Rompe tu currículum

February 5, 2012

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ZUGZWANG
Al graduarme entré en una depresión. La llamé depresión post-partum porque la universidad fue larga como uno. No sé que vino primero si la depresión o la parálisis, el caso es que en seis meses me encontré en una situación estática. Me acostaba a las 5 am, me despertaba a las 2 de la tarde, no quería salir de mi casa, pasaba toda la noche en internet revisando foros de psicología y secuencias de yoga. En el ajedrez tienen una palabra que resume muy bien la idea: “Zugzwang” (se pronuncia tsuk tsvank). Significa “compulsión de movimiento”, y se usa para describir un tablero en el que el jugador al que le toca mover descubre que cualquier movimiento posible sólo empeora su situación. Mover una pieza implica hacer grandes concesiones, a veces incluso poner en riesgo la partida. La opción más ventajosa para el jugador sería paralizar el tablero, quedarse como está, pero en el ajedrez es imposible dejar el turno pasar. Te encuentras en Zugzwang cuando permanecer estático es tu opción más favorable pero estás obligado a moverte.

Sentía que el futuro era un asunto incierto. Pensar en él me causaba ansiedad porque la idea de buscar un trabajo era pesada, pero la idea de conseguirlo era peor. Me veía buscando un trabajo, del tipo de trabajo que un periodista suele buscar (creativo publicitario o copy de un canal de televisión). De ser contratada sabía lo que me esperaba: un jefe incompetente, un trabajo repetitivo y un horario de 12 horas, todo a cambio de un sueldo insuficiente. Como vivía en Venezuela, sabía que bajo ese esquema no tenía posibilidades de mejorar mi situación. No en realidad. Porque por más bueno que fuese el trabajo que encontrara, jamás llegaría a ganar lo suficiente como para poder mudarme por mi cuenta y empezar una vida independiente.

Por otro lado podía estudiar un máster. Prolongar la etapa estudiantil. Pero no importa cuánto te guste aprender, un posgrado no resuelve nada. Promete la posibilidad de un mejor sueldo, de un mejor puesto de trabajo a futuro, a cambio de un pago mensual muy real en el presente. No es un buen negocio. ¿Cuál es el punto de un máster? Sólo aplaza el problema 3 o 4 años. Un máster es un elipsis dentro del zugzwang. Al graduarte del máster regresas de nuevo a la casilla #1 y tu futuro sigue siendo tan incierto como antes.

Pertenecer a la Generación Y puede ser todo un reto para el carácter. Si naciste entre 1981 y 1995 no gozas de una buena reputación. La opinión general es que eres un vago. Tus padres, tus tíos y sus amigos lo creen así. Vago. Irresponsable. Incorregible. Dedicas mucho tiempo a defenderte de ellos, pero en el fondo y aunque no quieras admitirlo es probable que te lo creas tú también. Quizás tengas sentimientos encontrados porque a veces crees que eres un irresponsable y otras tienes la sospecha de que no eres ni más ni menos irresponsable que las personas que te rodean, pero como no tienes las pruebas, todo queda en suspenso. Hasta que un buen día te das la vuelta a mirar a tus amigos y te das cuenta de que no estás solo. Todos están pasando por una situación similar.

Una de las pocas cosas que recuerdo de cuando tenía 3 años es un cuadro que había en el consultorio de mi pediatra. No era una pintura ni un dibujo, era una fotografía enmarcada. La foto era de un pollito que había roto el cascarón y asomaba su cabeza entre las cáscaras para ver por primera vez el mundo. De su pico salía un globo de texto que decía: “Y… ¿Ahora qué?”

LOS CONSEJOS DESATINADOS

Hablar del paro es fácil. Cada semana los periódicos más importantes traen uno o dos artículos de diagnóstico. Al periodista le gusta mucho diagnosticar. Después algunos le agregan a su planteamiento inicial algunos consejos sobre qué se debe hacer y cómo se debe actuar de aquí en adelante, todo muy bien redactado en forma de queja. Lo mismo ocurre con los padres. Saben que existe un problema, está sentado en el sofá viendo Gran Hermano. Y al igual que el periodista los padres se idnignan, reclaman y aconsejan.

Puede ser que la escasez sea lo que define nuestra relación con la mayoría de las cosas, pero en mi experiencia, los consejos nunca escasean. Mi vida ha estado marcada por una abundancia de consejos. Seguramente la tuya también porque a todo el mundo le gusta darlos. El problema es que los consejos que dan son desatinados. Lo típico que le recomiendan a una persona joven es repartir currículums, rellenar ofertas de empleo por internet y apuntartse a LinkedIn, todo para conseguir un trabajo. Te prometen que con un empleo resolverás tu vida, llegarás a ser alguien importante, “te salvarás”. Puede que tú sepas que estas cosas no funcionan, aunque sea en un nivel instintivo. Pero como nadie entiende ni comparte tu punto de vista estás atrapado en tu propio zugzwang, sin muchas esperanzas de cambiar la situación y tu oponente te recuerda cada dos o tres segundos que es tu turno y tienes que mover. Si te lo repite lo suficiente es probable que termines por ceder, pero no subestimes el poder de las palabras. Un consejo desatinado es más peligroso que un consejo malicioso. Porque mientras que la maldad tiene consecuencias predecibles, las consecuencias de la estupidez son imposibles de calcular.

Los padres están desesperados, los hijos están desesperados, y yo no he encontrado una sola persona que entienda esto que está ocurriendo. La mayoría le echa la culpa a la política, pero nadie se molesta en estudiar lo que hay detrás. No hay un sólo periodista que le hable a la Generación Y desde su perspectiva. Me conformaría si alguien hiciese un intento franco de comprender la situación, pero tampoco. Ni siquiera entre los blogs. El problema es serio porque la Generación Y es muda y quienes tienen voz no están dispuestos a escuchar. Y hablar sin escuchar no es una conversación, es un monólogo.

Yo intento llenar un poco ese vacío a través de A70. No quiero decir que mis ideas tengan validez para todo el mundo, no pretendo abarcarlo todo ni tengo la verdad en la mano. Yo también formo parte de esta generación, lucho contra los mismos problemas y cometo los mismos errores. Pero lo que sí puedo hacer es intentar abordar los problemas de frente. Quizás sea esa la razón por la que me leen también muchos hombres. Porque aunque suelo tocar temas femeninos la franqueza es un lenguaje universal.

ROMPE TU CURRÍCULUM

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La próxima vez que te sientas culpable por no conseguir un trabajo y te enfrentes a los consejos desatinados de los demás quiero que recuerdes esto: repartir currículums no funciona. Rellenar ofertas de trabajo por internet no funciona. Nada de lo que te recomiendan los manuales funciona. ¿Conoces a alguien que haya conseguido un trabajo rellenando formularios en “buscatrabajo.com”? Yo no. Los currículums sólo funcionan para lo que tienen que funcionar: como una formalidad. No pone tu pie en la puerta. No te acerca a ninguna entrevista. No genera nada. Tú crees que el curriculum es tu medio para conseguir un trabajo. Pero el curriculum no es nada. El curriculum está diseñado para ser arrojado a una pila de curriculums exactamente iguales y permanecer allí por siempre jamás. Su razón de existir es suavizarle el trabajo a la secretaria: pedirlo le confiere un halo de seriedad a la transacción y es más fácil decirle a una persona “déjame tu currículum” que “déjame en paz”.

Así que no te molestes con el currículum. No emplees ni un minuto más de los necesarios en él. ¿Tienes alguna idea de la cantidad de cursos que la gente hace “por el curriculum”? La gente no diseña su currículum para que refleje su vida, diseñan su vida para que refleje un buen currículum. Y así cada año miles de personas se apuntan a cursos de todo tipo que prometen sonar muy bien en papel, ayudarte a dar ese pasito que te falta para entrar a esa puerta que es tu futuro, y como eso no te hace perder suficiente tiempo, dedicas lo que sobra a escoger el diseño entre miles de opciones que encuentras por internet. Te obsesionas con el tipo de fuente, te debates entre hacerlo cronológicamente o por competencias. Hay páginas dedicadas exclusivamente a diagramar currículums, venden los templates como si fueran templates de wordpress. A mí todo este tema me genera sentimientos de tristeza y rechazo.

En el artículo de la vida simple comentaba que cada objeto tiene una función utilitaria y otra simbólica. Por ejemplo, los Converse son zapatillas y al mismo tiempo son un símbolo de creatividad. Nuestra necesidad simbólica es tan pronunciada que algunos objetos no tienen ninguna utilidad. Un ejemplo es la corona del Rey, que no tiene ninguna otra función más allá de simbolizar su poder. Comentaba también que cometemos muchos errores al confundir la realidad con su símbolo (¿es el Rey para la corona, o la corona para el Rey?). El currículum es un papel, pero para ti simboliza tu futuro, y por eso dedicas tanto tiempo a producirlo. Lo adornas con la misma atención al detalle que empleas a la hora de fantasear sobre tu futuro. Pero el currículum no es tu futuro. Y hasta que no comprendas esto te va a costar mucho ponerte en movimiento.

Lo mismo ocurre con internet. Si crees que eres la única persona rellenando formularios y creando perfiles de LinkedIn, estás equivocado. Todo el mundo lo hace. Tus futuros jefes lo hacen. Internet es el paraíso de las fantasías. Esa persona con un puesto importante en la empresa a la que quieres entrar a trabajar no está en LinkedIn para contactar contigo. No abrió ese perfil para buscar empleados. Está allí para buscar un mejor puesto de trabajo para sí mismo. Él también quiere escalar. Así que olvídate de internet. No inviertas tu tiempo allí.

Cuando digo que rompas tu currículum no me refiero a que lo rompas de verdad, y tampoco me refiero al currículum en sí. Lo que quiero decir es que rompas tus ideas preconcebidas con respecto a tu futuro, al éxito y al trabajo.

SÉ GENEROSO

El concepto es tan antiguo como poderoso, pero aplicarlo hoy es más fácil que nunca. Esto es lo único que necesitas saber para abrir todas las puertas. Es la única idea que hace falta entender. Así que aprende bien el significado de estas dos palabras: ser generoso.

Cuando yo empecé a escribir este blog no tenía ni idea de lo que quería hacer con mi vida. No tenía dirección ni esperanzas. Sabía que me gustaba escribir, tenía un libro de cuentos inédito, pero también sabía que no estaba preparada para publicar. Al mismo tiempo era consciente de que vivir de la escritura es morir de hambre. Al menos es así si te sometes a una editorial. Y yo no quería eso para mí.

Abrí el blog porque Israel me prometió que si abría un blog y escribía en él 1 buen post al día todos los días, al cabo de un año mi blog se haría famoso. Es una razón tonta para abrirse un blog, lo sé, pero no tenía nada que perder. Creé el blog y escribí un post cada día. Si quería salir un sábado y pensaba que no tendría tiempo de actualizar, entonces publicaba dos posts el viernes. Al cabo de un año mi blog no se hizo famoso. Eso fue frustrante, para qué voy a mentir. Yo no sé si él sabía o no lo que iba a pasar, pero es probable que supiera que predecir algo como eso es imposible. Aún así me dijo lo que yo necesitaba escuchar para empujarme a hacerlo.

Pero lo importante es que cuando se disipó la frustración descubrí que escondía detrás de sí sentimientos más profundos. Debajo de la frustración me sentía perpleja. Sentía también alivio y alegría. Escribir un post al día todos los días durante un año me hizo descubrir algo nuevo sobre mí misma. Me hizo entender que a pesar de lo que tantas veces me habían repetido en mi casa a lo largo de mi vida, yo no soy una persona inconstante, ni irresponsable, ni floja. Soy, de hecho, una persona bastante confiable. Soy una persona a la que le gusta trabajar. Yo sospechaba que no era ni más ni menos irresponsable que la gente que me rodeaba. Escribir un post cada día todos los días me dió las pruebas para comprobar mi teoría. Fue el movimiento que desbloqueó mi zugzwang.

Cuando los únicos movimientos posibles sólo empeoran tu situación, la única salida es regalar tus piezas. Ser generoso es la única manera de romper el zugzwang.

Digo que escribir en el blog es un acto de generosidad porque implica entregaros cada día una parte de mí misma, una parte importante. Puede que tú seas una persona especial, que tengas mucho talento y creatividad, que seas excelente en lo que haces. Sea lo que sea que hagas. Y mientras no hagas nada al respecto sólo tú sabrás eso. Nadie va a ir a “descubrirte”. Nadie va a llamar a tu puerta para ofrecerte contratos porque sólo con mirarte reconocieron en ti tu potencial. Eso no sucede. Lo que sí sucede es que después de exponerte cada día, de vaciarte y de compartir lo que tienes, alguien quiera escucharte. Y después serán dos, y tres también. Y al cabo de un tiempo has construido algo propio.

Conozco mucha gente a la que esto le da miedo. Tienen proyectos grandes pero temen involucrar a otros porque creen que “les van a robar las ideas”. Pero las ideas no son algo especial. Son algo común y ordinario. El trabajo sí es especial. El esfuerzo y la constancia que se necesitan para convertir una idea en realidad es lo que importa. Si alguien copia tu idea y realiza el esfuerzo que tú no has realizado merece las ganancias más que tú. Así que compártelo todo, realiza lo que puedas y deja que otros realicen lo que escapa de tus manos.

Otro patrón que compromete tu generosidad es el miedo al fracaso. Mucha gente prefiere quedarse en su fantasía porque fantasear con tener éxito en el futuro es mejor que intentarlo en el presente y fracasar. Así que se entregan a sus fantasías y olvidan que tienen un compromiso con su propio bienestar. La fantasía desbocada es una forma de parálisis.

Cuando entendí la idea de la generosidad me volqué por completo en el blog. Ya no se trataba únicamente de escribir un post cada día. Ahora se trata de descubrir una nueva verdad cada día y compartirla en un post. Y algo muy curioso ha comenzado a ocurrir. He despertado interés. Hay gente que se identifica conmigo y me escucha.

NO BUSQUES UN TRABAJO DE OFICINA

Si yo quisiera un trabajo de oficina lo tendría. No por repartir currículums ni por rellenar formularios de internet, ni siquiera por hacer networking en LinkedIn. Lo tendría gracias al blog. Desde que lo abrí he tenido 4 propuestas de trabajo. Me ofrecieron, entre otras cosas, el puesto de editora de Miami en Refinery29, y también un trabajo en Smoda de El País. Yo los rechacé. Lo que ocurrió con Refinery29 puedes leerlo aquí. Con Smoda pasó algo parecido. Quiero contarlo porque ilustra muy bien el punto.

En septiembre del año pasado A70 todavía era un blog sobre moda. Yo pensaba que necesitaba un trabajo, escribir en una revista, por ejemplo. No por el dinero, sino porque pensé que escribir en un medio grande me haría una persona más distinguida. Israel me recomendó escribirle a Smoda de El País porque acababa de abrir, y me puso en contacto con Delia Rodriguez, la editora. Ella me dijo que escribiera una propuesta y se la mandara por email. Lo que le propuse hacer fue lo siguiente: escribir allí sobre todos los temas que no podía tocar en mi blog. Yo pensaba que mi blog tenía un género definido: moda y tendencias, y como no podía incluir todos mis intereses allí, le dije que me gustaría escribir sobre libros, sobre belleza, sobre cine y televisión. Sobre cultura pop. Escribí un email bastante conciso y se lo envié. Jamás me respondió. Ni siquiera para decirme “lo recibí, gracias”. Yo me sentí mal. El malestar no era por no haber conseguido un trabajo allí, era porque esperaba una respuesta, aunque esa respuesta fuese un “no”. Cuando me di cuenta de que no iba a responderme decidí escribir sobre esos temas en mi blog. Así fue que A70 pasó de ser un blog de moda, a ser un blog personal.

Escribí posts sobre lo que me interesa, como a mí me interesa, sin límite de caracteres ni imposiciones de estilo. Me rebelé contra todo lo que aprendí en la universidad y también contra lo que recomiendan hacer en internet. Estaba cometiendo un suicidio digital. Artículos larguísimos, de temas filosóficos, investigados en Google, con ejemplos sacados de la Wikipedia y sin fuentes de ninguna clase. Ahora que lo pienso también es un suicidio periodístico. Pero a mí no me importó. Mi idea era ser franca, ser honesta. Hablar como se le habla a un amigo que viene de visita a tu casa. No quería ser totalmente seria, después de todo a mí también me interesa lo superficial, me encanta el maquillaje, la tele, la nutrición y los tips. Así que me inventé el periodismo de pijama party, y aquí estoy.

Entonces pasó algo que no me esperaba. El 11 de enero publiqué un artículo sobre el champú. Fue un artículo que tardé una semana entera en escribir. Tiene 19.000 caracteres, es monotemático y es obsesivo y sin embargo, por algo que no me explico, ese artículo se volvió viral. En dos días más de 100 mil personas visitaron mi blog. Para que te hagas una idea, 100 mil discos vendidos es un disco de platino. 100 mil son la cantidad de views que debe tener tu canal para que te hagan partner en Youtube. 100 mil personas es la población de la ciudad de Worcester en Inglaterra. 100 mil personas es la capacidad del estadio olímpico de Beijing, el más grande del mundo. Mi post del champú fue leído por la misma cantidad de gente que asistió a la inauguración de las olimpiadas de Beijing. Y no fueron visitas turísticas. Esta gente se involucró con el contenido, leyeron el artículo completo, compartieron los enlaces y me buscaron en twitter. De esas 100 mil personas, 20 mil se quedaron: regresan cada día para leer lo que escribo.

Tres días después me escribieron de Smoda. Delia Rodriguez me pedía disculpas por responder tan tarde a mi propuesta (6 meses tarde). Quería decirme que si todavía deseaba trabajar con ellos, me abrían los brazos. Ella tenía una idea de lo que podíamos hacer juntos. Yo, que nunca pierdo la elegancia, le respondí de inmediato.

También me escribieron fantasmas del pasado, amigas de mi madre a las que no veo desde hace al menos 15 años, editores venezolanos, conocidos de la universidad, etc. Quiero decir que cuando eres generoso el mundo se pone en movimiento. Ser generoso es como abrir nuevos espacios en tu tablero de ajedrez, cuando la gente sabe que te va bien se acomodan a ti. Si quieres un trabajo de oficina lo mejor que puedes hacer es ser generoso. Pero yo no quiero un trabajo de oficina.

Si yo hubiera aceptado el trabajo en Refinery29 quizás tendría un gran sueldo y un título distinguido, pero no hubiera seguido con mi blog. Si Smoda me hubiese respondido y yo hubiese trabajado con ellos, A70 seguiría siendo sobre moda y el estadio de Beijing se lo hubiera enviado a ellos. Cuando te respetas a ti mismo y eres generoso se abren puertas. Pero no todas las puertas son buenas. No creas que lo que te ofrecen estas personas, las que se acercan a ti por tu éxito, lo hacen en el mismo espíritu de generosidad con el que tú has conseguido lo que tienes. No te buscan para hacerte un favor. Lo que buscan es pegarse a ti y montarse en tu vagón para repartirse contigo tus ganancias. Pero si no estuvieron allí para trabajar, ¿por qué vas a dividir con ellos el producto de tu esfuerzo?

NO PLANIFIQUES POR ADELANTADO

Un trabajo de oficina se aprovecha de ti, te limita, te obliga a hacer tareas repetitivas y aburridas, te paga poco, no te beneficia como persona y es una gran ilusión. Estás poniendo en manos de otra persona, de una empresa, la responsabilidad de tu bienestar. Si el día de mañana la empresa en la que has estado trabajando durante 10 años cierra, todos tus planes se terminan. No te puedes jubilar de una empresa en bancarrota.

La gente que en Diciembre compró pasajes para agosto con Spanair se encontraron una mañana con que perdieron sus pasajes y probablemente el dinero. Spanair cerró. Te quedaste sin el dinero, sin tu pasaje, y sin el viaje. Todo porque querías estar seguro de hacer las cosas correctamente, de hacer las cosas “con tiempo”. Pero si con la crisis no aprendiste que el mundo en el que vives es un mundo dinámico, lo de Spanair es la lección que te hacía falta. Todos vimos que en nuestra realidad, la que nos rodea, nada es seguro. Que lo que funciona hoy no funciona mañana. Que la hipoteca que elegiste a 30 años como inversión para alquilar el apartamento a otros y que “se pague solo” porque “los pisos nunca bajan de precio” te ha dejado en una posición muy vulnerable en este momento. En este mundo NADA es seguro. Planificar demasiado es de tontos. En un mundo dinámico si puedes elegir entre la seguridad y la flexibilidad escoge siempre la flexibilidad.

BUSCA AUTOGOBERNARTE

Si quieres resolver tu vida y vivir en paz, ¿realmente crees que un trabajo de oficina es tu respuesta? ¿No crees que debe existir otra forma de hacer las cosas? ¿Una forma más gentil, más respetable?

Hace un tiempo leí un artículo que respondía esas preguntas. El artículo trata sobre conseguir 1000 fans verdaderos. Su autor plantea que hasta hace poco la única forma en la que un músico podía vender su trabajo era firmando un contrato con una gran discográfica. Cada obra suya debía ser un gran hit, la empresa se quedaba con la mayor parte de las ganancias e imponía límites sobre la imagen y el producto del artista. Él propone que esa no es la única manera de hacerlo. Que es posible vivir de lo que te gusta haciendo exactamente lo que te gusta, sin límites externos y sin dividir tus ganancias con nadie. Lo único que necesitas son 1000 fans verdaderos.

Si cada uno de esos 1000 fans está dispuesto a invertir en ti su sueldo de 1 día de trabajo al año (que en el caso de un mileurista son 33 euros) entonces al concluir un año tú habrás ganado 33.000 euros. No es lo que gana un artista internacional, pero sí es más de lo que ganarías trabajando en una oficina. De hecho ganarías casi 3 veces lo que podrías ganar como mileurista.

Tú puedes aplicar la idea de los 1000 fans sin necesidad de ser un artista. Trabajes en lo que trabajes, es posible usar la idea. Tampoco necesitas que las 1000 personas que te siguen sean tus fans. Lo único que necesitas es usar tu generosidad. Lo que hace posible que esto funcione es internet. En el pasado no podías dirigirte a miles de personas a la vez sin usar un periódico o la televisión. Pero con internet puedes llenar el estadio de Beijing y dirigirte a todo ese público gratis. Lo único que necesitas es un dominio y un blog.

Supongamos que eres abogado, dentista, o psicólogo. Ningún dentista tiene fans, eso es seguro. Pero un dentista puede ofrecer generosamente su conocimiento a la gente. Puedes abrirte un twitter y un blog. Un psicólogo puede hablar de temas que interesan. Lo mismo si eres un abogado. Cuando algún lector necesite el servicio que tú ofreces lo más probable es que tu nombre sea el primero que le viene a la mente. No tienes nada que perder. Empezar es difícil pero si eres constante y tienes paciencia, llega un punto en el que se produce un efecto bola de nieve y todo se abre a tu paso.

Pero una condición necesaria para que esto pueda darse es no tener presión encima. Sé que es difícil si vives con tus padres hacerles entender que el hecho de que no estés repartiendo currículums no implica que eres un vago. Pero ninguna planta crece en medio de un vendaval y autogobernarse es plantar una semilla. Así que busca un espacio tuyo, una habitación propia desde donde puedas poner en marcha tu nuevo modelo de vida con calma.

Si no te has graduado todavía, o si ya te graduaste pero estás en paro, toma mi consejo: el paro es lo mejor que te pudo haber ocurrido. El paro está aquí para obligarte a despertar y a descubrir las oportunidades que tienes delante de ti. Si quieres mi consejo haz lo siguiente: Crea un blog. Escribe un post cada día todos los días. No importa sobre qué escribas o cómo lo hagas. Lo único importante es que escribas un post cada día sin falta. Si quieres salir el sábado pon dos posts el viernes. Te prometo que si lo haces durante un año tu blog se hará famoso.

Estoy escribiendo un libro en el que dejo por escrito mis ideas con respecto a este tema en profundidad. Hay partes teóricas y prácticas, e intento dar algunas soluciones a muchos de los problemas de los que hablé aquí. ¿Te interesa? Lee más por aquí.

Además del blog tengo una cuenta de twitter en la que ofrezco mi generosidad cada día. Sígueme.

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