trillones, es decir, había aumentado en un 44.5%. Pero a día de hoy Obama debe $16.2 Trillones. Durante los primeros 4 años del gobierno de Obama la deuda ha aumentado más de lo que lo hizo en los 8 años de Bush.
Obama ha pedido más dinero prestado que cualquier otro presidente en la historia de Estados Unidos. Lo que esto significa, para que os hagáis una idea, es que cada familia que paga impuestos en Estados Unidos debe lo que costaría una hipoteca y una carrera en una universidad americana juntas. Obama no tiene un plan para lidiar con la deuda. Abandonó el objetivo de equilibrar el presupuesto, ahora simplemente busca estabilizar la diferencia entre la deuda y el PIB para 2016.
Cualquier persona que tenga un mínimo de sentido común sabe que no hay que preocuparse por el déficit en este momento sino por crear empleo. Es imposible crear nuevos puestos de trabajo sin reactivar la economía y es imposible reactivar la economía sin invertir fuertes cantidades de dinero en ella, y es imposible invertir fuertemente en medio de una crisis sin pedir préstamos. El déficit es inevitable, más bien es un síntoma de que se está poniendo en marcha un plan para reestablecer la economía, y una vez que la economía se recupere será momento de preocuparse por pagar la deuda.
Para evaluar la economía de un país, en especial si se quiere medir la efectividad de una recuperación, se usan 5 parámetros:
1) Crecimiento de empleo total
2) Reducción de la tasa de desempleo
3) Crecimiento del PIB per cápita
4) Cambios en el Real Dow (es el Promedio Industrial de Dow Jones dividido entre el precio del oro. Es un estándar que mide la capacidad de inversión en el crecimiento económico más allá del capital estancado en inversiones seguras como pueden ser el oro y los bonos)
5) Cambios en los activos productivos
No os voy a aburrir con los números y los porcentajes porque aunque los tengo aquí anotados frente a mí mientras escribo este artículo a nadie le gusta leer tantos números juntos. Basta con deciros que en todos los parámetros la recuperación de Obama ha sido la más lenta en la historia. Su recuperación ha sido más lenta que el estándar normal de la economía norteamericana bajo Bush hijo, Clinton, o Bush padre. Si la comparamos con otras recuperaciones como la que lideró Reagan en la recesión de los 80 nos ponemos todos a llorar.
Ahora bien, pedir un préstamo no es una garantía de que vas a salir adelante ¿Qué ocurre si el plan de Obama para reactivar la economía no funciona? ¿Qué ocurre cuando después de endeudarte fuertemente y de invertir en tu economía, tus medidas son inefectivos? fácil: tu país sigue en crisis, no creaste nuevos puestos de trabajo ni reactivaste nada, pero ahora tienes una deuda aún más pesada que le dejarás a tus hijos en herencia.
Eso es lo que está ocurriendo con Obama y dado que no propuso nada nuevo durante su campaña es probable que en los próximos 4 años la economía tampoco se recupere. Obama tiene buenas intenciones y ha hecho todo lo posible por frenar un colapso aún mayor. El rescate de los bancos de Obama funcionó, pero Obama sobreestimó el poder de su estímulo. El dinero que destinó a la energía verde fue un fracaso. Algunas de las empresas que fundó se fueron a la bancarrota, tuvieron que cerrar y despedir a todos sus empleados.
Ese fue el caso de Solyndra, una empresa que estaba desarrollando paneles solares de alto rendimiento. Obama le dio medio Billón de dólares para eso. En menos de un año el precio del silicio bajó, la empresa no pudo competir con los paneles solares tradicionales, se declaró en bancarrota y despidió a toda su plantilla.
El sector de la energía verde es inestable. A todos nos preocupa el medio ambiente y quisiéramos energías alternativas que nos permitieran cuidar de la naturaleza. Sin embargo esas tecnologías todavía no están lo suficientemente desarrolladas, no producen lo suficiente como para ser uno de los pilares de la economía. Sin una inversión constante es imposible mantenerlas como programas de empleo.
Dado que Obama invirtió con tanta fuerza en la energía renovable en detrimento del petróleo, los precios de la gasolina aumentaron considerablemente y con ellos los precios del transporte. La familia de clase media con Obama gasta $4.155 cada año solamente en gasolina, es el precio más caro que ha tenido en la historia, y si lo sumas a los $2000 extra que pagan gracias a Obamacare, las cosas se complican.
Por lo que estoy escuchando en la televisión de España y en la radio, hay dos maneras en las que los periodistas enfocan la cuestión de las elecciones norteamericanas. La primera es preguntarle a la gente de la calle, gente que no tiene ni idea de nada, cuál es su candidato favorito. La gente naturalmente elige a Obama porque es más simpático y posiblemente porque ni siquiera saben el nombre del otro candidato.
Lo otro que hacen es dar una explicación escueta, llena de frases hechas, y sin ningún tipo de ánimo crítico, de por qué es mejor para Europa que gane Obama. Dicen que Obama quiere “europeizar” Estados Unidos, que su forma de pensar se parece más a la del pueblo español, que es un buen hombre y un gran líder.
Lamentablemente la simpatía no levanta un país ni sostiene una cultura. La configuración del mundo bajo la globalización está cambiando. Este siglo será un siglo de choques de civilizaciones, de oposición entre regiones y culturas, como ya está ocurriendo entre el Oriente Medio y Occidente. Nos guste o no Estados Unidos es el líder de Occidente, es el que nos protege y el que pone orden en el mundo, y si Estados Unidos se va a la mierda Europa va a sufrir las consecuencias en carne propia.
¿Le conviene a Europa que Estados Unidos sea débil? América necesita un líder fuerte en América, pero Europa también necesita un líder fuerte en América. Lo que no necesitamos es una persona débil en la Casa Blanca. No necesitamos un idealista ingenuo con una visión romántica de Washington y del mundo, jugando con la economía americana y haciéndole reverencias a los tiranos.
No sé si el líder que necesitamos es Romney, pero estoy segura de que no es Obama.
* En inglés un Trillón equivale a un Billón en español, es decir, un millón de millones: 1.000.000.000.000 de dólares. Obama ha pedido 5.6 de esos.
Esta es una compilación de algunos comentarios que puse en twitter y que produjeron un debate interesante. Si quieres seguirme en twitter pulsa aqui: @acapulco70
Ayer hablaba con una amiga francesa que lleva más de 20 años viviendo en Estados Unidos. Me dijo que en Francia la gente se comporta exactamente igual que en España. Que viven con la mano extendida.
En Francia, igual que en España, está mal visto tener un buen coche, y si quieres disfrutar de algo costoso mejor será que lo hagas a escondidas. Como pedir una botella de vino caro en un restaurante, hay quien pide al camarero que la envuelva en papel de aluminio para que el resto de los comensales no sepa que estás bebiéndotela.
Por eso mi amiga dice que jamás volvería a Francia porque allí aplauden que Hollande haya aumentado el impuesto a los ricos al 70%. Ella considera esto un problema de mentalidad.
Ella va a votar por Romney. Dice que lo más importante en este momento es la economía y la falta de trabajos. No entiende por qué las mujeres no quieren votar por él. Dice que las mujeres hacemos del aborto un tema demasiado importante, cuando solo es un detalle.
Yo, que soy pro-choice y partidaria de todo aquello que implique respetar la libertad ajena, me sentí intrigada por su argumento y le pregunté qué quería decir con que el aborto es un detalle.
Me soltó el típico sermón de todo conservador. Que sólo debería hacerse cuando el embarazo es producto de una violación, o cuando la vida del feto está en peligro, pero que no debería ser accesible a todo el mundo.
La misma persona que minutos antes se quejaba de los límites impuestos a la libertad individual por la mentalidad de la izquierda europea apoya causas que limitan la libertad en la vida privada de los demás. ¿No es igual de absurdo que limitar la libertad de los ricos y exigiéndoles que den más que limitar la de las mujeres exigiendo que se les prohiba el aborto?
Es igual de absurdo pedir que se le aumenten los impuestos a los ricos porque te parece que es “lo justo” aunque no te beneficie que pedirle al Estado que legisle sobre el útero de las otras mujeres o sobre quién puede casarse y quién no. Son todas violaciones a la vida privada, a los únicos dos derechos que tenemos: libertad y propiedad.
Yo no quiero que el gobierno se meta en la vida de la gente, ni en sus finanzas ni en sus decisiones. Lo que para ti es una “más justa distribución de la riqueza” es en realidad una imposición sobre la propiedad de otros.
Si quieres más oportunidades trabaja por ellas, pelea y lucha, como lo hicieron los antepasados de aquellos a quienes llamas ricos. ¿Por qué crees que un rico le debe más que tú a la sociedad? ¿Por qué un rico TE DEBE algo a ti?
La igualdad de oportunidades no garantiza nada. Ante el mismo escenario dos personas hacen cosas completamente diferentes.
Si tres personas no tienen nada y les das una naranja a cada una, lo que hace con ella es un problema de mentalidad. Dale una naranja a un pobre y se la come. Dale una naranja a uno de clase media y dividirá los gajos entre los meses del año para ahorrar. Dale una naranja a un rico: le quita la piel y las semillas, te vende la pulpa más cara, siembra las semillas, y con la piel se hace un té.
La naranja es la misma pero al cabo de un año el rico tiene una planta y tú no. ¿Es justo que te de el 70% de los frutos para distribuirlos entre quienes os comisteis la vuestra?
Lo que más me sorprendió del iPhone 5 es que pesa muy poco. Apple no lo sabe aún pero eso es un defecto. Es un defecto porque hasta ahora el peso del iPhone lo diferenciaba psicológicamente del resto de los móviles. Al coger un iPhone en la mano sabías lo que era, aún sin mirar. Y psicológicamente sentías que tenías en tu mano un objeto superior, hecho de un material especial, algo único, y no un simple gadget de plástico. Un teléfono ligero puede ser mejor, pero no siempre lo mejor es lo mejor.
En tecnología es fácil saber qué es lo mejor. En igualdad de condiciones es mejor tener un disco duro de 1TB que uno de 500 GB. En igualdad de condiciones cuanto mayor sea la resolución que soporta una pantalla, mejor. Una cámara de 12 megapíxeles es mejor que una de 8 si todo lo demás es igual, y menos peso en un teléfono es mejor porque es más cómodo de usar. En esa carrera juegan los teléfonos Android, los ordenadores PC, quién ofrece más que la competencia: más capacidad, más memoria, más resolución de pantalla, un procesador más rápido. Números que se ven bien en la caja, o cuando comparas las descripciones en el mostrador.
La carrera tecnológica no tiene fin, pero nuestras necesidades sí. ¿Cuándo deja de ser importante la velocidad que alcanza un coche? ¿Es importante para ti la diferencia entre un coche que alcanza 210kmph y otro que alcanza solo 200kmph? ¿A dónde vas a ir a 210kmph? ¿A la universidad? ¿Al mercado? Hay un punto en la carrera tecnológica en el que la diferencia entre una cosa y otra es irrelevante: el usuario medio es incapaz de llenar un discoduro de 1TB, ¿para qué necesita uno de 2?
Lo que hizo que Apple sea lo que es hoy fue aprovechar eso. Hasta ahora Apple se había mantenido al margen de la carrera. En lugar de producir tecnología, que es algo replicable, ofrecía objetos. Cosas como el peso del teléfono o sus especificaciones daban igual porque no era eso lo que Apple vendía. La tecnología permanecía oculta para que fuese la experiencia lo importante. Apple jugaba en otra liga.
La diferencia de criterios entre el antiguo Apple y sus competidores es algo que se extiende a muchas otras áreas de la vida. Hace meses que no miro mis estadísticas del blog con regularidad. Ha dejado de importarme cuánta gente entra cada día aquí, cuántas visitas únicas tengo, cuántos de ellos hacen click, y cuánto tiempo pasan en mi página. Me da igual. Me da igual porque sé que no tiene mayor importancia. Es en otra liga que quiero jugar.
Si tienes una página y vives de la publicidad, bien porque te la compra un anunciante, o porque usas un sistema como adsense de Google, los números, la cantidad de visitas, lo es todo para ti. Se ven bien en la caja y el anunciante cree que eso es lo importante. Google paga por clicks aunque esos clicks no garanticen nada al anunciante.
Esa es la intención que guía el trabajo de la mayoría de las páginas. Buscan atraer el mayor número de gente cada día porque eso abulta las cifras. La mejor forma de hacerlo es tener a un montón de gente escribiendo artículos breves sobre temas de actualidad (o temas “siempre verdes” para google), producir la mayor cantidad de contenido posible al día e interconectar tu contenido para que un solo visitante haga varios clicks en tu página cada vez que entra.
En esa liga está jugando la mayor parte de las webs, al menos las de habla inglesa. Desde About.com, o ehow, hasta el Huffington Post, pasando por Gawker y Refinery29. Hasta las webs más raras e “independientes” como The Hairpin, The Awl o Thoughtcatalog funcionan así: produciendo un gran volúmen de contenido para atraer la mayor cantidad de clicks.
Generar tráfico es importante para estas páginas porque es su forma de generar dinero. Pero aunque no uses tu blog personal para eso los números de tu página tienen otra ganancia y es que también son una forma de alardear frente a los demás de la misma manera en que alardeabas del procesador de su ordenador clónico con tus amigos. Si pones uno de esos mecanismos que cuenta cuánta gente entra en tu página y todo el que entra puede verlo, tu superioridad quedará demostrada ante todos. No es muy diferente a la competencia entre móviles Android.
Si tu interés es hacer algo por tu cuenta de forma completa, como puede ser vender tus libros a tus lectores, o tu música, o lo que sea, entonces la cantidad de gente que hay en tu página da igual. Lo importante es que te sigan a ti, que les importe lo que tú tienes que decir porque popularidad no es lo mismo que influencia. Pueden llegar a ser dos conceptos opuestos.
Buscando popularidad puedes llegar a traicionarte, y perder influencia con quienes te leen. ¿De qué te sirve tener 25 mil seguidores en twitter si a ninguno de ellos le importa tu opinión y sólo quieren reirse de tus chistes? La popularidad son los números, la influencia es lo que está detrás de ellos, la confianza que tienen en ti quienes te leen. Influencia es lo que trasciende la pantalla, las teclas, internet, y transforma tu proyecto en algo importante. Aunque tener más visitas en tu página es mejor que no tenerlas, tenerlas no significa nada. No siempre lo mejor es lo mejor.
El todo es más que la suma de sus partes. Si partes de un criterio cientificista y solo valoras lo medible, no puedes ir más allá de lo aparente. Te quedas con lo obvio porque te pierdes las conexiones que son complejas e imposibles de cuantificar con las herramientas que tenemos. Es imposible medir la confianza que tienen en ti quienes te leen, pero no por eso deja de ser un valor muy real. Más que los números de tus estadísticas.
Aprender a ver más allá de lo aparente, más allá de lo medible, es algo que se extiende también a otros ámbitos. Perfeccionar tu obra es una carrera sin final, igual que la tecnología. Todo puede ser refinado, las habilidades perfeccionadas, y sin embargo llega un punto en el que debes detenerte. Al editar, por ejemplo, puedes mejorar un escrito hasta cierto punto, y cuando te pasas comienzas a dañarlo. Le robas la espontaneidad, le quitas la magia. A diferencia de la gramática, de la ortografía o del ritmo, la espontaneidad es imposible de medir, pero no significa que no está allí.
No todos los artistas son Miguel Ángel. No todos tienen ese talento. Sin embargo, muchas veces los artistas que más me interesan no son como él. No son perfectos en lo que hacen, me gustan los que tienen limitaciones. Verlos luchar contra sí mismos y aceptar su vulnerabilidad puede ser la parte más interesante de una obra de arte. Puedes medir la perfección anatómica de una figura, la profundidad, la luz y la perspectiva, pero la lucha interna del artista es imposible de medir.
Borges era incapaz de escribir diálogos. Dalí no sabía pintar. Bob Dylan no cantaba bien. Todos los artistas son como ellos, si te detienes lo suficiente puedes descubrir sus límites. Son sus límites los que le dan un estilo propio. La importancia de su obra reside en otra parte que no es la técnica y sus defectos lo subrayan. Aceptar los límites es una forma de rebeldía que te hace único. Si Fiona Apple hubiese cantado música pegajosa hubiese vendido más discos y al día de hoy nadie la recordaría.
Los límites pueden parecer defectos, pero en realidad son lo que nos contiene. Lo que nos delimita y lo que nos define. Los límites nos dan forma y nos hace únicos, es lo que nos diferencia del resto de la gente. Ser perfecto es lo mejor, pero lo mejor no siempre es lo mejor porque aquello que carece de límites es imposible de definir. Lo humano es un desvío, es un gesto, el detalle que se sale de la fórmula, un traspié, un momento de duda, todo lo que es imposible predecir y lo que no se ve bien en la caja.
Chávez es la noticia destacada en la portada de El País de hoy. Al menos en su versión digital. Digo que la noticia es Chávez, porque el artículo no tiene contenido noticioso. No es una noticia, no es una pieza informativa, es solamente una especie de perfil en el que se habla de la otra cara de Chávez, lo que ocurre tras bambalinas, específicamente de su vida sexual.
Al parecer la vida sexual de Chávez es muy importante. Más importante que Bankia, que las reformas del gobierno para persuadir al Banco Europeo, y que los disturbios en el festival de MTV Beach Madrid que dejaron más de 60 heridos. La vida sexual de Chávez es más importante, ahí está coronando la portada con su guitarra de cantautor de protesta.
En el artículo el autor habla acerca de un supuesto mito que existe alrededor de la capacidad sexual de Chávez. Relata sus aventuras con todo tipo de mujeres: fans, ministras, y hasta famosas como Naomi Campbell o Courtney Love. Al leerlo hay momentos en los que parece que está hablando de un cantante famoso, o del protagonista de Twilight, y no de un dictador.
Lo interesante es que este mito es desconocido en Venezuela. De la vida sexual de Chávez no se habla con frecuencia. Quiero decir que no es un tema importante, no es una característica que resalte en el carácter de Chávez, y si alguna vez se ha hablado de eso fue con respecto a su ex-esposa.
Pero más interesante que preguntarse si el contenido del artículo está fundamentado, hay una pregunta anterior a esa, y es la siguiente: ¿Qué hace El País, un periódico español, mitificando la vida sexual de Chávez en la portada?
En sociología existe un método para estudiar cómo los medios presentan la información a la audiencia. Se llama Teoría del encuadre o Framing Theory. Según esa teoría nuestra percepción de la realidad es una reconstrucción subjetiva de los hechos y como conocemos esos hechos a través de medios de comunicación, es la versión de los medios la que dibuja nuestra perspectiva.
El enfoque que los medios le dan a las noticias se transmite con la forma. El lenguaje, la selección de información (lo que enfatizan, lo que omiten) en prensa escrita hasta el tamaño de la letra es importante. El contexto es tan importante como el contenido.
En este caso, la noticia sobre Chávez está en la portada, destacada con un fondo gris y su foto es más grande que la del resto de las noticias. En la foto aparece un Chávez amigable, que toca la guitarra como un cantautor de protesta, amigo del pueblo, hijo de vecino.
El artículo no es relevante, y tampoco ha ocurrido nada especial en estos días que sirva como excusa para traer a la palestra su vida sexual de manera que el tratamiento de la noticia no concuerda con su importancia verdadera. El enfoque, el framing de El País, le confiere a esta noticia un halo de importancia que en realidad no tiene.
Lo curioso es que un artículo como este aparezca en un periódico de izquierda español a tres semanas de las elecciones en Venezuela. Las elecciones son el 7 de Octubre y Chávez está enfermo de cáncer con un pronóstico oscuro. Se enfrenta a un líder de la oposición joven con aspecto saludable.
Teniendo en cuenta el hecho de que Chávez está en plena campaña política y a menos de un mes de las elecciones, este artículo en El País tiene todo el aspecto de ser un espacio pagado. ¿Es posible que El País le concediera este espacio a Chávez a cambio de dinero? No lo sé, pero desde luego lo parece. Y si no es pagado es casi peor, porque entonces es estúpido.
A estas alturas si eres una persona escéptica por naturaleza debes estarte preguntando varias cosas. En primer lugar, ¿cuál puede ser el interés de Chávez en publicitar su campaña en un periódico español?, y más allá de eso, si es posible concluir, después de leer el artículo que se trata de propaganda si no se menciona su valor como candidato político.
Sí, quizás sea cierto que el artículo no menciona las elecciones (más allá del primer párrafo), su desempeño como presidente durante los últimos 14 años, o su programa de gobierno. Quizás te parezca que el artículo es neutral, y si es así no prestaste atención a los detalles.
La excusa del artículo es la vida sexual de Chávez, pero entre la parrafada te cuelan unos cuantos goles de imagen. Lo que pongo a continuación son fragmentos del artículo. Están fuera de contexto, así que si quieres leerlo en la totalidad visita el enlace que puse arriba.
Chávez quiere aparecer en los medios serios de otros países porque eso legitima su candidatura dentro y fuera de Venezuela. Ayuda a esconder su verdadera identidad de dictador detrás del halo que le ofrece el periódico de un país democrático. Dentro del país la gente que no está segura de por quién votar siente más seguridad de votar por Chávez, y fuera se le percibe como un hombre democrático y pacífico.
Otro punto interesante es el tema del artículo. Que el ángulo que escogieran sea hablar de su vida sexual. Es interesante porque es un artículo que no será percibido como propaganda por el español medio, y que sin embargo funciona frente al público sudamericano. Si crees que la vida sexual de un candidato político más que ayudarle a ganar lo perjudica, es porque estás evaluando el terreno político americano con ojos europeos.
Puede parecerte extraño que un político use su imagen sexual en la campaña porque en Europa eso no pasa. Pero hay que entender que en toda América, desde el Cabo Columbia hasta La Patagonia, la política es un juego de imagen. Un candidato no gana necesariamente por su plan de gobierno, a veces pesa más el color de su corbata que su discurso, o que su trayectoria, y por eso las campañas se basan en dejar bien parado al propio candidato o mal parado al contrincante.
En USA, terreno de juego libre, las campañas de ataque son legales. En teoría, se usan para cuestionar la integridad moral del oponente, su trayectoria, su honestidad, su transparencia, o su compromiso con la nación, pero en la práctica es un juego sucio en el que todo vale.
En este terreno la vida sexual de un candidato es un arma política. Basta con recordar la que se lió con la vida privada de Clinton y su encuentro sexual con Mónica Lewinsky. Pero ni siquiera hace falta que la vida sexual sea real, basta con imaginarse a un candidato en un plano sexual para alterar la contienda.
En el 2006, Harold Ford Jr, el primer candidato negro al senado por Tennessee, perdió en contra de su oponente por una campaña de ataque. En la propaganda vemos varias entrevistas breves a gente de la calle que habla en contra de Harold Ford. Todas las intervenciones tienen palabras rebuscadas y un tono de voz plano. Lo que resalta es la voz de una rubia que aparece dos veces. Comenta que conoció a Harold Ford en una fiesta en la mansión Playboy, que le gustó, y le ofrece su número de teléfono. Esta es la campaña:
El éxito de la campaña de ataque en contra de Harold Ford Jr es una pieza del imaginario colectivo americano. La idea de que el negro viene a quitarle las mujeres a los blancos. La supuesta vida sexual de Harold Ford Jr, lo eliminó de la contienda.
En América el tema sexual es difícil porque parte importante de la población es cristiana protestante y para ellos el tema de la familia es un valor fundamental. Si se cuestiona la sexualidad de un candidato, o su compromiso con su familia, el daño es considerable.
Pero en otras partes del mundo la imagen del “casanova” es popular. Putin. Berlusconi. En los países con estructuras familiares débiles como Venezuela, ser un “casanova” dispara tu popularidad. Un anuncio como el de Harold Ford Jr le ayudaría a ganar la contienda y un artículo como el de El País en un medio aparentemente respetable te asegura muchos votos.
Pensar que Chavez podría usar dinero del presupuesto nacional venezolano para hacer campaña en España no es descabellado si tomas en cuenta que es justamente lo que ha hecho en Sudamérica durante los últimos 15 años. Su interés no es solamente publicitarse dentro de Venezuela, sino también afuera, es ganar adeptos y poder en el terreno internacional. Es lo que hizo en Argentina con Cristina Kirchner, en Perú con Ollanta Humala, en Ecuador con Rafael Correa, hasta lo intentó en México en las últimas elecciones con AMLO.
Mientras que en Europa sería impensable que un candidato político pagase a un periódico para que hablase bien de él, (y en caso de que ocurriese algo así la gente se echaría las manos a la cabeza). En Sudamérica, en cambio, al aceptar el cargo un presidente obtiene automáticamente acceso ilimitado al presupuesto nacional y puede hacer con él lo que le plazca, eso incluye campaña política internacional en periódicos, revistas, cine y televisión siempre que se dejen comprar, no es legal, pero se hace.
Hasta ahora esos presidentes habían limitado su terreno de juego a Sudamérica, territorio de corrupción donde todo vale. Pero si un político de Sudamérica ofrece dinero a un periódico español lo que se juega es la integridad de los medios españoles. Chávez estaría exportando su modelo, no solo político, también ético.
Tampoco sería descabellado pensar que España es una nueva fase dentro del plan de Fidel ahora que toda su región está de una manera o de otra bajo su mando. Expandir su influencia a Europa es el próximo paso lógico, y lo más fácil es hacerlo a través de España.
España no está tan lejos de Sudamérica como cree. Cualquiera que haya vivido un tiempo en ambos continentes ve con claridad las similitudes. España es un país que habla español y tiene un fuerte espíritu de izquierda y una cultura de odio a la derecha y al rico. Es la puerta de entrada a Europa para el socialismo sudamericano.
Tampoco sería este artículo el primer paso. Este proceso lleva décadas. Hay un evento internacional que se hace cada año y la sede rota entre todos los países, se llama “Foro Social Mundial” que reúne socialistas de todo el mundo. En el 2006 se celebró en Caracas y era imposible entrar a una estación de metro sin tropezar con un grupo de españoles simpatizantes del régimen de Chávez con sus rastas, sus mochilas, y sus pañuelos palestinos. Entonces yo estaba en la escuela de periodismo y tenía que hacer un reportaje. Entrevisté a varias personas, entre ellas a un grupo de españoles que me contó con toda tranquilidad que estaba allí porque Chávez les había regalado el pasaje y la estadía en el recién expropiado Hotel Hilton de Caracas. No estaban solos, eran cientos.
España se cree libre y a salvo de este tipo de política, de populismos sudamericanos, del circo de la Kirchner. Yo no lo tengo claro. Quizás porque todavía tengo fresco en la memoria el recuerdo de Sánchez Gordillo asaltando un Mercadona. Recuerdo también que unos meses antes de esta acción, Sánchez Gordillo estaba abordando un avión con un asiento en primera clase con destino a Venezuela para reunirse con Chávez. No hace falta pensar mucho para darse cuenta de que fue allí para que le enseñasen qué es lo que tiene que hacer para salir en la tele.
Cuando lo acusaron de viajar en primera Sánchez Gordillo se excusó diciendo que el viaje no lo hizo con dinero del contribuyente ni con dinero suyo, que se lo pagó Chávez. Eso es peor porque Chávez no regala nada y si te paga un viaje en primera a Venezuela es porque espera obtener algo a cambio.
España es tan ingenua que cuando sus políticos y periodistas ven a Chávez sonríen. Lo subestiman porque creen que es un tonto. Recuerdan la imagen del Rey diciéndole que se calle, o cuando lo vieron cantando un bolero en algún zapping. Cuando subestimas a una persona así, cuando no sabes realmente quién es, es cuando eres más vulnerable. Chávez no sólo es más listo, tiene más dinero, más ansias y más ambición que cualquier político español.
Que Estados Unidos influye en la política mundial es una idea que pocos cuestionan. Se asume que el capitalismo es así. Preguntarse si ocurría lo mismo con la Unión Soviética, si sigue ocurriendo con Cuba, o con Venezuela hoy en día parece una idea de locos. Pero es natural que una ideología expansionista y mesiánica como lo es la izquierda busque expandir su influencia como sea, no sólo dentro de su región, sino a nivel global y que no deje de hacerlo aún cuando todo indica que las probabilidades están en su contra.
No sé si Sánchez Gordillo llegará a tener un cargo político fuera del círculo de votantes de gente del campo que le rodea. Pero seguramente tendrá más posibilidades si Chávez se lo financia con dinero del petróleo de los venezolanos. Si tuviera que juzgar la opinión del español medio basándome en lo que leo en internet, no sería de extrañar. En España hay mucha gente con ganas de agarrarse a un clavo ardiendo así que se van a agarrar al primero que les prometa una utopía.
Me sorprende la facilidad con la que los medios en España promueven dictadores y tiranos fuera de sus fronteras. La alegría con la que El País da cabida a un artículo de este tipo. Dejando a un lado la política, las tendencias o las ideologías, Chávez es un dictador y un asesino. Los venezolanos sufren con su dictadura, y cuando periódicos como El País publican este tipo de cosas que dan una imagen simpática del causante de su sufrimiento se sienten burlados. Hay todo un país de gente que está sufriendo y que ve cómo los medios de otro país se toman su sufrimiento a risa. Es cruel.
Si Chávez y Fidel tienen éxito exportando el Dictator’s Way a Europa será porque España les abrió las puertas. Nadie sabrá qué fue lo que les golpeó cuando dentro de 20 años el presidente de turno cante por la tele, cambie los colores de la bandera y el nombre del país, os quedaréis boquiabiertos cuando cambie la constitución y se autoelija como presidente en elección tras elección en elecciones fraudulentas, y no pegaréis un ojo en toda la noche cuando reparta armamento de guerra a los delincuentes. Entonces recordaréis con nostalgia aquellos tiempos en los que vuestra mayor preocupación era Bankia, la burbuja inmobiliaria y El Rescate.
Entonces seguro que habrá algún periódico en otra parte del mundo que hablará del dictador español alabando su carácter simpático, bonachón y fiestero, llamándolo cautivador, carismático, poeta, solista de boleros y rancheras, derrochador de simpatía, y pondrá sus fotos tocando la guitarra en primera plana.
Soy periodista. Escribo en Acapulco70 sobre todos los temas que me interesan.
No escribo a diario y como no estoy en Twitter, ni en Facebook, si quieres seguirme para enterarte de cuándo publico algo nuevo te puedes apuntar a mi newsletter aquí:
He vuelto a abrir mi Instagram en el que incursioné durante un mes en el Pleistoceno. Como es mi juguete nuevo estoy muy activa. Si quieres ver mis fotos y tal, me puedes seguir por aquÍ:
Por la profunda falta de talento, chispa, y sentido del humor he decidido, una vez más, cerrar la sección de comentarios. Si tienes una opinión muy importante, coméntasela a tus amigos o ábrete tú un blog.
Si quieres puedes apuntarte a mi newsletter para recibir, entre otras cosas, mis artículos por e-mail cuando los publique.