Derechos y privilegios

October 19, 2012

Esta es una compilación de algunos comentarios que puse en twitter y que produjeron un debate interesante. Si quieres seguirme en twitter pulsa aqui: @acapulco70

Ayer hablaba con una amiga francesa que lleva más de 20 años viviendo en Estados Unidos. Me dijo que en Francia la gente se comporta exactamente igual que en España. Que viven con la mano extendida.

En Francia, igual que en España, está mal visto tener un buen coche, y si quieres disfrutar de algo costoso mejor será que lo hagas a escondidas. Como pedir una botella de vino caro en un restaurante, hay quien pide al camarero que la envuelva en papel de aluminio para que el resto de los comensales no sepa que estás bebiéndotela.

Por eso mi amiga dice que jamás volvería a Francia porque allí aplauden que Hollande haya aumentado el impuesto a los ricos al 70%. Ella considera esto un problema de mentalidad.

Ella va a votar por Romney. Dice que lo más importante en este momento es la economía y la falta de trabajos. No entiende por qué las mujeres no quieren votar por él. Dice que las mujeres hacemos del aborto un tema demasiado importante, cuando solo es un detalle.

Yo, que soy pro-choice y partidaria de todo aquello que implique respetar la libertad ajena, me sentí intrigada por su argumento y le pregunté qué quería decir con que el aborto es un detalle.

Me soltó el típico sermón de todo conservador. Que sólo debería hacerse cuando el embarazo es producto de una violación, o cuando la vida del feto está en peligro, pero que no debería ser accesible a todo el mundo.

La misma persona que minutos antes se quejaba de los límites impuestos a la libertad individual por la mentalidad de la izquierda europea apoya causas que limitan la libertad en la vida privada de los demás. ¿No es igual de absurdo que limitar la libertad de los ricos y exigiéndoles que den más que limitar la de las mujeres exigiendo que se les prohiba el aborto?

Es igual de absurdo pedir que se le aumenten los impuestos a los ricos porque te parece que es “lo justo” aunque no te beneficie que pedirle al Estado que legisle sobre el útero de las otras mujeres o sobre quién puede casarse y quién no. Son todas violaciones a la vida privada, a los únicos dos derechos que tenemos: libertad y propiedad.

Yo no quiero que el gobierno se meta en la vida de la gente, ni en sus finanzas ni en sus decisiones. Lo que para ti es una “más justa distribución de la riqueza” es en realidad una imposición sobre la propiedad de otros.

Si quieres más oportunidades trabaja por ellas, pelea y lucha, como lo hicieron los antepasados de aquellos a quienes llamas ricos. ¿Por qué crees que un rico le debe más que tú a la sociedad? ¿Por qué un rico TE DEBE algo a ti?

La igualdad de oportunidades no garantiza nada. Ante el mismo escenario dos personas hacen cosas completamente diferentes.

Si tres personas no tienen nada y les das una naranja a cada una, lo que hace con ella es un problema de mentalidad. Dale una naranja a un pobre y se la come. Dale una naranja a uno de clase media y dividirá los gajos entre los meses del año para ahorrar. Dale una naranja a un rico: le quita la piel y las semillas, te vende la pulpa más cara, siembra las semillas, y con la piel se hace un té.

La naranja es la misma pero al cabo de un año el rico tiene una planta y tú no. ¿Es justo que te de el 70% de los frutos para distribuirlos entre quienes os comisteis la vuestra?

No siempre lo mejor es lo mejor

October 2, 2012

Lo que más me sorprendió del iPhone 5 es que pesa muy poco. Apple no lo sabe aún pero eso es un defecto. Es un defecto porque hasta ahora el peso del iPhone lo diferenciaba psicológicamente del resto de los móviles. Al coger un iPhone en la mano sabías lo que era, aún sin mirar. Y psicológicamente sentías que tenías en tu mano un objeto superior, hecho de un material especial, algo único, y no un simple gadget de plástico. Un teléfono ligero puede ser mejor, pero no siempre lo mejor es lo mejor.

En tecnología es fácil saber qué es lo mejor. En igualdad de condiciones es mejor tener un disco duro de 1TB que uno de 500 GB. En igualdad de condiciones cuanto mayor sea la resolución que soporta una pantalla, mejor. Una cámara de 12 megapíxeles es mejor que una de 8 si todo lo demás es igual, y menos peso en un teléfono es mejor porque es más cómodo de usar. En esa carrera juegan los teléfonos Android, los ordenadores PC, quién ofrece más que la competencia: más capacidad, más memoria, más resolución de pantalla, un procesador más rápido. Números que se ven bien en la caja, o cuando comparas las descripciones en el mostrador.

La carrera tecnológica no tiene fin, pero nuestras necesidades sí. ¿Cuándo deja de ser importante la velocidad que alcanza un coche? ¿Es importante para ti la diferencia entre un coche que alcanza 210kmph y otro que alcanza solo 200kmph? ¿A dónde vas a ir a 210kmph? ¿A la universidad? ¿Al mercado? Hay un punto en la carrera tecnológica en el que la diferencia entre una cosa y otra es irrelevante: el usuario medio es incapaz de llenar un discoduro de 1TB, ¿para qué necesita uno de 2?

Lo que hizo que Apple sea lo que es hoy fue aprovechar eso. Hasta ahora Apple se había mantenido al margen de la carrera. En lugar de producir tecnología, que es algo replicable, ofrecía objetos. Cosas como el peso del teléfono o sus especificaciones daban igual porque no era eso lo que Apple vendía. La tecnología permanecía oculta para que fuese la experiencia lo importante. Apple jugaba en otra liga.

La diferencia de criterios entre el antiguo Apple y sus competidores es algo que se extiende a muchas otras áreas de la vida. Hace meses que no miro mis estadísticas del blog con regularidad. Ha dejado de importarme cuánta gente entra cada día aquí, cuántas visitas únicas tengo, cuántos de ellos hacen click, y cuánto tiempo pasan en mi página. Me da igual. Me da igual porque sé que no tiene mayor importancia. Es en otra liga que quiero jugar.

Si tienes una página y vives de la publicidad, bien porque te la compra un anunciante, o porque usas un sistema como adsense de Google, los números, la cantidad de visitas, lo es todo para ti. Se ven bien en la caja y el anunciante cree que eso es lo importante. Google paga por clicks aunque esos clicks no garanticen nada al anunciante.

Esa es la intención que guía el trabajo de la mayoría de las páginas. Buscan atraer el mayor número de gente cada día porque eso abulta las cifras. La mejor forma de hacerlo es tener a un montón de gente escribiendo artículos breves sobre temas de actualidad (o temas “siempre verdes” para google), producir la mayor cantidad de contenido posible al día e interconectar tu contenido para que un solo visitante haga varios clicks en tu página cada vez que entra.

En esa liga está jugando la mayor parte de las webs, al menos las de habla inglesa. Desde About.com, o ehow, hasta el Huffington Post, pasando por Gawker y Refinery29. Hasta las webs más raras e “independientes” como The Hairpin, The Awl o Thoughtcatalog funcionan así: produciendo un gran volúmen de contenido para atraer la mayor cantidad de clicks.

Generar tráfico es importante para estas páginas porque es su forma de generar dinero. Pero aunque no uses tu blog personal para eso los números de tu página tienen otra ganancia y es que también son una forma de alardear frente a los demás de la misma manera en que alardeabas del procesador de su ordenador clónico con tus amigos. Si pones uno de esos mecanismos que cuenta cuánta gente entra en tu página y todo el que entra puede verlo, tu superioridad quedará demostrada ante todos. No es muy diferente a la competencia entre móviles Android.

Si tu interés es hacer algo por tu cuenta de forma completa, como puede ser vender tus libros a tus lectores, o tu música, o lo que sea, entonces la cantidad de gente que hay en tu página da igual. Lo importante es que te sigan a ti, que les importe lo que tú tienes que decir porque popularidad no es lo mismo que influencia. Pueden llegar a ser dos conceptos opuestos.

Buscando popularidad puedes llegar a traicionarte, y perder influencia con quienes te leen. ¿De qué te sirve tener 25 mil seguidores en twitter si a ninguno de ellos le importa tu opinión y sólo quieren reirse de tus chistes? La popularidad son los números, la influencia es lo que está detrás de ellos, la confianza que tienen en ti quienes te leen. Influencia es lo que trasciende la pantalla, las teclas, internet, y transforma tu proyecto en algo importante. Aunque tener más visitas en tu página es mejor que no tenerlas, tenerlas no significa nada. No siempre lo mejor es lo mejor.

El todo es más que la suma de sus partes. Si partes de un criterio cientificista y solo valoras lo medible, no puedes ir más allá de lo aparente. Te quedas con lo obvio porque te pierdes las conexiones que son complejas e imposibles de cuantificar con las herramientas que tenemos. Es imposible medir la confianza que tienen en ti quienes te leen, pero no por eso deja de ser un valor muy real. Más que los números de tus estadísticas.

Aprender a ver más allá de lo aparente, más allá de lo medible, es algo que se extiende también a otros ámbitos. Perfeccionar tu obra es una carrera sin final, igual que la tecnología. Todo puede ser refinado, las habilidades perfeccionadas, y sin embargo llega un punto en el que debes detenerte. Al editar, por ejemplo, puedes mejorar un escrito hasta cierto punto, y cuando te pasas comienzas a dañarlo. Le robas la espontaneidad, le quitas la magia. A diferencia de la gramática, de la ortografía o del ritmo, la espontaneidad es imposible de medir, pero no significa que no está allí.

No todos los artistas son Miguel Ángel. No todos tienen ese talento. Sin embargo, muchas veces los artistas que más me interesan no son como él. No son perfectos en lo que hacen, me gustan los que tienen limitaciones. Verlos luchar contra sí mismos y aceptar su vulnerabilidad puede ser la parte más interesante de una obra de arte. Puedes medir la perfección anatómica de una figura, la profundidad, la luz y la perspectiva, pero la lucha interna del artista es imposible de medir.

Borges era incapaz de escribir diálogos. Dalí no sabía pintar. Bob Dylan no cantaba bien. Todos los artistas son como ellos, si te detienes lo suficiente puedes descubrir sus límites. Son sus límites los que le dan un estilo propio. La importancia de su obra reside en otra parte que no es la técnica y sus defectos lo subrayan. Aceptar los límites es una forma de rebeldía que te hace único. Si Fiona Apple hubiese cantado música pegajosa hubiese vendido más discos y al día de hoy nadie la recordaría.

Los límites pueden parecer defectos, pero en realidad son lo que nos contiene. Lo que nos delimita y lo que nos define. Los límites nos dan forma y nos hace únicos, es lo que nos diferencia del resto de la gente. Ser perfecto es lo mejor, pero lo mejor no siempre es lo mejor porque aquello que carece de límites es imposible de definir. Lo humano es un desvío, es un gesto, el detalle que se sale de la fórmula, un traspié, un momento de duda, todo lo que es imposible predecir y lo que no se ve bien en la caja.

Dice El País que Hugo Chávez es un casanova venezolano

September 22, 2012

Chávez es la noticia destacada en la portada de El País de hoy. Al menos en su versión digital. Digo que la noticia es Chávez, porque el artículo no tiene contenido noticioso. No es una noticia, no es una pieza informativa, es solamente una especie de perfil en el que se habla de la otra cara de Chávez, lo que ocurre tras bambalinas, específicamente de su vida sexual.

Al parecer la vida sexual de Chávez es muy importante. Más importante que Bankia, que las reformas del gobierno para persuadir al Banco Europeo, y que los disturbios en el festival de MTV Beach Madrid que dejaron más de 60 heridos. La vida sexual de Chávez es más importante, ahí está coronando la portada con su guitarra de cantautor de protesta.

En el artículo el autor habla acerca de un supuesto mito que existe alrededor de la capacidad sexual de Chávez. Relata sus aventuras con todo tipo de mujeres: fans, ministras, y hasta famosas como Naomi Campbell o Courtney Love. Al leerlo hay momentos en los que parece que está hablando de un cantante famoso, o del protagonista de Twilight, y no de un dictador.

Lo interesante es que este mito es desconocido en Venezuela. De la vida sexual de Chávez no se habla con frecuencia. Quiero decir que no es un tema importante, no es una característica que resalte en el carácter de Chávez, y si alguna vez se ha hablado de eso fue con respecto a su ex-esposa.

Pero más interesante que preguntarse si el contenido del artículo está fundamentado, hay una pregunta anterior a esa, y es la siguiente: ¿Qué hace El País, un periódico español, mitificando la vida sexual de Chávez en la portada?

En sociología existe un método para estudiar cómo los medios presentan la información a la audiencia. Se llama Teoría del encuadre o Framing Theory. Según esa teoría nuestra percepción de la realidad es una reconstrucción subjetiva de los hechos y como conocemos esos hechos a través de medios de comunicación, es la versión de los medios la que dibuja nuestra perspectiva.

El enfoque que los medios le dan a las noticias se transmite con la forma. El lenguaje, la selección de información (lo que enfatizan, lo que omiten) en prensa escrita hasta el tamaño de la letra es importante. El contexto es tan importante como el contenido.

En este caso, la noticia sobre Chávez está en la portada, destacada con un fondo gris y su foto es más grande que la del resto de las noticias. En la foto aparece un Chávez amigable, que toca la guitarra como un cantautor de protesta, amigo del pueblo, hijo de vecino.

El artículo no es relevante, y tampoco ha ocurrido nada especial en estos días que sirva como excusa para traer a la palestra su vida sexual de manera que el tratamiento de la noticia no concuerda con su importancia verdadera. El enfoque, el framing de El País, le confiere a esta noticia un halo de importancia que en realidad no tiene.

Lo curioso es que un artículo como este aparezca en un periódico de izquierda español a tres semanas de las elecciones en Venezuela. Las elecciones son el 7 de Octubre y Chávez está enfermo de cáncer con un pronóstico oscuro. Se enfrenta a un líder de la oposición joven con aspecto saludable.

Teniendo en cuenta el hecho de que Chávez está en plena campaña política y a menos de un mes de las elecciones, este artículo en El País tiene todo el aspecto de ser un espacio pagado. ¿Es posible que El País le concediera este espacio a Chávez a cambio de dinero? No lo sé, pero desde luego lo parece. Y si no es pagado es casi peor, porque entonces es estúpido.

A estas alturas si eres una persona escéptica por naturaleza debes estarte preguntando varias cosas. En primer lugar, ¿cuál puede ser el interés de Chávez en publicitar su campaña en un periódico español?, y más allá de eso, si es posible concluir, después de leer el artículo que se trata de propaganda si no se menciona su valor como candidato político.

Sí, quizás sea cierto que el artículo no menciona las elecciones (más allá del primer párrafo), su desempeño como presidente durante los últimos 14 años, o su programa de gobierno. Quizás te parezca que el artículo es neutral, y si es así no prestaste atención a los detalles.

La excusa del artículo es la vida sexual de Chávez, pero entre la parrafada te cuelan unos cuantos goles de imagen. Lo que pongo a continuación son fragmentos del artículo. Están fuera de contexto, así que si quieres leerlo en la totalidad visita el enlace que puse arriba.

Chávez quiere aparecer en los medios serios de otros países porque eso legitima su candidatura dentro y fuera de Venezuela. Ayuda a esconder su verdadera identidad de dictador detrás del halo que le ofrece el periódico de un país democrático. Dentro del país la gente que no está segura de por quién votar siente más seguridad de votar por Chávez, y fuera se le percibe como un hombre democrático y pacífico.

Otro punto interesante es el tema del artículo. Que el ángulo que escogieran sea hablar de su vida sexual. Es interesante porque es un artículo que no será percibido como propaganda por el español medio, y que sin embargo funciona frente al público sudamericano. Si crees que la vida sexual de un candidato político más que ayudarle a ganar lo perjudica, es porque estás evaluando el terreno político americano con ojos europeos.

Puede parecerte extraño que un político use su imagen sexual en la campaña porque en Europa eso no pasa. Pero hay que entender que en toda América, desde el Cabo Columbia hasta La Patagonia, la política es un juego de imagen. Un candidato no gana necesariamente por su plan de gobierno, a veces pesa más el color de su corbata que su discurso, o que su trayectoria, y por eso las campañas se basan en dejar bien parado al propio candidato o mal parado al contrincante.

En USA, terreno de juego libre, las campañas de ataque son legales. En teoría, se usan para cuestionar la integridad moral del oponente, su trayectoria, su honestidad, su transparencia, o su compromiso con la nación, pero en la práctica es un juego sucio en el que todo vale.

En este terreno la vida sexual de un candidato es un arma política. Basta con recordar la que se lió con la vida privada de Clinton y su encuentro sexual con Mónica Lewinsky. Pero ni siquiera hace falta que la vida sexual sea real, basta con imaginarse a un candidato en un plano sexual para alterar la contienda.

En el 2006, Harold Ford Jr, el primer candidato negro al senado por Tennessee, perdió en contra de su oponente por una campaña de ataque. En la propaganda vemos varias entrevistas breves a gente de la calle que habla en contra de Harold Ford. Todas las intervenciones tienen palabras rebuscadas y un tono de voz plano. Lo que resalta es la voz de una rubia que aparece dos veces. Comenta que conoció a Harold Ford en una fiesta en la mansión Playboy, que le gustó, y le ofrece su número de teléfono. Esta es la campaña:

El éxito de la campaña de ataque en contra de Harold Ford Jr es una pieza del imaginario colectivo americano. La idea de que el negro viene a quitarle las mujeres a los blancos. La supuesta vida sexual de Harold Ford Jr, lo eliminó de la contienda.

En América el tema sexual es difícil porque parte importante de la población es cristiana protestante y para ellos el tema de la familia es un valor fundamental. Si se cuestiona la sexualidad de un candidato, o su compromiso con su familia, el daño es considerable.

Pero en otras partes del mundo la imagen del “casanova” es popular. Putin. Berlusconi. En los países con estructuras familiares débiles como Venezuela, ser un “casanova” dispara tu popularidad. Un anuncio como el de Harold Ford Jr le ayudaría a ganar la contienda y un artículo como el de El País en un medio aparentemente respetable te asegura muchos votos.

Pensar que Chavez podría usar dinero del presupuesto nacional venezolano para hacer campaña en España no es descabellado si tomas en cuenta que es justamente lo que ha hecho en Sudamérica durante los últimos 15 años. Su interés no es solamente publicitarse dentro de Venezuela, sino también afuera, es ganar adeptos y poder en el terreno internacional. Es lo que hizo en Argentina con Cristina Kirchner, en Perú con Ollanta Humala, en Ecuador con Rafael Correa, hasta lo intentó en México en las últimas elecciones con AMLO.

Mientras que en Europa sería impensable que un candidato político pagase a un periódico para que hablase bien de él, (y en caso de que ocurriese algo así la gente se echaría las manos a la cabeza). En Sudamérica, en cambio, al aceptar el cargo un presidente obtiene automáticamente acceso ilimitado al presupuesto nacional y puede hacer con él lo que le plazca, eso incluye campaña política internacional en periódicos, revistas, cine y televisión siempre que se dejen comprar, no es legal, pero se hace.

Hasta ahora esos presidentes habían limitado su terreno de juego a Sudamérica, territorio de corrupción donde todo vale. Pero si un político de Sudamérica ofrece dinero a un periódico español lo que se juega es la integridad de los medios españoles. Chávez estaría exportando su modelo, no solo político, también ético.

Tampoco sería descabellado pensar que España es una nueva fase dentro del plan de Fidel ahora que toda su región está de una manera o de otra bajo su mando. Expandir su influencia a Europa es el próximo paso lógico, y lo más fácil es hacerlo a través de España.

España no está tan lejos de Sudamérica como cree. Cualquiera que haya vivido un tiempo en ambos continentes ve con claridad las similitudes. España es un país que habla español y tiene un fuerte espíritu de izquierda y una cultura de odio a la derecha y al rico. Es la puerta de entrada a Europa para el socialismo sudamericano.

Tampoco sería este artículo el primer paso. Este proceso lleva décadas. Hay un evento internacional que se hace cada año y la sede rota entre todos los países, se llama “Foro Social Mundial” que reúne socialistas de todo el mundo. En el 2006 se celebró en Caracas y era imposible entrar a una estación de metro sin tropezar con un grupo de españoles simpatizantes del régimen de Chávez con sus rastas, sus mochilas, y sus pañuelos palestinos. Entonces yo estaba en la escuela de periodismo y tenía que hacer un reportaje. Entrevisté a varias personas, entre ellas a un grupo de españoles que me contó con toda tranquilidad que estaba allí porque Chávez les había regalado el pasaje y la estadía en el recién expropiado Hotel Hilton de Caracas. No estaban solos, eran cientos.

España se cree libre y a salvo de este tipo de política, de populismos sudamericanos, del circo de la Kirchner. Yo no lo tengo claro. Quizás porque todavía tengo fresco en la memoria el recuerdo de Sánchez Gordillo asaltando un Mercadona. Recuerdo también que unos meses antes de esta acción, Sánchez Gordillo estaba abordando un avión con un asiento en primera clase con destino a Venezuela para reunirse con Chávez. No hace falta pensar mucho para darse cuenta de que fue allí para que le enseñasen qué es lo que tiene que hacer para salir en la tele.

Cuando lo acusaron de viajar en primera Sánchez Gordillo se excusó diciendo que el viaje no lo hizo con dinero del contribuyente ni con dinero suyo, que se lo pagó Chávez. Eso es peor porque Chávez no regala nada y si te paga un viaje en primera a Venezuela es porque espera obtener algo a cambio.

España es tan ingenua que cuando sus políticos y periodistas ven a Chávez sonríen. Lo subestiman porque creen que es un tonto. Recuerdan la imagen del Rey diciéndole que se calle, o cuando lo vieron cantando un bolero en algún zapping. Cuando subestimas a una persona así, cuando no sabes realmente quién es, es cuando eres más vulnerable. Chávez no sólo es más listo, tiene más dinero, más ansias y más ambición que cualquier político español.

Que Estados Unidos influye en la política mundial es una idea que pocos cuestionan. Se asume que el capitalismo es así. Preguntarse si ocurría lo mismo con la Unión Soviética, si sigue ocurriendo con Cuba, o con Venezuela hoy en día parece una idea de locos. Pero es natural que una ideología expansionista y mesiánica como lo es la izquierda busque expandir su influencia como sea, no sólo dentro de su región, sino a nivel global y que no deje de hacerlo aún cuando todo indica que las probabilidades están en su contra.

No sé si Sánchez Gordillo llegará a tener un cargo político fuera del círculo de votantes de gente del campo que le rodea. Pero seguramente tendrá más posibilidades si Chávez se lo financia con dinero del petróleo de los venezolanos. Si tuviera que juzgar la opinión del español medio basándome en lo que leo en internet, no sería de extrañar. En España hay mucha gente con ganas de agarrarse a un clavo ardiendo así que se van a agarrar al primero que les prometa una utopía.

Me sorprende la facilidad con la que los medios en España promueven dictadores y tiranos fuera de sus fronteras. La alegría con la que El País da cabida a un artículo de este tipo. Dejando a un lado la política, las tendencias o las ideologías, Chávez es un dictador y un asesino. Los venezolanos sufren con su dictadura, y cuando periódicos como El País publican este tipo de cosas que dan una imagen simpática del causante de su sufrimiento se sienten burlados. Hay todo un país de gente que está sufriendo y que ve cómo los medios de otro país se toman su sufrimiento a risa. Es cruel.

Si Chávez y Fidel tienen éxito exportando el Dictator’s Way a Europa será porque España les abrió las puertas. Nadie sabrá qué fue lo que les golpeó cuando dentro de 20 años el presidente de turno cante por la tele, cambie los colores de la bandera y el nombre del país, os quedaréis boquiabiertos cuando cambie la constitución y se autoelija como presidente en elección tras elección en elecciones fraudulentas, y no pegaréis un ojo en toda la noche cuando reparta armamento de guerra a los delincuentes. Entonces recordaréis con nostalgia aquellos tiempos en los que vuestra mayor preocupación era Bankia, la burbuja inmobiliaria y El Rescate.

Entonces seguro que habrá algún periódico en otra parte del mundo que hablará del dictador español alabando su carácter simpático, bonachón y fiestero, llamándolo cautivador, carismático, poeta, solista de boleros y rancheras, derrochador de simpatía, y pondrá sus fotos tocando la guitarra en primera plana.

Ser pobre

September 12, 2012

La principal diferencia entre una persona rica, de clase media, o pobre, no está en la cartera, sino en la perspectiva.

Casi todas las personas tienen una idea parecida sobre lo que significa el éxito. La mayoría consideran que tener éxito es tener riquezas y creen que tener riquezas es tener mucho dinero. Así que por propiedad transitiva, tener éxito implica tener mucho dinero. Cuando imaginan la vida de una persona rica, imaginan cuentas de banco con muchos ceros, lujo, ropa cara, una casa grande en una buena zona. Para el pobre la riqueza significa tener mucho dinero.

Por eso el pobre aspira a tener un trabajo que le deje un buen cheque a fin de mes, y al mismo tiempo sueña con obtener una herencia de un pariente lejano que murió sin dejar herederos, o con ganar la lotería. Son tópicos y dan risa, pero el fondo es ese: la creencia de que con dinero tendrá éxito, que tendrá acceso al mundo de los ricos, que será igual que ellos.

Hay muchas caras del fenómeno pero estamos rodeados de él. Seguramente conoces muchos blogs de tías que con la excusa de compartir su estilo con el mundo,  drenan a través del blog sus deseos de éxito. Ocupan la mayor parte de su tiempo en ver lo que se ponen las mujeres a las que consideran ricas y exitosas: la gente que está en la primera fila de las semanas de la moda. Se obsesionan con los detalles y comparten sus obsesiones. Para ellas tener las gafas de un diseñador determinado, el bolso del momento, un anillo específico, es un credencial que las acerca a ese mundo en el que aspirarían vivir. Más que con el trabajo fantasean con el estilo que el dinero puede comprar.

Los futbolistas muchas veces pasan de ser gente común a tener mucho dinero de la noche a la mañana, y automáticamente se consideran ricos. Tratan de cumplir con el papel emulando lo que creen que hace una persona así: buscan un coche caro y una novia guapa. Los raperos se bañan con botellas de champán de mil dólares.

Mucha gente que conozco ha aprendido de sus padres a ahorrar. Cuentan todo lo que consumen, recortan cupones, se apuntan a cualquier oferta y además se sienten bien haciéndolo. ¿A cuánta gente conoces que a pesar de tener el dinero para comprar algo que desean, esperan hasta que esté en oferta porque les sale más barato? Creen que acumulando su dinero serán ricos.

Pero para el rico la riqueza y el dinero no son la misma cosa. Entiende bien la diferencia que existe entre los dos. Para él el dinero es simplemente el producto de la riqueza y no al revés. Lo voy a repetir porque es realmente importante: la riqueza viene primero y lo es todo. El dinero es únicamente una consecuencia.

¿Qué es la riqueza? La riqueza es algo que se construye, que perdura en el tiempo, que se acumula, y que genera bienestar. El rico sabe que es mejor tener una empresa que genera 10 mil dólares mensuales que tener una maleta con un millón de dólares en efectivo. Sabe que comprar un terreno y construir una casa es generar riquezas, comprarse un piso no. La riqueza está en lo que construyes y lo que de allí se desprende. No es el dinero.

Esta diferencia de perspectiva no tiene que ver solamente con el trabajo, es algo que permea toda la realidad. Es como tener dos gafas distintas, unas con lentes de color verde y otras con lentes de color rojo: el mundo entero cambia dependiendo de cuáles tienes puestas. Una persona de clase media, por ejemplo, no sabe casi nada de la historia de su familia, con suerte sabe quiénes fueron sus bisabuelos. Pero las familias ricas conocen el pasado de su familia con mucha exactitud, hasta diez o quince generaciones atrás.

Para el rico, al igual que las casas y que las empresas, la familia es algo que se construye, un legado que recibes del pasado y que transmites hacia el futuro, por eso tienen muchos hijos y un fuerte sentido de identidad. Para el hombre de clase media la familia es una experiencia de vida que ocurre al margen de su trabajo. Tener hijos es una experiencia como puede serlo ir al cine y como no recibió ningún legado de sus antepasados, tampoco se esfuerza por dejarle uno a sus hijos.

El hombre pobre o de clase media cree que conseguir dinero es lo que te proporciona seguridad así que busca un trabajo de oficina, preferiblemente dentro de una empresa que él considere prestigiosa. Le gustaría que lo consideraran para un buen cargo porque su idea de construir es escalar. El pobre usa su trabajo para ganar dinero, pero no construye riquezas. Ni siquiera entiende la diferencia.

El rico no sobrevalora el dinero. Entiende que el dinero tiene poca importancia. El dinero es solamente el producto de la riqueza, de un paso que vino antes y que consiste en crear algo de valor a través del tiempo. El rico construye riquezas, el de clase media se aferra a su trabajo, el pobre fantasea con la lotería.

Una vez me invitaron a una reunión en casa de unos amigos. Había como veinte o treinta personas y alguien sugirió jugar a uno de esos juegos que se juegan cuando bebes alcohol. No recuerdo muy bien la mecánica, pero la premisa era decir qué harías con un millón de dólares.

Puede parecer una cantidad de dinero inagotable, en especial cuando la ves toda junta en un mismo lugar. Pero en realidad es muy fácil gastárselo. Un millón de dólares no te duraría mucho más de cinco años y eso sin vivir como un rico, viviendo como una persona normal.

El dinero no genera nada, no produce riquezas, ni bienestar. El dinero es únicamente una expresión de la riqueza. Si ganas la lotería eres igual de pobre que antes, sólo que ahora tienes dinero. Si te gastas lo que te dieron vuelves al lugar en el que estabas antes de comprar el billete ganador.

Comento todo esto porque eso es justamente lo que le hicieron a nuestras economías locales con la globalización. Sí, quizás el mercado globalizado es más eficiente produciendo dinero, pero no lo es produciendo riquezas. La globalización nos hizo intercambiar nuestras empresas por una maleta de un millón de dólares en efectivo. Durante un tiempo vivimos de ese dinero sin preocuparnos, creímos que éramos ricos. Ahora no tenemos nada, ni la empresa ni la maleta.

Esto es parte del libro que estuve escribiendo a lo largo del año pasado. Escribirlo ha sido una manera de generar riqueza porque por más tiempo que pase, tendré un libro que podré vender siempre, habré construido algo. Además la experiencia ha sido divertida tanto para mí como para los lectores. El libro cuesta 15€, si quieres saber más sobre el libro puedes leer de qué va en este enlace. Si quieres comprarlo directamente en Paypal puedes pulsar aquí.

Malabarismo mental

August 24, 2012

MALABARISMO MENTAL

La habitación está totalmente oscura pero nuestros ojos se van ajustando gradualmente a la oscuridad. Algunas figuras aparecen contra el fondo negro en una escala de grises. Primero distinguimos, cerca de la puerta, una figura grande y rectangular, una mesa. Sobre ella algunos libros. A la izquierda hay otro mueble un poco más bajo con un televisor, y más allá está la cama. Hay una mujer acostada en la cama intentado dormir. Soy yo.

Sé que este ejercicio de salirme del cuerpo para hacer un recorrido de la escena con vosotros es poco ortodoxo, pero al ser un recuerdo, es una liencia poética que puedo permitirme. En realidad la persona que está en la cama puede ser cualquiera. Podrías ser tú, o él, o ella, el pronombre da igual porque es una situación en la que todos hemos estado sin excepción.

La persona que está en la cama, es decir tú, está tapada hasta las orejas con la cobija, y entre el aire acondicionado (al máximo) y la oscuridad (total) cualquiera pensaría que es una situación más que ideal para quedarse dormido. Pero no te duermes. Estás despierto. Cada cierto tiempo te das la vuelta, estiras la sábana, o arreglas la almohada, y sigues con el ejercicio de conciliar el sueño.

Si la escena fuése un cómic y tu personaje tuviese un bocadillo, de esos con forma de nube, dentro veríamos todo tipo de cosas. Algo sobre un examen oral que tienes al día siguiente en la mañana. También una frase o dos que alguien te dijo en la oficina. El email que una amiga te envió echándote algo en cara. O la respuesta perfecta para un comentario que te hizo la profesora de francés en frente de todo el mundo y que se te vino a ocurrir ahora, diez horas tarde. De vez en cuando una frase de alarma cruza la nube: “¡Tienes que dormirte! ¡Sólo te quedan tres horas!”

En resumen: hace poco descubrí que no padezco de insomnio. Mi aflicción es más general y menos misteriosa, es algo a lo que me gusta llamar “malabarismo mental”. Es un problema de desorden de pensamientos que va más allá del sueño, y que más bien inunda casi cualquier actividad. Consiste en algo tan simple que creo que a nadie se le ocurriría diagnosticarlo. El malabarismo mental consiste en que los pensamientos y las acciones no coinciden.

A ver si se entiende: estoy haciendo una cosa mientras pienso en otra. Es decir, que mientras haces algo que requiere de tu atención, estás en realidad pensando en una cantidad de problemas y escenarios que no tienen nada que ver con lo que estás haciendo en el momento.

Parte del problema es que las acciones que uno realiza en el presente son limitadas (en un segundo particular sólo puedo hacer una cosa), pero el espacio mental que puedes dedicarle a la basura es ilimitado, como un juke-box de la miseria en rotación contínua. Es imposible disfrutar del momento cuando tienes los 40 grandes éxitos dando vueltas en tu cabeza, pero además, cuando divides tu atención entre 4 cosas diferentes no haces nada bien.

Si estás pensando en un examen mientras tratas de dormir, lo más probable es que no hagas bien ninguna de las dos. No puedes resolver el examen a las 2 am desde tu cama, pero sí puedes quedarte dormido mañana durante el examen.

LÍNEAS DEL TIEMPO

No entiendo de pintura ni de fotografía. No es que no me gusten, es que no las entiendo. A diferencia de la música, del cine, o de la literatura, no sé cuánto tiempo se supone que tengo que estar ahí mirando. Quiero decir, que la pintura y la fotografía no se experimentan a través del tiempo, y eso hace que me cueste entender cómo disfrutarlas.

No es algo tan raro. Todos tenemos problemas con la experiencia del tiempo. A nuestra conciencia no le resulta fácil manejarlo. Muchas de las actividades que hacemos tienen como objetivo darle forma o estructura al tiempo. De otro modo no sabemos qué hacer.

Por eso la conciencia tiene un inventario de problemas reservado en el juke-box para esos momentos. Saca alguno cuando siente esa necesidad de estructurar el tiempo. Nosotros creemos que los problemas que nos arroja el juke-box nos interesan, caemos en la trampa de la conciencia, y pasamos un buen rato analizando pros y contras, escenarios alternativos, etc sin darnos cuenta de que todo es una estrategia para mantenernos ocupados.

En realidad operamos en dos líneas del tiempo diferentes. la primera línea del tiempo es la de la acción. En esa línea del tiempo están las acciones que hacemos en el momento en el que las hacemos. Tú por ejemplo, estás leyendo esto. Yo estoy escribiéndolo, aunque para el momento en el que tú lo leas ya no estaré escribiéndolo sino que estaré haciendo otra cosa. La línea del tiempo de la acción es un eterno presente, no tiene pasado ni tiene futuro.

Después está la línea del tiempo de la mente que se superpone a la de la acción. Es sólo en esa línea del tiempo en la que existe el pasado, el futuro, y los presentes alternativos. En ella se guardan los recuerdos, y se generan las fantasías. En ella se acumulan culpas, frustraciones, y también alegrías y orgullo.

DEJA A LA PUTA EN LA ORILLA DEL RÍO

Un monje y su pupilo peregrinaban por una montaña. En la orilla de un río se encontraron con una puta que les pidió ayuda para cruzar al otro lado. El maestro cargó a la puta en su espalda y cruzó con ella el río, la dejó en la otra orilla. La puta se despidió y reanudó su marcha, los monjes también la suya.

Horas después el pupilo le preguntó a su maestro: “¿por qué cargaste con la puta a través del río? ¿Te olvidaste de que no podemos tocar mujeres, mucho menos mujeres como esa?”

El maestro le respondió: “yo dejé a la puta en la orilla del río, pero tú sigues cargándola”.

Hay problemas que se arrastran en el tiempo. Que independientemente de la solución práctica del problema, hay un aspecto interno de ese problema que está desligado de lo práctico y al que nos aferramos. Es un apego a las situaciones que nos hace cargar con ellas mucho tiempo.

Conozco a una mujer que llegó a un cargo muy alto en un banco y la despidieron. Al poco tiempo encontró otro trabajo y no le va mal. De eso hace 20 años, pero ella sigue hablando de su problema hasta el día de hoy.

También sé de un hombre al que su mujer lo engañó con otro hace seis años. El hombre quiso seguir con ella, y aunque aceptó sus disculpas, nunca la perdonó en su interior. Hasta el día de hoy la culpa por su infelicidad.

Estos problemas tienen que ver con anclarse en el pasado. Cuando la mente está en el pasado arrastramos problemas, cargamos con la puta, comparamos nuestra realidad con un pasado mejor, o nos lamentamos de ofensas que debieron quedar atrás.

También podemos anclarnos en el futuro cuando generamos expectativas fantasiosas que no se cumplen. En realidad los problemas que se arrastran en el tiempo tienen dos orígenes:

1) Expectativas: tenemos una idea clara de lo que va a pasar. O de lo que queremos que ocurra. Construimos una fantasía y pretendemos imponérsela a la realidad. Cuando la realidad nos señala que estamos en un error, que lo nuestro es una fantasía, nos frustramos.

Ocurre con los planes a futuro, pero también ocurre con ideas que damos por sentado. La ejecutiva del banco creía que bastaba con trabajar bien para tener su puesto toda la vida. Tanto creyó en su fantasía que construyó su identidad alrededor de su trabajo, su vida giraba en torno a él. Cuando la despidieron no lo supo manejar. Encontró otro trabajo (resolvió el problema en lo práctico) pero no se liberó del problema en su interior y sigue arrastrándolo hasta hoy.

Lo mismo con el matrimonio y la infidelidad, o con las expectativas de vida. La gente que cree que va a estar en algún punto en algún momento, creen que basta con proyectarse para alcanzar una meta. Padres que creen que a los hijos hay que “impulsarlos” como si fuesen proyectiles.

Trazarse expectativas tiene que ver con escribir un guión para la vida, cuando la vida no se ajusta a nuestro guión nos angustiamos. Es la idea de que no tenemos control sobre lo que ocurre lo que genera esa angustia.

2) Incertidumbre: el segundo problema es de incertidumbre. Cuando no tenemos la certeza de saber cuál será el desenlace de una situación, no tenemos ni idea de lo que va a ocurrir.

Este es otro problema que nos mantiene despiertos por la noche. No sabes qué preguntas te harán mañana en el examen, no sabes cómo vas a responder, no sabes qué nota vas a sacar, no sabes qué carrera vas a estudiar, en qué universidad, no sabes si te darán un trabajo o no, no sabes qué quieres hacer con tu vida, o dónde se supone que deberías estar.

Al final ambos orígenes son el mismo: miedo a vivir sin seguridades, no poder anticiparse a lo que va a ocurrir. El único antídoto para esa angustia es aprender a hacer que las dos líneas del tiempo coincidan. Que la mente aprenda a vivir en el presente y a coincidir con el mundo de las acciones. Suena fácil pero requiere de disciplina y serenidad.

LO QUE ANOTAS EN EL CUADERNO

Odio la palabra “favor”. Es una palabra hipócrita. La gente que hace favores cree que los hace por bondad, cree que es desinteresado. En el fondo pocos son capaces de hacer favores sin esperar una recompensa.

Algunos hacen favores esperando a cambio un trato favorable. Otros los hacen para volverse indispensables. Hay quien hace favores para controlar al otro. Hay quien acepta de frente que si te hace un favor espera cobrártelo después, como Vito Corleone, pero a ese tipo de tratos los llamamos mafia.

Nietzsche decía que uno no debe aceptar favores porque quien los hace sólo quiere ahorcarte con la soga de tu agradecimiento.

Baudrillard decía que la única manera de pagar un favor es con venganza.

Yo creo que si es difícil mantener la mente de una sola persona, de uno mismo, limpia y en orden, es una tarea casi titánica mantener la de varias personas a la vez, y que además estén en sincronía.

Por eso es tan difícil encontrar un amigo de verdad, y si lo tienes cuéntalo entre tus bendiciones.

Cuando se mezclan las expectativas de uno con las expectativas de los demás, es una buena receta para el desorden.

Tengo una amiga que anota en su cuaderno todo lo que hace por los demás. Lo que te regaló en tu cumpleaños hace 3 años. La vez que te prestó una cartera porque combinaba con tu vestido. Cuando te llevó en su coche hasta la estación del metro.

Mi otra amiga se ríe. Dice “yo jamás podría tener un cuaderno así, hay que tener paciencia” y tiene razón, pero ella tiene un cuaderno peor en su mente en el que anota lo que los demás hacen por ella. Ella sabe con lujo de detalles quién la felicitó por su cumpleaños en facebook (y quién no). Sabe quiénes la apoyaron cuando se murió su perro (y quienes no). Sabe cuántas llamadas le has devuelto, si le respondiste o no el email la semana pasada, y si olvidaste traerle un recuerdo de Cancún.

Llevar cuentas como estas es un atentado contra ti mismo. Cada cosa que anotas en el cuaderno te roba tu paz mental. Cada página es un disco del juke-box, y regresará a atormentarte cuando estés dando vueltas en la cama intentando dormir. Cuando anotas lo que haces por los demás, tus regalos se transforman en favores. Cuando anotas lo que el otro te debe la deuda la pagas tú.

Mantener el equilibrio con las amistades requiere de una gran capacidad de orden. Saber poner cada cosa en su lugar. La mayoría de las amistades fracasan por las mismas razones: expectativas e incertidumbre. Así que aprender a manejarlas no sólo calmará tu mente, sino que además mejorará tu relación con los demás.

PASA LA PÁGINA

Llevo algún tiempo luchando contra estas dos sensaciones, y creo que he descubierto algunas ideas que son útiles para aprender a dejar los problemas atrás. Para sincronizar ambas líneas del tiempo. Como siempre os digo, no es una receta universal, y tampoco es un plan perfecto. No prometo ningún resultado, pero probarlo no cuesta nada, y quizás te funcionen.

1) No te ofendas. Ni con la realidad, ni con tus amigos. Si te despidieron de un trabajo, si no te contrataron aunque te fue bien en la entrevista, si alguien va o no va al funeral de tu abuelo, si se olvidaron del aniversario, no te ofendas. Si algo te ofende es porque tenías una expectativa que no se cumplió. El error es tuyo y no de la realidad o de tu amigo. Aprende de la realidad y ajústate a ella, no pretendas que la realidad se ajuste a ti.

2) Busca la acción en sí misma. Actuar es un privilegio y los frutos de tu acción no te pertenecen. No uses los frutos como motivo para actuar. Eso sólo te llevará a frustrarte.

3) No lleves la cuenta. De nada. Es anclarse en el pasado.

4) Resuelve los problemas en tu interior. No cargues con la puta. Cuando resuelvas algo en el mundo práctico, tómate un tiempo para resolver el problema en tu interior y asegúrate de que no se va a convertir en uno de 40 grandes éxitos de tu juke-box.

5) No fantasees sobre tu futuro. No tienes el control sobre lo que va a pasar. No te pongas en una posición en la que es imposible sentirte feliz con lo que tienes. Si pasas la mitad de tu vida fantaseando con que te darán el Nóbel, lo más probable es que te lleves una gran desilusión.

6) No te sacrifiques por los demás. Sé honesto contigo mismo y con los demás. Si no haces nada que no quieras hacer no estarás esperando nada de nadie y tampoco participarás de los juegos de los demás.

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